La verbena global, filosófica, de la familia Karmacadabra da un paso al frente con Somos barrio, un disco de mensaje optimista que mezcla diferentes estilos y busca transmitir el momento vital y musical que están viviendo. Lo han sacado adelante mediante crowdfunding.

Karmacadabra salen de la Cartagena mestiza, del barrio humilde de la Concepción, de 'Quitape', como cantan manifestado su orgullo de barrio. Ritmos skatalíticos y patrones rumberos cruzados con perfumes latinos y fanfarrias balcánicas que combinan el ritmo con el pulso melancólico. Pachanga sin complejos, entre el flamenco de Mártires del Compás, los ritmos de Madness, la electrónica de Beni Page y Goran Bregovic, las composiciones de Karmacadabra parten de ideas melódicas sencillas que se ejecutan con frondosidad y técnica, transmitiendo pasión, clave de su conexión con el público en sus disparatados conciertos de puro desenfreno y baile.

Esta numerosa banda es ya una institución en la bulliciosa escena mestiza cartagenera, y su presencia en los más diversos escenarios garantiza diversión y fiesta. Como ellos mismos dicen, «no se trata sólo de dar, sino de saber recibir, de cantarle a la libertad, de bailarle a la vida, del Karma y el Cadabra». La fiesta continúa con Karmacadabra.

¿Vosotros de dónde sois? Somos de Quitape suena a declaración de principios, a orgullo de barrio. Ponednos en situación.

La verdad es que esa canción es un homenaje, una reconciliación con ese orgullo que sentimos. A lo largo de toda la vida, parece que siempre ha habido un complejo o un conflicto por haber nacido en un barrio humilde y obrero. Siempre habíamos mirado los lujos de los demás, pero a medida que han pasado los años hemos valorado las cosas que encontramos en esa escasez, como es la creatividad que te da la falta de recursos a la hora de jugar, el agradecimiento al que nunca te faltó, el criarse en la calle -que eso despierta mucho-, e incluso la fortaleza que te dan determinadas situaciones.

Habéis sufrido cambios en la formación? ¿Quiénes componen el grupo en la actualidad?

Ha sufrido muchísimos cambios; tantos, que el ideal de grupo al que estamos acostumbrados se está diluyendo. Hoy en día somos seis, pero lo cierto es que hay un equipo detrás que también pertenece por igual al grupo de música: técnico de sonido, de luces, manager... Y aún vamos más allá, con gente que está trabajando en vestuario, en diseño gráfico, en las obras escultóricas que componen el atrezo del show en directo... Es más, cada persona que viene a un directo, se podría decir que vive con nosotros las canciones. Es mucho más que seis músicos, es la unión de muchas personas con la idea de una transformación social en un humilde vehículo al que llamamos así, Karmacadabra.

¿Cuál es la historia del nombre de vuestro disco, Somos barrio ?

Para el título del disco nos inspiramos en un mural que se puede encontrar en las calles de Murcia, más concretamente en el Barrio de la Paz. Pertenece al colectivo Boa Mistura, y lo recogimos porque vimos que reflejaba muy bien lo que el disco cuenta: «Historias de gente corriente que viven vidas fascinantes».

¿Y por qué 'Karmacadabra'?

Hace referencia a la dualidad vital que tiene el ser humano en su experiencia. Este será uno de los temas que se aborden en nuestro nuevo show...

¿Este era el momento en el que tenías que sacar este disco?

Sí. Es totalmente necesario disponer de un trabajo discográfico para comenzar a abrirse paso en el circuito musical a nivel nacional, y no podíamos posponer más este momento, así que echamos mano de una plataforma de micromecenazgo a través de la cual pudimos contar con la subvención de la gente para poder hacer el disco realidad.

Habladme de ese crowdfunding. ¿Cómo os fue? ¿Qué recompensas ofreciais?

Ha ido genial. Ofrecíamos de todo: desde material de los conciertos (máscaras, vestuario, atrezo...), hasta experiencias organizadas por nosotros (una velada junto al grupo, venirse a un concierto, la escucha del disco antes de su lanzamiento, etc.), y también recompensas artísticas realizadas por los mismos integrantes de la banda (murales, dibujos, retratos). Por supuesto, además del propio disco y del merchandising, que era el objetivo del mismo. Ha sido todo un despliegue de medios y habilidades que teníamos en el grupo.

Karmacadabra sois un grupo de mestizaje, multicultural, que tira de muchos estilos. ¿Cuál es la razón?

