Juanito Makandé decidió trazar su propio vuelo cuando gozaba del éxito bajo el ala de las multinacionales. Las decisiones difíciles suelen ser las valientes, y aquella le ha llevado por un camino de aprendizaje con las manos al cajón, mientras bebía de maestros como Chico Ocaña o Raimundo Amador.

De cuerpo y alma inquietos, tras acompañar a Los Delinqüentes o a Raimundo Amador como percusionista, Juanito Makandé (alias de Juan Medina), el cantautor de flamenco más cool, es un vocalista, percusionista y guitarrista flamenquito y mestizo, equidistante entre lo kikovenenoso y lo delinqüente (aunque sus letras cuentacuentos son menos profundas, más surreales y poéticas si se tercia). El influyente Billboard le señaló como uno de los 5 artistas latinos a seguir en 2016, y tras el éxito de Muerte a los pájaros negros se ha embarcado en una nueva gira para presentar El habitante de la tarde roja, su quinto disco.

El gaditano es heredero de esa magia andaluza que consigue atrapar a varias generaciones, en contacto constante y directo con su público a través de las redes sociales, donde tiene más de 300.000 seguidores que le han permitido hacer de su vida un arte, plasmado en cada nota y en cada toque de cajón, creciendo y evolucionando al margen de la industria musical tradicional. Ha conseguido hacer de sus canciones su marca distintiva, avalada por quince años de carrera y una potente puesta en escena que hace de su directo un lujo a nuestro alcance.

Entre mi casa y la luna, canción grabada en los estudios Abbey Road de Londres, supuso para Juanito Makandé el anticipo del retorno a su carrera en solitario tras un año realmente intenso, en el que no solo abordó su acariciado proyecto Escrictinia junto al Canijo de JErez, que ha arrasado allí por donde ha pasado, sino que también ha estado involucrado en otras aventuras musicales, como Los Kamikazes y Dinamita Express, y ha realizado diferentes colaboraciones con artistas a los que admira. Además ha publicado su primera experiencia como escritor, con el poemario El aire que suspira entre las flores, ilustrado por la artista Linnéa Johansson, todo un éxito de crítica y ventas.

En El habitante de la tarde roja, Makandé continúa no solo creciendo como músico, también como letrista. Reincidente en sus tropos y sus lugares comunes, vuelven aquí los cuchillos, las tormentas, los astros y los pájaros, esa fauna tan suya, y esas confesiones a flor de piel que tanto y tanto público han hecho ya suyas. Sigue cantando al amor (y al miedo a enamorarse), a la soledad que "ahora me enseña y no me mata", a la vida al fin y al cabo, "una broma muy seria".

Le acompañaran los mucianos La Tribu 29 a los que Makandé está produciendo su disco.