Ya está aquí el Warm Up 2019, el primer gran festival de la temporada, precedido por un sinfín de actividades en los últimos meses, que se han intensificado esta semana con proyecciones, exposiciones, presentaciones de libros y, por supuesto, más conciertos (¡y gratuitos!) en salas y plazas, que continuarán durante todo fin de semana.

Lo cierto es que, tirando de retromanía -que últimamente está cobrando mucha fuerza y actualidad-, la organización ha completado un cartel con bandas internacionales de primera (The Jesus & Mary Chain, Teenage FanClub, Tyga, Rooselvet...), combinadas de manera ecléctica con un buen puñado de nombres españoles, abarcando estilos y tendencias muy diversas, desde Amaia a Vetusta Morla o La Casa Azul, y una interesantísima letra pequeña que merece la pena ser descubierta: desde la electrónica de Rrucculla, pasando por PutoChinoMaricón o The Shivas, sin perder de vista la amplia y acertada representación de la escena murciana, que abarca desde los consagrados Second a los más recientes Claim, el underground de Marcelo Criminal (elevado a la categoría de culto por la notoriedad que alguna de sus canciones han alcanzado en versiones de Amaia y Carolina Durante), y el shoegazae de Increibles Ful.

Destacamos cinco propuestas de este Warm Up 2019 que son las que le dan más valor al cartel, entre la parte noble y una segunda línea.

Noel Gallagher's High Flying Birds

El hermano más listo de una banda de leyenda: Oasis

Noel, el mayor de los Gallagher, y Liam fueron con Oasis el epicentro del «britpop» en la década de los años 90: una carrera emulando el éxito de los Beatles, en la que compitieron -hubo agrias polémicas cruzadas- con Blur y otras bandas. Definitely Maybe (1994) fue el disco debut que más rápido se había vendido hasta entonces en el Reino Unido, y marcó el camino tanto para sus siguientes trabajos como para otras bandas de «britpop» que intentaban hacerse hueco en el mercado. Un año después, (What's the Story) Morning Glory? (1995) les catapultó hacia la fama global.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Noel y Liam Gallagher han reconocido siempre su talento de forma mutua, pero eso no ha impedido que lucharan como Caín y Abel por investirse jefazo de Oasis.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Desde que arrancaron en 1993, los medios nos han brindado cada una sus peleas y líos de camerino. Supimos que fueron a la cárcel después de lanzar todo el mobiliario de su habitación de hotel por la ventana, y que provocaron la ira de los políticos en los 90 por hacer apología de las drogas.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Después del éxito de Definitely Maybe, mientras el resto de la banda veía la liga británica de fútbol y bebía cerveza en los lujosos estudios Rockfield, Noel se aislaba con la partitura y una reserva de drogas para inspirarse. Cuando salía a las pocas horas con Some Might Say o Wonderwall, Liam necesitaba apenas un par de intentos para grabarlas de tirón. Si bien Liam sabía que Noel era uno de los compositores más capaces de su generación, le consideraba "un poco zorra". Y Noel, aunque nadie podía cantar sus canciones como Liam, decía que su hermano era "un hombre con un tenedor en un mundo de sopa". Se abstraía con la música para no asesinar al peque. Estaba “cantado”: las difíciles relaciones entre los hermanos acabarían un día con Oasis, o con la salida de alguno de ellos de la banda. Ocurrió después de que ambos hermanos se enzarzaran en París en una pelea que obligó a suspender el concierto programado en el festival Rock en Seine.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Por supuesto, Noel Gallagher es uno de los mayores compositores de los últimos 30 años, y a pesar de que su registro vocal no se compara con el de su hermano Liam, Noel es infalible. No sólo hace buenas canciones, las interpreta y se preocupa de tener una buena banda que suene bien, y, aunque muchos no lo crean, diferente de la que lo hizo mundialmente famoso.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Apoyado por los ex Oasis Gem Archer y Chris Sharrock, el show de Noel acapara de buena manera la mezcla de éxitos (clásicos instantáneos que erizan la piel, como Wonderwall, Little by Little o Don't Look Back In Anger) y nuevas canciones, demostrando por qué el ex Oasis sigue girando por el mundo con gran éxito presentando su último álbum, Who Built The Moon? (2017), que recibió una nominación al Mercury Prize. Los conciertos le muestran como sólido autor, sujeto a fuentes de inspiración inamovibles (pero no sólo a “esas”), y sirven para recordar lo fértil que fue Oasis en su primera etapa, cuando incluso las caras B tenían su gracia. Es posible pensar que, desde que se fue de Oasis, Gallagher se libró de dos ataduras: la de lo que su propio público esperaba de él y las limitaciones de fórmula que debía respetar para mantener a raya el malhumor de su hermano.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Por cierto, Pete Townshend desveló en marzo que Noel estaba trabajando con el productor Dave Sardy, quien anteriormente trabajó con Oasis en Don’t Believe The Truth y Dig Out Your Soul. Parece que el nuevo álbum de Noel ya está terminado y que lo va a testar en las próximas fechas de este mes de mayo. Esta misma semana se daba a conocer “Black Star Dancing” una de las nuevas canciones y lo mismo...

