Han subido como la espuma y aún no han tocado techo. La bola de Viva Suecia no cesa de rodar y de crecer, y 2018 ha sido, como predecíamos, el año del grupo murciano; no solo fueron proclamados mejor grupo nacional en los MTV EMAs 2018 batiendo al fenómeno Rosalía, es que prácticamente no han parado quietos en todo el tiempo (su victoria en los MTV les pilló girando por Colombia). Viva Suecia son el relevo de la aristocracia indie, y están llamados a ser cabezas de cartel en los grandes festivales veraniegos: quedó bien fundado a su paso por el Warm Up. Sus canciones conectan con la gente y, sin ningún tipo de artificio maravilloso, sin tratar de inventar nada, sólo intentando hacer buenas canciones, han llegado. Eso es lo que verdaderamente funciona; además han colgado el cartel de 'sold out' en buena parte de sus actuaciones en salas, y la máquina no para. Viva Suecia ya están en el estudio con el productor Carlos Hernández para grabar su tercer disco, y este 5 de enero arrancan en Navarra nueva gira con fechas cerradas hasta septiembre (con la Riviera agotada para el 28 de marzo, y una segunda fecha a punto de agotarse para el 27 de abril). En marzo estarán en México, en Vive Latino, uno de los festivales más grandes e importantes de Latinoamérica, y el 25 de abril darán su primer concierto propio en Murcia («Sí, puede ser que hayamos tardado un poco, pero queríamos que fuese lo más especial posible, y así será»).

Menudo año, ¿cómo lo habéis vivido?

De una manera muy intensa, con una ilusión tremenda, y, sobre todo, trabajando muchísimo.

Además de premios y reconocimientos varios, habéis estado de gira permanente. ¿Qué ha sido lo más gratificante y lo más molesto de una gira así?

Lo más gratificante, desde luego, es el hecho en sí mismo de estar girando, de poder dedicarnos a esto. Y, por supuesto, comprobar concierto a concierto que la gente nos quiere y se identifica con nuestras canciones. Molesto como tal no hay nada, aunque la parte menos amable de todo esto es aquello que todo el mundo ya conoce: las distancias, la carretera, las horas de espera y estar continuamente fuera de casa y lejos de familia y amigos. Pero bueno, esto no es algo exclusivo del mundo de la música, tampoco hay que hacer un drama.

¿Cómo lleváis lo de haber sido elegidos mejor grupo nacional en los MTV EMAs 2018? Habréis subido el caché, supongo.

Bueno, esto es algo que nunca hubiésemos creído que pudiera pasar, y nos pilló totalmente por sorpresa. Para nosotros ya era todo un reconocimiento estar nominados junto a artistas tan grandes. Y desde luego que el orgullo y lo realmente satisfactorio de todo esto es saber que tenemos unos fans que nos apoyan tanto. ¿Qué es el caché? (Risas)

¿Era así como imaginabais vivir del rocanrol?

Lo imaginábamos mucho peor. Hay una idea bastante utópica de lo que es el rocanrol, y que, desde luego, no es mucho mejor que todo esto que estamos viviendo. El verdadero rocanrol no está en los hoteles, en los camerinos o en los excesos; está en lo que se siente cuando estás en el escenario, o cuando estás en el proceso de grabación de un disco, cuando te llega un mensaje de alguien para decirte lo que ha hecho tu música por su vida.

¿Resulta difícil mantener los pies en el suelo con tanto éxito?

Creemos que lo realmente difícil es levantarlos. Este es un mundo muy gratificante, pero que requiere muchísimo trabajo, y no solo en lo exclusivamente musical. El éxito es tan relativo que es mejor no pararse a pensar en ello; basta con disfrutar cada momento.

¿Qué dicen en casa de vuestra carrera, de vuestras vidas?

Son conscientes de que este ha sido nuestro sueño desde que éramos adolescentes, algo que parecía imposible alcanzar. Solo pueden alegrarse y apoyarnos.

¿Habéis aprendido más a nivel profesional o a nivel personal?

Empate técnico. Con el tiempo hemos aprendido, casi sin darnos cuenta, tanto de la cantidad de aspectos técnicos que abarca la música, como de la cantidad de gente que se conoce a cada sala o festis a los que vamos. Es un continuo aprendizaje del que nunca se deja de aprender.

¿Hay algún directo, algún momento que recordéis especialmente?

Hay dos conciertos que recordamos especialmente: El de la Sala Sol, cuando vimos por primera vez una sala llena donde todo el mundo coreaba todas nuestras canciones, y el concierto en Granada Sound de 2017, cuando, sin tener mucha expectativa y, a las siete de la tarde, nos encontramos el recinto lleno esperando a que saliéramos, resultando un éxito el concierto. Los dos conciertos que nosotros llamamos 'punto de inflexión'.

¿Qué os ha faltado por lograr en 2018?

En realidad creemos que no se puede pedir nada más. Solo pedimos que no tengamos ningún percance en la carretera y que nos acompañe la salud para poder seguir nuestro camino y contentar a tanta gente.

¿Cómo os veis ahora con el rodaje de estos años?

Nos vemos madurando en este mundo, cogiendo experiencia de cada día juntos con el equipo y cada sitio al que vamos. Queremos comernos el mundo.

