Los Enemigos son un emblema del rock con carácter. Pocos son los grupos capaces de capear como ellos el temporal de modas, revisiones críticas y vaivenes del gusto rockero, y consagrarse durante varias décadas como referentes de la música en español.

Josele Santiago es el cantante, guitarrista y principal compositor de Los Enemigos, su grupo de toda la vida, que sigue en activo. Ha construido un repertorio ejemplar inspirado en el trabajo de los grandes maestros del rock de aquí y de fuera, aunque con una agradecida apertura de miras que le permite enriquecer su discurso, siempre sustantivo y emocionante. Y es que, en estas más de tres décadas de carrera, las ha visto de todos los colores.

Con Los Enemigos, Josele Santiago ha sumado en total nueve discos de estudio, dos en directo, dos bandas sonoras, dos recopilatorios y varios epes. A estos hay que sumar otros cinco álbumes en solitario. Los Enemigos se reencontraron en 2012, y desde entonces no han parado de tocar. Banda mítica de los 90, regresan mañana a Murcia (Sala REM, 22.30 horas) para presentar Vida inteligente su primer disco tras la separación, y van a estar acompañados por Fernando Rubio y sus Inner Demons, que han despachado uno de los discos del año, Cheap chinese guitar. Fantástico programa doble.

Los Enemigos están oficialmente juntos, ¿no?

Ahí estamos, con la contratación abierta. No es que hagamos gira exhaustiva ni nada, pero de vez en cuando sale un bolo, lo hacemos y santas pascuas.

Como este por ejemplo de la sala REM, que además sirve para anunciar el WARM UP 2019.

Sí, y además este concierto seguramente marque un impasse, porque a partir de ahora ya... Juntarnos, intercambiar ideas y grabar algo nuevo, trabajar un poco en material nuevo. 2019 tiene pinta de año Enemigo.

Ah, bien, fantástico.

Como andamos cada uno en lo nuestro, pues de vez en cuando hay que decir: 'Este año toca Enemigos', y juntarnos y rockear un poco, que ya va habiendo ganas.

Además os volvisteis a juntar Fino y tú en Barcelona hace unos días, cada uno con su respectivo disco.

Ah, sí, esto fue un bolo que salió... Tocó Fino, toqué yo, en formato acústico, cada uno con su historia, y luego al final, pues claro, la ocasión se prestaba, e hicimos un par de coplillas muy emotivas y muy majas, y estuvo muy bien, la verdad.

Lo mismo ya se te ha olvidado, pero ¿qué sensación te produjo volver Los Enemigos?

Nos volvimos a juntar en 2012... Una sensación extraña por un lado, por lo imprevisto, porque no estaba previsto, pero por otro lado cada vez más maja, no se me ocurre otra palabra, porque la idea era juntarnos y luego cada uno por su lado, y sin embargo nos sentimos a gusto, sonábamos bien en el local, sonábamos bien en los directos, nos encontrábamos bien, teníamos ganas de rockear... En definitiva, no encontrábamos ninguna razón como para dejarlo. Todo lo que fue saliendo lo fuimos haciendo, y, nada, nos vemos de vez en cuando en el local, y tocamos un poquito y eso. Ahora estamos todos desperdigados. Manolo está en la sierra, Chema y Fino en Madrid, y yo en Cataluña, pero siempre encontramos el sitio y el momento. Después del concierto este de Murcia ya hemos quedado; me bajaré yo pa Madrid, y estaremos intercambiando ideas, a ver por dónde pueden ir los tiros para un próximo disco, que ya te digo que va tocando.

El regreso de Los Enemigos fue en principio para un solo concierto (no sé si hubo una buena oferta económica)...

Nunca lo ocultamos. Lo hemos dicho una, dos, tres, quinientas veces, porque cuando nos juntamos nos preguntaron por qué. Pues mira', decíamos, 'primero porque nos ha salido un concierto muy bien pagao, y lo más seguro es que no hagamos más', pero luego salió otro, y otro, y otro, no tan bien pagaos como aquel, pero bueno... Y teníamos ganas, nos vimos bien, nos vimos en forma, y hasta hoy.

¿Cuándo ha sido la última vez que os habéis juntado Los Enemigos, aparte de que tú y Fino os juntaseis el otro día?

A final de agosto, en la feria de Almería, con Rosendo. Sí, vamos haciendo conciertos.

¿Hacía mucho que no tocabais con Rosendo, por cierto? ¿Qué os parece su decisión? ¿Qué os ha contado a vosotros?