Two Door Cinema Club

Pop electrónico y luminoso para bailar en festivales

Two Door Cinema Club, el trío norirlandés comandado por Alex Trimble, pese a dar sus primeros pasos tras la estela de Phoenix, The Temper Trap, Friendly Fires y Bombay Bicycle Club, no tardó en desmarcarse con un sonido propio y reconocible. Podrían ser una banda más de ese pelotón que utiliza la electrónica como atrezo de su pop luminoso, risueño y juvenil, pero sus canciones se desfloran esplendorosas, asentadas en sólidas melodías de un gusto exquisito.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">En sus comienzos se llamaban Life Without Rory, pero en 2007 se presentaron ya como Two Door Cinema Club, y en 2010 publicaron su primer álbum, Tourist History, y ya tocaron en algunos festivales. Algunas de sus canciones dieron la vuelta al mundo, y su fama aumentó vertiginosamente. En 2012 lanzaron su segundo álbum, Beacon, y tras una pausa por motivos de salud, , Gameshow, su tercer y último álbum, vio la luz en 2016. Su trayectoria ha sido reconocida por medios y público, y han colgado el cartel sold out en numerosas ocasiones. Además han sido cabeza de cartel en muchísimos festivales de todo el mundo. Lejos de caer en fórmulas, Gameshow les mostró abriendo el espectro sonoro para introducir aires de funk, disco o krautrock.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Two Door Cinema Club no vienen con las manos vacías: regresan con un par de adelantos. El más reciente, Satellite, de su cuarto disco, False alarm, llegará a las tiendas el 14 de junio, tan luminosos como cabría esperar dadas las referencias: voz algo procesada, sintetizadores ochenteros y guitarras escuálidas confluyen en estas canciones bailables acompañadas con divertidos videoclips. Parecen creadas por y para los festivales, donde, a todas luces, Alex Trimble, Sam Halliday y Kevin Baird siguen dirigiendo sus pasos.

2ManyDJ's

El fin de fiesta ideal

Los hermanos Dewaele se pasan el día descubriendo joyas para luego pincharlas en un escenario. 2Manydjs es el cierre ideal, de la mano de dos selectores que en su momento revolucionaron el concepto de dj set, y que siguen dando clases magistrales de lo que significa esto de mezclar sonidos cada vez que se ponen detrás de unos platos y una mesa de mezclas. Serif","Times New

Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Estos hermanos belgas están hartos de la electrónica de masas. Llegan, además, tras un tiempo de pausa en sus aclamadas sesiones y después de haber retomado su otro proyecto, Soulwax, con el que actuaron en Sónar (presentando el notable From Deewee"). De hecho, Stephen y David han ido combinando a lo largo de su carrera ambos mundos, que se nutren mutuamente de forma muy natural: los sintetizadores y las bases electrónicas se cuelan casi sin querer en los discos de Soulwax, y la tendencia rock de la banda -y también kraut, al menos en el último disco- contamina para bien los sets de 2manydjs, dotándolos de una energía sin igual, caminando siempre entre el rock y el club, de las guitarras a los sintetizadores, al igual que su amigo James Murphy de LCD Soundsystem.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">A finales de los 90, 2manydjs se revelaron como hábil exponente de la cultura y el arte del 'mash-up', esa técnica consistente en mezclar dos o más canciones para convertirlas en bombas únicas. Cosían sus inventos y remezclas al uso en sesiones feroces. Últimamente sus sesiones se basan, sobre todo, en temas de la electrónica reciente, acompañados de visuales realmente creativos

