Camellos son una banda madrileña de punk y garaje. Han logrado despuntar gracias a sus canciones costumbristas y coyunturales, fiel reflejo de nuestro día a día desde la portada de su disco, deudora del 'cine quinqui'. Han fidelizado a los fans con sus letras mordaces e infalibles ganchos, en una mezcla atractiva y desafiante de cultura popular, chistes de Los Simpsons, memes y coñas de milenial para afrontar el panorama desolador de los alquileres, los curros abusivos, los clubs llenos de gilipollas y los modernos insoportables que se expresan constantemente con anglicismos. Su sonido, punk-pop de guitarras y melodías pegadizas puede recordar a The Fall, Burning, Siniestro Total o los Ilegales desde una perspectiva más macarra.

Si el debut Embajadores prometía, el segundo disco de Camellos, Calle para siempre, editado a finales del pasado noviembre, es una bofetada de punk anfetamínico con cuidadas melodías a dos voces y unas letras que traspasan continuamente los límites del humor para relatar con fina ironía los dramas cotidianos. Ya han puesto patas arriba al personal en sus conciertos, y ahora llegan a Murcia, donde darán un pase doble ante la elevada demanda, dispuestos a demostrar por qué son la banda del momento. Fernando Naval (voces y guitarras) y Jorge Betrán (batería) responden.

¿Qué os unió como banda?

Primero, que nos conocíamos y congeniábamos, y, después, que nos gustaba hacer música en directo. Es verdad que cada uno de nosotros tiene un grupo o estilo en común con los demás, pero definitivamente no fue la afinidad de gustos musicales lo que nos unió... Antes de ser un grupo ya nos veíamos y compartíamos sentido del humor y amor por la música.

Estáis con Limbo Starr. ¿Cómo fue lo de firmar con ellos ?

Fue con bolígrafo. Es broma, fue con sangre. A nosotros nos gustaba su trabajo y sus grupos, y llamamos a su puerta. Ellos correspondieron el interés y surgió la magia. Lo bueno de la música es que la gran parte de gente está metida en ella de una forma muy vocacional. Eso hace que los esfuerzos, el trabajo y la dedicación cobren sentido por sí mismos. Es el caso de Limbo Starr y de Camellos.

Para hacer Calle para siempre os fuisteis a un pueblo alejado. ¿Necesitabais ese aislamiento?

No es que necesitáramos o no necesitáramos un aislamiento. Como consumidores habituales de obras completas musicales -ya sean LP's, EP's o discos dobles-, nos gusta pensar que tienen que tener un sentido de continuidad, y que ese sentido de continuidad se puede ver fácilmente asociado a la cercanía entre el tiempo de creación de unas canciones y otras. Nuestra idea no era hacer «nuestro trabajo más personal»; nuestra idea era enfrentarnos a crear un álbum entero en un tiempo muy reducido y con un concepto cerrado, que es como entendemos nosotros un álbum en su concepción más clásica. ¿Románti- cos? ¿Nostálgicos? ¿Astronautas? ¿Actores porno? Puedes llamarnos como quieras, pero lo que queríamos hacer era un álbum sólido, y creo que podemos colgar el cartel de: 'Misión cumplida'.

¿De dónde viene la inspiración de vuestras canciones?

Camellos tenemos un empuje creativo fuerte y la necesidad de hacer cosas. No hemos parado de trabajar, de tocar y de componer en casi cuatro años. La inspiración viene de todo lo que nos ha sucedido y de lo que tenemos en la cabeza los cuatro. Hablamos un mismo lenguaje, disfrutamos muchísimo tocando en directo y nos dejamos la piel en todo lo que hacemos.

¿Pensáis que el indie español siempre se ha tomado a sí mismo muy en serio y es hora de un cambio?

Realmente no venimos con un antídoto a decirle a la peña que lo está haciendo todo mal y que tomen ejemplo, ni venimos a enmendar a la totalidad de la música seria. Hay cosas que nos gustan y cosas que no nos gustan; nosotros hacemos todo a nuestra manera. Si la pregunta es si consideramos que la gente que se toma demasiado en serio a sí mismaes un coñazo, la respuesta es sí. Quien busque sentido del humor, cero pose y a gente que cree 100% en su propio mensaje, eso es Camellos.

¿Os veis dentro de alguna escena?

Nos vemos en una escena nueva y ecléctica, que tiene que ver más con grupos que se ayudan unos a otros que con estilos musicales. Una escena que incluye a bandas como La Trinidad, Vera Fauna, Medalla, Derby Motoreta's Burrito Kachimba, Biznaga, Pantócrator o Diamante Negro. Bandas que nos admiramos mutuamente y que nos ayudamos si hay ocasión. Para mí eso es una escena, la similitud estilística me parece algo mucho menos importante.

Siguiendo con las letras, me vienen grupos como Siniestro Total o Glutamato, bandas que siempre han utilizado un humor o una ironía en sus canciones; también citaría a grupos más actuales como Perro. ¿Tenéis alguna conexión con estas bandas o con el espíritu que representan?

Reconocemos totalmente la influencia de grupos como Siniestro Total o Perro, grupos que nos gustan y que además admiramos. Pero creemos que tenemos bastante más que ver con grupos británicos. Igual que te digo que para la escena es algo más de sentimientos, para la música es la musicalidad, y creo que tenemos bastante más que ver con las melodías y las guitarras de grupos británicos que con grupos de aquí. Sin faltar, porque ya digo que nos encantan y los admiramos. Un abrazo a Perro desde aquí, y que vuelvan a tocar, que hagan el favor.

¿Os parece que hay demasiada autocomplacencia en el circuito, y que hace falta agitar el avispero y tocaros un poco las narices entre todos?

No. A la mierda el beef. Donde hay autocomplacencia es en la prensa musical. Que hagan el favor de criticar, y que la nota media de los álbumes españoles no sea un 7. Los músicos tenemos que hermanarnos y apoyarnos, somos compañeros.

¿Sois fans de Los Simpson?

Nadie es un facóquero.

Marge dixit. En Vaya a la cárcel hay un estribillo que dice: «Ya no se puede hacer bromas, ahora todo es voy a la cárcel». ¿Vivimos una dictadura de lo políticamente correcto? ¿Qué pensáis al respecto?

Estamos hablando del humor. ¿Hay mucho pielfinismo últimamente? Sí. ¿Algunas personas deberían dejar de decir gilipolleces 24/7 que van completamente en serio? Sí. Es complicado aplicar una solución general; menos mal que no soy juez.

Vuestras canciones hablan de ansiedad, precariedad. ¿Los jóvenes españoles tienen motivos para estar indignados?

No hay duda de que es tiempo para la indignación. La cosa es utilizarla de forma útil/práctica, pero es un tiempo en el que es difícil no estar cabreado... De todas formas, alguna vez nos hemos planteado nuestras referencias a estas cosas porque vivimos en la era de la ansiedad, y se está perdiendo el norte sobre lo que se está hablando. El otro día oí a alguien decir: «Me da un poco de ansiedad hablar en público». A ver, no soy un loco del lenguaje, pero, si sabes de lo que estás hablando, sabrás que la ansiedad es una enfermedad mental, y estas afirmaciones trivializan sus consecuencias y sus causas.

Presentáis Calle para siempre en Murcia, y habéis tenido que ampliar fechas. ¿Os esperabais este recibimiento?

No nos lo esperábamos, pero no hace sino darnos más ganas de dejar el listón bien alto. El que venga a los conciertos que se traiga toalla, porque va a sudar hasta el agua que bebió el lunes.