Los sevillanos Narco se despiden de los escenarios por un tiempo indefinido después de una extensa gira recorriendo salas y festivales de todo el país presentando su último trabajo, Espichufrenia (2017). El esperado 'subidón final' tendrá lugar en La Riviera (Madrid) el próximo 30 de noviembre, pero ante, esta noche ofrecen su penúltimo concierto en Murcia, en la sala Garaje Beat Club.

La banda de La Macarena, referentes del rap-metal nacional, no ha parado de grabar y girar desde el inicio de su última etapa con Alita de mosca (2010), que continuó con La rave del infierno (2011) dando mayor protagonismo sónico a los graves y a la electrónica, en lo que fue sin duda el paso previo a parir un álbum como Espichufrenia (título que hace referencia a una palabra coloquial que se usa mucho en Sevilla para casi todo), con bases limpias y estilosas y que pasa del rap al punk oscuro, del rock al drum 'n' bass, al ragga o los sonidos industriales que vienen de la mano de un amplísimo abanico de colaboraciones: El Coleta, Space Surimi, Tinatha, Ana Curra, Reincidentes, Dub Elements, eRRe, The Tractor, Burian Fyah y Variedub. Todo ello confiere al álbum un espíritu hedonista y le da al disco un aire al Judgement night -aquella banda sonora donde confluían Biohazard con Onyx, Ice-tcon Slayer, Pearl Jam y Sonic Youth con Cypress Hill o Teenage Fanclub con De La Soul, entre otros muchos-, pero en castellano. Mandanga de la buena para la diversión con sus brutales juegos vocales, potentes scratchs, bases y pegadizos riffs.

Pese a que la tormentosa salida de Vikingo MD -vocalista y principal rostro de la banda- sacudió a los Narco el pasado verano, los sevillanos siguen viviendo la calle, siguen teniendo ese espíritu de barrio que les ha llevado siempre a contar las cosas tal cual las ven. Al mismo tiempo, su ironía, sátira y sarcasmo -en determinadas situaciones- les hacen ser receptores de la vida cotidiana llevada al límite.