La razón es lo muy melómanos que somos en el grupo (público incluido). Pero hay otros factores externos, como La Mar de Músicas, que siempre ha sido tan multicultural y del cual nos hemos nutrido a lo largo de los años.

¿Cuáles son vuestros padres musicales, las influencias destacables en vuestra música?

Pues desde la música más castiza de Camarón, pasando por el jazz de Mile Davis y los sonidos latinos de Sudamérica. No obstante, destacaremos aquellos que hacían mestizaje antes de nosotros, como son Mártires del Compás, Ojos de Brujo, Canteca de Macao, Macaco, Amparanoia... Y una especial mención a la música electrónica que se expande por la fiestas mas clandestinas: Drum and bass, dub step...

Vuestros directos se caracterizan por poner en juego otras experiencias artísticas. ¿Qué buscáis con ello?

Buscamos la expresión mas allá de la música. Combinar diferentes tipos de experiencias estéticas que con solo el sonido no podríamos conseguir. El fin de esto es realzar el mensaje que Karmacadabra y sus seguidores tienen que decir al mundo.

En el Ventepijo presentasteis un show especial, Donde nacen los colores , acompañados por la banda Santa Cecilia Pozo Estrecho. ¿Qué tal fue la experiencia?

Fue un momento mágico. Demostramos todo el trabajo realizado durante años, en un despliegue de medios como nunca habíamos hecho. Y la Santa Cecilia se salió; es impresionante todo el talento y la humildad que guardan las calles de Pozo Estrecho...

También habéis tocado en festivales como el Cordillera Sur y La Mar de Músicas. ¿Creasteis el grupo a su sombra?

Más que a la sombra, podríamos decir al arrope de esos festivales. Nos dieron oportunidades maravillosas para poder crecer compartiendo escenario con artistas de reconocimiento nacional. Desde aquí enviar un tierno abrazo a sus organizadores por el buen trato que nos dieron; en especial a Paco Martín, que en paz descanse. Gracias por dar tanta cultura a las calles de Cartagena.

¿Con la salida de este disco, os parece que se cierra una etapa y se abre otra?

Por supuesto. Era uno de los objetivos personales del grupo de música: plasmar todo el recorrido que habíamos hecho hasta ahora antes de adentrarnos en nuevos temas, nuevos sonidos y un estilo más reivindicativo.

¿Ha sido complicado elegir el contenido de este primer álbum?

Mucho, ya que tenemos mucho material y unos recursos muy limitados a la hora de llevarlos al estudio. Al final hemos apostado por nuestra intuición, aunque teniendo en cuenta los comentarios de las personas que nos siguen y apoyan.

Un disco no muy largo: diez canciones. ¿No hay que abrumar a la gente?

Vivimos en un momento en el que la información viaja a mil por hora, y las ofertas de escucha se cuentan por millones. Así que más vale poco y bien que mucho descontrolado. Además, grabar un disco es muy caro, y, a más temas, más dinero...

¿Qué va a encontrar la gente en Somos barrio ?

Somos barrio hace mención a las personas de a pie. A las casas que componen una barriada, que cada una de ellas guarda historias fascinantes de la vida cotidiana. A la lucha interior personal por el cambio del paradigma social, al pluriamor, a la emigración, a las diferentes formas de entender las relaciones afectivas... Estos son algunos de los temas que guarda este disco, que mezcla diferentes estilos musicales del mundo.

Hay ska, latin, cumbia, raggamuffin, flamenquito, aromas africanos y hasta fanfarrias balcánicas a lo Goran Gregovic como en Balkarmacadabran , con la que abrís el disco. ¿Una declaración festiva para empezar?

Rotundamente sí. La vida también tiene una parte de alegría y festejo que jamás hay que dejar atrás.

¿Qué es el espíritu Karmacadabra?

El cambio social. El ánimo o alma es las ganas de contar nuestras experiencias y visión del mundo, con el fin de poder alterar un poco la conciencia de las personas hacia la reflexión o crear empatía con aquellos que ya lo hacen. Es nuestra arma para combatir al mundo siniestro que habitamos, apostando por el cambio que nace del interior de cada persona.

¿Cómo han sido elegidas las colaboraciones?

Han surgido por sí mismas. Son amigos, compañeros de viaje y gente que está pasando por el mismo camino que nosotros. Estamos allí para apoyarnos y realzar nuestras obras entre nosotros, y qué mejor manera que colaborando. Especial mención a la maestra Road Ramos, nuestro querido y genio Rio Viré y la luz incandescente de Mari (Wolf), una futura promesa de la vida.