Desde aquellas Lágrimas de amor derramadas por Camela en 1994, han pasado 25 años y un par de cambios de discográfica. Actualmente en Warner Music, el último disco que grabaron con temas originales fue Me metí en tu corazón (2017), pero recientemente salió el recopilatorio Rebobinando, con muestras de toda su trayectoria.

Segundo grupo español con más ventas en las últimas tres décadas, precursores del estilo que en los 90 se bautizó como 'tecno-rumba', Camela llegan al auditorio El Batel con su tour 25+1, basado en su álbum Rebobinando, donde Ángeles Muñoz y Dioni Martín contaron con colaboraciones de reputados artistas del panorama musical (Alaska, Carlos Baute, David Bisbal, Antonio Carmona, Demarco Flamenco, Juan Magán, Taburete, Javiera Mena, Medina Azahara, Pitingo, María Toledo y Rubén Martín) para versionar algunos de sus éxitos.

Camela revolucionaron el mercado a finales de los 90 con sus temas bailables de raíz flamenca, y revivieron un mercado que parecía muerto: el de las casetes a la venta en las gasolineras. Aunque el formato está viviendo una segunda juventud estos días, hace tiempo que Camela se pasaron a lo digital, y se calcula que han vendido 7,5 millones de discos con un estilo musical realmente propio y fácil de identificar.

Las canciones de Camela han respondido siempre a la eterna cuestión del amor y el desamor. Sus letras son elementales, pues sus creadores no han aspirado a otra cosa que escribir para gente como ellos, sencilla. La música no es que sea muy original, se repite a veces en sus temas, pero suena a Camela. La crítica especializada no les hizo caso alguno cuando empezaron, y aún a día de hoy muchos de los que la ejercen mantienen su desdén o reserva hacia la controvertida calidad del dúo. Pero las cifras cantan, y en los últimos años solo La Oreja de Van Gogh ha vendido más discos: Camela son los segundos en esa lista, y además se han dado el gustazo de reunir decenas de miles de espectadores en sus conciertos.