Trama Teatro regresa este fin de semana a la agenda cultural de la Región con el estreno de su último montaje, Locos de amor, que «pone en escena las líneas más características de Sam Shepard». Pepa Castillo, directora de la compañía murciana, destacaba a esta Redacción lo «complicado» que es sacar los textos del dramaturgo norteamericano de su país -donde está considerado una de las figuras más importantes del teatro contemporáneo-, lo que aporta, sin duda, un grado mayor de atractivo a esta puesta en escena, que verá la luz mañana en el Teatro Circo de Murcia.

«Sus personajes son perdedores que renuncian a sus sueños y sus vidas no tienen el sentido de la continuidad. El amor y la música son los ejes de su constante lucha», explica la compañía acerca del autor y de su obra, que centra el foco en una pareja interpretada por Diana Torres y Pablo Guzmán. Él es Eddie, quien va al encuentro de May (ella), el amor de su vida, para intentar reanudar su relación que ha sido intermitente durante años. Sin embargo, el protagonista se encontrará con el «rechazo visceral» de su amada, «no exenta de extrañas contradicciones».

Ella está iniciando una nueva relación con Martin -al que da vida Fernando Caride-, «pero esta no es la única amenaza que pende sobre su renovada pasión», explican desde la compañía. La sombra del padre alberga un secreto oscuro e innombrable que destruye el amor que hay entre Eddie y May. Ese amor es una constante lucha de sentimientos entrecortados y se enriquece de un profundo trasfondo.

Con Castillo y Natalia Y. Rodríguez -responsable de la adaptación- encargadas de la dirección, esta versión pretende «resaltar la unión y el peso del pasado, que a veces nos limita cuando queremos vivir nuestro presente. Ahí se encuentra May, en la lucha continua entre el deseo y el deber, entre el bien y el mal, porque Eddie ha vuelto, como tantas veces que se ha ido», señala Rodríguez, para quien en Locos de amor se mezclan, el deseo, el infortunio, el azar, el miedo y la música en directo, que es «uno de los hilos conductores de la obra, en la que se plasma el juego que une a los protagonistas».

«Eddie y May son algo así, como una proyección de la vida de sus padres. Y aunque quieren escapar, olvidar, huir, no pueden porque solo se tienen el uno al otro. El pasado los ha dejado unidos e inseparables. Solo quizás la presencia de Martín hará que algo cambie, o ¿quizás no?», se pregunta Rodríguez.

Por su parte, Castillo explica que eligió Locos de Amor porque desde su primera lectura sintió «como un salto al precipicio. El contraste emocional que inunda la pieza de principio a fin, la poesía que existe en la forma en que se expresan sus personajes la crueldad, la ironía y la intriga, hicieron que me planteara ponerla en escena integrando armónicamente todos esos elementos -apunta-. Son muchas las posibilidades escénicas que el texto me ha sugerido -continúa-, saliendo de la propuesta de Sam Shepard, así que en el proceso de creación uno de los retos más importantes ha sido poder concretar esta descontextualización».

En cuanto a los personajes, la directora de Trama Teatro dice que son «impredecibles en su decir y hacer». Por ello, sobre las tablas el Teatro Circo «va a producirse un juego constante entre la fuerza y el destino que se irá plasmando a través de música en directo -insiste- que será el nexo de unión entre el mundo real y el mundo de la ensoñación».