Alex Cooper es pura realeza pop. Esa fama la ha alcanzado a base de hacer discos intensos y bellos -con especial fidelidad a sus postulados- durante tres décadas. Vuelve a Murcia en la fase final de la gira de presentación del álbum de Cooper Tiempo, temperatura, agitación, del que ofrecieron un anticipo en el pasado Warm Up y también en el Caravaca Power Pop.

Tiempo, temperatura, agitación ha supuesto, en palabras de Alex, un retorno a las sensaciones de la época de Los Flechazos (llegaba tras una exitosa gira bautizada como '30 años viviendo en la era pop'). Es una colección de canciones "para ser cantadas con la sonrisa puesta", y responde a su momento actual. Con una carrera tan larga, repleta de calidad, Alex Cooper, el mod por excelencia, un artista pletórico en cuanto a inspiración, ha pasado a ser un icono de la música en nuestro país, que ha tomado decisiones artísticas arriesgadas y ha conseguido que la gente se sienta fascinada por su música.

Después de presentar en directo las canciones de Tiempo, Temperatura, Agitación

Jajaja, en realidad vamos a parar después de Murcia, porque Inés va a dar a luz (crucemos los dedos para que no se ponga de parto en Murcia!). Nuestra siguiente salida será ya a finales de Mayo, en el Fa Ce La Fest de Lugo. Llevamos una buena racha de actuaciones, con conciertos superchulos en un montón de ciudades donde nos quieren (Bilbao, Madrid, Valencia, Sevilla, Barcelona, León€). Y es la tercera vez que acudimos a la provincia de Murcia en menos de doce meses, así que para nosotros es muy, muy especial este concierto.

Al empezar Cooper prescindiste de los teclados, quizás para transmitir la idea de que habías entrado en una nueva etapa, y en tu nuevo disco los recuperas. ¿Camino de vuelta?

El ronquido del órgano Hammond es uno de mis sonidos favoritos; siempre lo ha sido. Equiparable al del mar en la playa o al de la risa de mi hija cuando era bebé. Todas las canciones se pueden tocar de mil maneras. En este último disco hay teclados, y algún órgano Hammond, porque yo estaba pensando en el directo, en alargar la fiesta que supuso la gira de Popcorner. Yo quería seguir tocando El asiento de atrás, que tiene piano, y pensé que era el momento de volver a tocar la tecla. Es fácil caer en la trampa de pensar que usar teclados es volver a Los Flechazos, pero las canciones son muy Cooper, aunque tengan teclados.

¿Qué buscabas para título de tu nuevo disco? ¿Cómo surgió?

Buscaba emular al Elvis Costello de Peace, Love and Understanding. Y busqué un título fotográfico, porque mi mujer es fotógrafa y porque andaba enredado con libros de fotografía.

Parece que te ha salido más positivo y optimista. ¿De dónde ha venido la inspiración para componer estas nuevas canciones?

Sobre todo del impulso de Popcorner. Mi vida es muy feliz, muy plena, así que imagino que eso se notará en las canciones. Es un reto esto de hacer canciones felices. Es mucho más difícil que llorar. Que el estallido te pille con la guitarra colgada o la cabeza puesta en componer es muy raro. Pero me gusta la idea de ser el cantante de la sonrisa del verano eterno, del viaje al país de los sueños.

¿Satisfecho de la recepción que ha tenido el álbum?

Yo sí, porque desde hace unos años ya no tengo mayores expectativas. Pero me da pena que no haya tenido más repercusión. Sobre todo, porque me gustan mucho las canciones. Pero también por el trabajo de los demás. Por Elefant, los del grupo, los que trabajan alrededor. Quiero decir, que un vídeo como el de Dos Grados Bajo Cero no haya llegado en las redes a las seis mil visualizaciones es para preocupar.

¿Cómo te sientes de integrado en el panorama musical actual?

La verdad es que no tengo compañeros de viaje en esto. Si pienso en los músicos de mi generación que resisten (Los Enemigos, Fernando Alfaro, Antonio Arias, los de 091€) me cuesta encontrar la zona de tierra común. Y si pienso en las bandas más nuevas, ya sea las que empezaron hace 20 años o las de ahora mismo, me siento un perro verde. Pero como siempre me he sentido así, no me preocupa mucho. No es que esté orgulloso de ir a mi bola, es que no lo sé hacer de otra manera.

¿Alguna vez te arrepentiste de separarte de tu festival, Purple Weekend? ¿Cómo lo llevas?

No, creo que fue la decisión acertada porque de esa manera el festival pudo sobrevivir y dar trabajo y felicidad a mucha gente. Luego es verdad que paso bastante de él, que la mayoría de las veces ni me quedo en León esos días. Pero también es porque no comparto el enfoque, y además es que no me interesa mucho el asunto del revival a mí. Yo dejé el Purple cuando las bandas que yo sabía que iban a funcionar a la perfección en el Purple eran bandas que a mí no me decían nada, mientras que los grupos que me volvían loco eran grupos que yo no podía programar en un evento mod, porque era absurdo. Así que creo que hice lo correcto.