¿Ha habido tiempo para componer nuevas canciones? ¿Hay material ya para un nuevo disco?

Han sido unos últimos meses intensos de composición a la vez que salíamos fuera a tocar, pero han resultado satisfactorios. Al final hemos conseguido hacer canciones de las que estamos muy orgullosos y contentos. Ya tenemos el material completo para grabar el disco. Estamos deseosos de grabarlo y poder enseñar a la gente lo que hemos creado.

¿Te sigue costando inventarte historias o has encontrado una fórmula que te haga más sencillo escribir canciones?

No hay fórmulas, por suerte, que quepan en nuestra manera de hacer las cosas. Tal vez sí haya trucos o atajos, pero lo que nos mueve es lo mismo que lo hacía en nuestras primeras grabaciones. Tenemos cosas que contar y ganas de contarlas bien. Así sucede aún.

¿Repetiréis con Carlos en la producción? ¿Qué podéis decirnos de vuestro próximo disco?

Repetimos con Carlos porque tenemos una relación increíble y una forma de trabajar muy sana y creativa. No es fácil conseguir eso con todo el mundo. El próximo disco es una apuesta por muchas cosas, pero que siempre nace de las canciones. Eso siempre es lo primero. Si no hay canciones, no hay disco.

Desde vuestra órbita, ¿cómo se ve el planeta Murcia?

Murcia es casa. En muchísimos sentidos lo es, y en todos sitios nos hacen sentir orgullosos de ser de donde somos. Se nos aprecia más de lo que creemos ahí fuera. Por supuesto, nosotros presumimos mucho de ello.

Trabajáis con el muro de sonido. ¿Es fácil trasladarlo al directo? ¿Pensáis en algo nuevo para incorporar a los conciertos o seguiréis como hasta ahora?

No somos de los que pensamos que un directo tiene que sonar exactamente como un disco; para eso ya está el propio disco. Creemos que tiene que ofrecer algo más, en todos los sentidos. Hemos llegado a un punto en el que estamos en nuestro terreno sobre las tablas, y, sumado a la puesta en escena, logramos crear nuestra pequeña parcela en todos los escenarios. Muro hay, eso seguro.

Me resultó curioso veros llevar a vuestro terreno Sirena varada, de Héroes del Silencio. ¿Era la canción o el grupo lo que reivindicabais?

Simplemente cogimos una canción que es parte de la historia de este país y la adaptamos a nuestra movida. Las canciones siempre son más importantes que los grupos; están por encima de todos nosotros.

¿Os molestan que os asimilen a nivel de grupos como Vetusta Morla e Izal?

En absoluto. Otra cosa es que nosotros podamos ver más o menos similitudes, pero con artistas de ese nivel es un halago. El tema de las etiquetas y los prejuicios no va con nosotros; entendemos que haya gente que pueda ver ese parecido con bandas como estas que mencionas. Lo importante es que haya un giro hacia algo diferente en los gustos de la gente, y en concreto Vetusta e Izal son buenos ejemplos y tienden puentes y acercan al público a bandas como la nuestra, profesionalizan nuestro sector, y además siempre que quieres un consejo están dispuestos para lo que haga falta. Todos salimos ganando.

¿Alguna crítica negativa que recordéis?

Hemos tenido suerte, y son pocas, la verdad, pero las que son constructivas y con fundamento siempre les prestamos atención e intentamos analizarlas. Nos ha ayudado a mejorar el show en directo, sobre todo. De todas formas, las críticas más duras vienen de nosotros mismos y de nuestro equipo, pero es positivo que, al final, todo el mundo se cabree cuando algo no funciona o salga mal; eso significa que les importa lo que hacen, y que todos estamos en tensión e implicados.

¿Planes para fuera de España?

Vamos a pasar unos días en México de cara a nuestra participación en el Vive Latino. Es increíble que alguien a miles de kilómetros de casa quiera oírte, y nuestro deber como artistas es darle cobertura. No somos perezosos; hemos dado ya dos saltos al charco como banda (también estuvimos en Colombia), y nos hemos enamorado de la forma de entender la música que tienen allí, sin complejos y muy respetuosa. Vamos a volver siempre que nos dejen, y cada vez mejor equipados (en lo técnico y en lo que a equipo se refiere). Y si podemos visitar algún país más, mejor. Además nos encanta hablar de Murcia donde vayamos; es divertido y nos llena de orgullo.

¿Tenéis previsto dar una actuación en Murcia vosotros solos, como dios manda?

El 25 de abril de este año tocamos, por fin, en el Teatro Circo. Tenemos mucho amor por Murcia, y queríamos hacer algo especial. Va a ser en la semana de Fiestas de Primavera, en un sitio increíble y con nuestras familias y amigos cerca. Estamos contando los días. Esa semana va a ser intensa, y queremos devolver a nuestra tierra todo lo que nos ha dado. ¡Viva Murcia!

¿Alguna novedad más inmediata?

Hay muchas cosas en danza, y tenemos las mejores canciones que hemos hecho en nuestras vidas a punto de ser grabadas, con todo el mundo superimplicado y con la idea en mente de romper más techos, de llevar nuestras historias lo más dentro de la gente que podamos, porque ya no sabemos vivir de otra manera.