No hablamos del tema, porque pa qué... Estuvimos haciendo un poco el cebolleta, recordando viejos tiempos, contando anécdotas, contando chistes..., pero su decisión es muy suya, muy respetable, y muy lógica por otro lado, son muchos años. Este trabajo es muy duro. Por mucho que te guste, a veces físicamente pasa factura, y psicológicamente también, y Rosendo, pues, coño, es que lleva ya en la brecha la hostia de tiempo, y si él decide darse un respiro, pues oye, yo no voy a ser quién para decirle nada; es muy dueño. Además Rosendo es un semidiós, tío, puede hacer lo que le dé la gana. Aparte no me lo creo. Estoy seguro de que de aquí a tres o cuatro años le da el siroco de la carretera. Esto se lleva dentro!

Me he acordado de una canción como Cementerio

Bueno, Cementerio es una caricatura de todos nosotros un poco autocomplaciente, de los viejos rockeros. Es una canción simpática, una broma, un chiste. No hay que tomársela al pie de la letra. Pero sí, estas cosas te llevan. Llevas toda la vida haciéndolo, como si llevaras toda la vida de carpintero. Es tu oficio, es toda tu vida.

Lo vuestro, lo de Los Enemigos, tus canciones... ¿Lo habéis trabajado o vino rodado? ¿Os ha sonreído la fortuna?

A veces sí, a veces no. Hemos pasado épocas buenas, épocas malas, malísimas, regulares... Hemos pasado por todas partes. La suerte es la rueda de la fortuna, va dando vueltas. Hay que estar ahí juntos. Yo precisamente es con lo que me quedo de todos estos años con Los Enemigos y de toda la carrera, que a las buenas y a las malas hemos estado juntos, y hemos seguido juntos, y somos los cuatro de siempre, la alineación original, y eso no lo puede decir cualquiera, ¿sabes?

Desde vuestros inicios os caracterizaron por no encajar. ¿Ser diferentes fue la clave también para Los Enemigos?

Es posible que ayudara a largo plazo. A corto plazo significó una dificultad más añadida a las muchas que tuvimos, pero a largo plazo puede que haya ayudado, mira lo que te digo. Ahora la gente es más ecléctica. Yo ahora no conozco a nadie que escuche un solo tipo de música, cosa que, cuando empezábamos, había mucha fauna de este estilo. La gente es más ecléctica, más abierta, los jóvenes sobre todo, y no se piensa tanto en estilos como en calidad. Es posible que el tiempo haya corrido a nuestro favor en este sentido. Nuestro repertorio no está ligado a ningún tipo de tendencia ni moda, ni de lugar ni de circunstancia, sino que son canciones que se pueden entender con 20, con 25, con 30, con 50..., porque están hechas con sentimientos que nos pasan a todos por dentro.

El regreso de Los Enemigos de alguna manera provocó que aparcaras tu carrera en solitario.

Claro, es que yo tampoco puedo desdoblarme como Clark Kent y Superman.

¡Si lo has hecho! Llegó un momento en que hacías bolos de Los Enemigos y de los distintos formatos de Josele Santiago.

Pero para escribir el material hace falta tiempo, porque yo no soy tan prolífico; soy más concienzudo que prolífico, y por eso te decía lo de "año Enemigo". Que toca año enemigo, pues hay que dedicarse a Los Enemigos y ya está.. Lo que no puede uno es dispersarse tanto. Yo no puedo estar escribiendo paquí pallá. Los bolos, pues sí, claro, los que sean. Tengo mis repertorios en la cabeza y no hay mayor problema, pero a la hora de escribir hay que centrarse.

¿Te comes mucho la cabeza elaborando el repertorio de cada concierto? ¿Te gusta cambiarlo de actuación a actuación?

Sí, me gusta cambiar, claro que sí, a todos nos gusta cambiar, porque es sano ir cambiando de canciones, en este concierto rescatar esta, en este rescatar la otra..., porque si no te acabas aburriendo, ¡todos los días lo mismo! Hay que cambiar un poco también la dinámica en función del timing, el sitio, la sala... No puedes andar siempre con lo mismo, hay muchos factores ahí. Ten en cuenta que a lo mejor un concierto de hora y media tiene una dinámica que no funciona luego en un concierto de tres cuartos de hora; tienes que rearmarlo todo. Es como si fuera un pasillo que tiene las puertas atadas con cuerdas y tienes que rearmarlo de manera que al tirar de la cuerda se abran todas sin problemas y no se quede ninguna cerrada. Entonces si te quitan puertas hay que poner hilos otra vez.

Lo que dices de los tiempos parece indicar que con vuestro regreso casi hicisteis más festivales que salas, pero luego la cosa ha ido volviendo a su cauce, aunque el tema de las salas está un poco mal en estos momentos.