¿Tras Los Flechazos, fueron duros aquellos primeros momentos de volver a empezar con Cooper?

Qué va, aquello fue un cachondeo. Fue genial, muy fácil, todo el mundo nos estaba esperando. Tocamos en todos los lados, lo pasamos bomba, y la banda estaba muy bien en aquellos tiempos. ¡Y había móviles! Cooper ha sido 'casi siempre' un proyecto feliz. Yo para sufrir, no me embarco en esto.

¿Eres de la vieja escuela, de los que creen que todo se consigue a base de esfuerzo?

Creo mucho en el sacrificio. Y en la renuncia. Creo que para tener algo tienes que renunciar siempre a lo demás, que no se puede tener todo. Justo al contrario de lo que cantaba en Imposible, un tema del primer disco de Cooper. ¿El esfuerzo? No me cuesta esforzarme. Me gusta, va con mi forma de ser.

Ahora se habla mucho de una regresión al conservadurismo por parte de la gente de a pie, ya no solo en Inglaterra, sino en todo Occidente, debido a la crisis económica y al miedo que ello provoca. ¿Qué opinas tú de esto?

Yo creo en lo que decía Chesterton, que la educación sólo sirve si nos ayuda a entender lo viejas que son las ideas nuevas. Por eso yo no creo que haya una 'regresión al conservadurismo' sino un reajuste hacia una nueva postura tras la decepción de las antiguas fórmulas. No es tanto la crisis económica como la vuelta a la realidad.

¿Crees que las nuevas generaciones son más conservadoras a los veinte años que tú mismo a los cincuenta?

No, porque yo soy bastante conservador, y creo que las nuevas generaciones, en general, no son nada conservadoras. Cualquier joven que se defina conservador corre el riesgo de experimentar la 'muerte social', y para que eso no te importe tienes que tener las cosas muy claras. Y pocos hemos tenido las cosas claras a los dieciocho.

Tras el lanzamiento de Wake Up The Nation

Me estás llevando por un terreno que no es el mío, porque a mí no me interesa mucho la política. Y además nunca hablo en público de esto. No sé lo que es 'democracia real'. Sé que hay países a los que la gente quiere venir y países de los que la gente quiere escapar. Yo vivo en uno de los primeros. Por ahora.

¿Qué opinan los mods de tus últimos discos?

Hay mil tipos distintos de mods. A algunos les gustan mucho los discos de Cooper. A otros no les interesan nada. Supongo que les gustamos a los mods a los que también les interesan los Undertones, los Libertines, los Temples, Miles Kane, Supergrass o Los Pistones. O igual no, igual no les gustan mis canciones aunque compartan mis gustos. Me gusta pensar que tengo voz propia, y ese tipo de libertad tiene un precio alto.

¿Te has sentido alguna vez atrapado en tu propio rol?

Bueno, atrapado pero a gusto. Sé lo que la gente espera de mí, no me importa responder a ello. No me gusta decepcionar. Así que si los amigos de mi chica piensan que soy un imbécil cuando me invitan a una fiesta, yo hago todo lo posible por cagarla y meter la pata, para que no se sientan decepcionados conmigo. No, en serio, la gente se ha formado una opinión sobre lo que yo soy, y nada va a cambiar eso. No puedo preocuparme por eso; iba a sufrir.

La mayor parte de compositores sienten a partir de cierta edad que ya han hecho todo lo que podían hacer. No es tu caso. ¿Ser previsible es lo peor para un músico?

En realidad estoy empezando a pensar que ya he hecho todo lo que tenía que hacer. Con este disco he cerrado un círculo. Han sido 35 años de canciones y estoy muy orgulloso, pero también he sido muy previsible, ¿no? No me parece malo. Todos necesitamos tener a mano alguien en quien confiar. Cooper ha sido hasta ahora un grupo en el que podías confiar. Ya ves, muy conservador, muy previsible. Pero muy de verdad.

Hay quienes quieren convencerse de que todavía es 1964, y luego están aquellos que aplican el espíritu modernista a la actualidad y buscan la novedad. ¿De qué lado te sitúas? ¿Qué significa para ti ser mod actualmente?

Ya te imaginas. Mod del siglo XXI conociendo muy bien mis orígenes y los del movimiento mod. E intentando ser respetuoso con la herencia recibida.

¿En qué momento te encuentras?

Preparándome para que mi ciudad viva una nueva explosión. O algo así.

¿A qué Cooper veremos esta vez en Murcia?

La mejor versión posible. Al guitarrista le siguen fallando los pedales, la teclista sale de cuentas en quince días, el saxo lleva rastas y el batería es tan pequeño que yo tengo la edad de su padre. La pandilla basura. Molan muchísimo los Cooper de 2019.

¿Cómo sigue la cosa después de esta gira por salas? ¿Te centrarás en Ediciones Chelsea?

Quién sabe€