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">

The Sound of Arrow

Fantasía de luces y colores con reminiscencias ochenteras

De entre todos los grupos que en estos años han adoptado maneras del synth pop de los 80, The Sound of Arrows son los que más han llamado la atención. El dúo sueco apareció hace unos años como la gran promesa electrónica del siglo XXI, y a partir de aquí ha estallado la discusión entre los que todavía creen que hay margen para la promesa o los que creen que ya están más que consolidados. Para entendernos, son el grupo de espectro indie que mejor sonaría en una radiofórmula. Así que, si por un lado recuerdan a los Pet Shop Boys, por otro tienen como modelo a los Hurts, Ace of Base o hasta el mismísimo Vangelis, o a Jean Michel Jarre con su misticismo sintetizado. Serif","Times New

Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Manteniéndose constantes en sus influencias de electropop, apaciguadas en muchos casos bajo el filtro de los trabajos más ambientales de Moby, seguramente sea ahí donde se puede observar la madurez que han alcanzado The Sound of Arrows. Sorprendieron hace unos años a su paso por el Lemon Pop, contando con una producción que huye de la espectacularidad en las percusiones y suaviza los momentos más álgidos a través de sonidos de cuerdas sintetizadas. Cierto es que la recopilación de múltiples formatos de pop llegado de tierras escandinavas de los 70 y 80 sigue siendo un buen hilo conductor, intuyéndose los momentos más diseñados para bailar pegados de ABBA, y, ya que entramos de lleno en clásicos del pop nórdico, tampoco podemos pasar por alto la forma en la que saben sacar partido a los compases disco tan latentes en grupos clásicos de Labrador como Club 8.

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Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">Tras Stay free el dúo de pop electrónico ha editado un nuevo EP con 7 canciones, ‘Cuts from the Stay Free Vault’, que además lleva el subtítulo EP I. The Sound of Arrows han anunciado que tocarán sus éxitos en esta gira. Fantasía de luces y de colores.

Crudo Pimento

Un 'Expediente X' de Rock Paranormal

Crudo Pimento (Inma Gómez y Raúl Frutos) vuelven con Pantame (Everlasting Records), un disco "muy salvaje, gitano y jamaicano", grabado en Nueva York con el productor Marco Bucelli. De Villa Jarocho al corazón de Brooklyn, Pantame (título inspirado en un personajillo de los cuadros que pinta Raúl, un amigo imaginario imaginario) llegaba tras Teleiste mouska, donde Crudo Pimento eran capaces de evocar el blues de Ry Cooder con la campana de auroros de Santa Cruz. En su momento nos avanzaron que sería un cruce entre Suicide y Billy Idol, o más bien SS Sputnik vía J Dilla, como unos White Stripes de otro planeta y pasados de rosca cantando fandangos estratosféricos. En su página de Bandcamp han colgado también una selección de descartes de las sesiones de grabación, que han titulado 70 sustancias, Ácido en Getsemaní. Serif","Times New

Roman",serif;font-size:12pt;direction:ltr;color:rgb(0,0,0)">De nuevo, los murcianos son pura provocación y transgresión, exorcismos y aullidos de ultratumba. Hay besos, pero son de alambre de espino. El resultado es tan desconcertante como adictivo, pero este trabajo resulta más accesible. Un expediente x del rock paranormal, que les abrirá las puertas del mercado internacional. La reseña de su disco en Pitchfork seguro que contribuye. 'Pantame' se presentó antes en Nueva York que en España. Hicieron un pase privado en un lugar mítico en Brooklyn, el Warsaw de Greenpoint, que es una catedral de la música extrema, del hardcore y el doom metal, y la gente se quedó loca, les voló el cerebro. Lo mismo te puede pasar a ti si no estás avisado. Ya puedes ir olvidándote de los lugares comunes y dejándote seducir por el hálito misterioso y original de estos tipos únicos, crudos, exquisitamente desesperados..