La Sierra de Quibas, en Abanilla, nos permite adentrarnos y conocer un poco mejor la historia del territorio murciano y la vida existente en esta región hace un millón de años. Imagina descubrir por accidente durante un tranquilo día de senderismo restos fósiles y óseos pertenecientes a la época del yacimiento ibérico más notable de toda la historia, el de Atapuerca. Un latigazo de emociones y dudas como las que debió experimentar aquel grupo de excursionistas cuando, a finales de 1994, se toparon en una cantera abandonada de la Sierra de Quibas con un conjunto de huesos y dientes fósiles no humanos.

Aunque aún no se han encontrado en este yacimiento restos que indiquen el paso del hombre por esta zona, sí que se ha podido avanzar en la reconstrucción del contexto ecológico y ambiental que existía hace un millón de años, tal y como explica Pedro Piñero, director del yacimiento.

Desde huesos de leones y rinocerontes, pasando por macacos y tejones, son algunos de los restos encontrados en las excavaciones en este yacimiento de origen kárstico, que lo data de algo más de un millón de años de antigüedad.

Descubrimientos inesperados

Tal y como sucedió con el hallazgo de tierra americana por parte de Cristóbal Colón, el descubrimiento de este yacimiento en Abanilla, con una historia detrás de más de un millón de años, se produjo de un modo sorpresivo, sin ni siquiera saber que lo descubierto se encontraba ahí desde mucho antes de la existencia de aquellos que ahora miramos al pasado en busca de respuestas, esperando a ser descubiertas al final de una caminata por nuestra región.