Sí, no están pasando por una buena época las salas, desde luego que no, pero por otro lado hay maneras de bandearlo. A mí lo que me preocupa es, por ejemplo, un chaval que tenga un grupo nuevo... ¿Cómo das a conocer tu trabajo en directo? Si llegas a una sala y te piden 1000€ por actuar, ¿qué coño haces? ¿Te vas a una rotonda a tocar o qué?

Y a ti con tu experiencia, ¿qué se te ocurre que debería hacer? ¿Qué salida le darías a ese problema?

Yo nunca he tenido una sala, pero lo que sí te digo es que, cuando empezábamos, era la taquilla para el grupo y la barra para la sala, y santas pascuas. Es posible que ahora que sale mucho menos la gente por lo que sea, yo no voy a entrar ahí, pues no sea posible esto, pero, cuando empezábamos nosotros, así funcionábamos muy bien.

Y seguís agotando entradas, aunque dicen que lo que se lleva ahora es el trap.

Ah, bueno, pero eso es ley de vida. Cada vez sale una moda nueva, un estilo nuevo... Cuando empezamos nosotros también nuestros padres y nuestros hermanos mayores decían que era una mierda lo que hacíamos. Todo esto funciona así, no hay que comerse mucho la cabeza. ¿El trap? Pues el trap, muy bien. Lo que no puedes hacer es ir detrás de las modas, porque siempre llegarás tarde. Tú tienes que centrarte en lo tuyo, en tus maneras, y las cosas van dando vueltas, y te tocará, da igual, o no, no lo sé. Tú tienes que hacer lo que te pida el cuerpo, expresarte como puedas, como sepas, y sobre todo ir aprendiendo. Siempre hay que aprender de las cosas nuevas que salen. El lenguaje de la calle está claro que es otro ahora.

Las críticas han sido siempre elogiosas para Los Enemigos, pero las ventas nunca fueron altas. No sé si habríais preferido ser un poco menos malditos y vender más.

¿Malditos? No sé. Los malditos suelen tener buenas críticas y malas ventas. Pues vale, muy bien. Mientras salgan bolos, estupendo. Hubiera estado muy bien vender más discos, claro que sí, a todos nos hubiera gustado ganar más dinero, pero no ha estado mal, coño. Hemos tenido conciertos todo el año, que de hecho es de lo que hemos vivido, nunca hemos vivido de vender discos. Salir a la carretera y mantenernos vivos y vivir de la música es lo que pretendíamos. No nos metimos en esto para ser estrellas, sino para vivir de la música que nos gustaba y punto, y darla a conocer por ahí, simplemente. Y esto lo hemos conseguido. Es que el concepto de éxito ahora mismo está asociado a..., yo qué sé, a estar en la lista Forbes esa. ¡Pues no! El éxito es muy relativo, es vivir de lo que te gusta. Querías que tus canciones las escuchara la gente, pues eso lo tienes. Yo estoy muy contento y muy orgulloso de cómo han ido las cosas hasta ahora.

Estáis pensando en ampliar fechas y que sea un año enemigo, pero ¿tenéis canciones?

Yo tengo por ahí algo, Fino tendrá algo también por ahí... Ya veremos, claro. Sí, sí, uno siempre está escribiendo, ya es casi una enfermedad ver dónde puede haber una canción, dónde no...

¿Hay posibilidad de disco nuevo entonces? ¿Año enemigo implica todo, bolos y disco?

¡Claro, coño, a ver si grabamos algo de material nuevo! Sí, sí.

He visto en vuestro facebook que hay una mención a Pete Shelley de los Buzzcocks. ¿Qué significaron los Buzzcocks para vosotros?

Son una banda muy importante para nosotros, sobre todo para Fino y para mí. Cuando salieron éramos muy fans. Vamos, yo me acuerdo cuando pinchaba discos en la Vía Láctea, en el Agapo, el Flamingo... los Buzzcocks caían siempre. Y en casa. Nosotros éramos realmente fans de los Buzzcocks, sí. De todo el movimiento punk eran uno de mis grupos favoritos.

Comparto -que se dice ahora-. ¿Tenéis ya preparado un repertorio, estáis ensayando juntos estos días en el local?

Pues mira, yo estoy de camino pal local; ahora mismo vamos a empezar. Ayer le dimos una vuelta, hoy otra, y mañana otra, y pasao otra.

Vais a estar tocando aquí el día 29 en la sala REM: despedida del año con Fernando Rubio, que ha publicado un disco maravilloso: Cheap Chinese Guitar.

Sííí, un pedazo de disco impresionantísimo. Ya lo creo.