Luz Casal no es sólo una gran voz de este país, sino también una de las cantantes españolas más reconocidas internacionalmente. Puede llenar el Blue Note de Tokio, lo mismo que el Olympia de París. En Francia está considerada una de las grandes damas de la canción después de 20 años de reconocimientos; de hecho, allí acaba de sacar un disco con versiones de Dalida (Luz Casal chante Dalida). Desde Almas gemelas (2013), la artista gallego-asturiana no publicaba un álbum con canciones originales. Ha marcado su regreso Que corra el aire (2018), un trabajo producido por Ricky Falkner, artífice del sonido de gente como Love Of Lesbian, Sidonie o Quique González. Bajo el sugerente título del álbum se reúnen once canciones de distintos estilos y músicos, como Jairo Zavala (Depedro), Diego García (Twanguero) o el propio Ricky Falkner han participado en su grabación.

P Cinco años sin editar un álbum con temas originales da idea de que te gusta ir a tu propio ritmo. Te lo puedes permitir, supongo.

R Yo soy luego la que tiene que defender aquello que he decidido grabar y cómo presentarlo al público€ Nunca he grabado al tiempo que otros exigían. Siempre he ido a mi ritmo; es como considero que tengo que hacer las cosas. Si grabas algo o haces algo de lo que no estás segura, estoy convencida de que se notaría. Cuando lo decido ya no hay vuelta atrás, pero hasta que llega ese momento a veces paso por subes y bajas y montañas rusas de todo tipo. Eso me hace tener la seguridad de que todo el material que grabo tiene su razón de ser más o menos interesante para el público, más o menos importante u original, pero siempre con una razón de ser absolutamente.

P Dicen que cada trabajo es el reflejo del tiempo que va desde un disco al siguiente. ¿Cómo ha transcurrido este periodo?

R Lleno de trabajo por un lado, de vivencias personales fuera de la música que he ido incorporando paulatinamente en la composición o en la idea de qué hacer, pero han sido años muy productivos; al menos esa es mi sensación, que he crecido de una manera bastante intensa en estos años profesionalmente.

P En Que corra el aire has contado con el productor Ricky Falkner, que ha trabajado con grupos como Sidonie, Love of Lesbian, Quique González€ ¿Buscabas un sonido actual?

R Buscaba una persona que hiciera bien su trabajo. Cuando escuché una canción determinada, muy sencilla (me ha pasado recientemente también con otro que no tengo la idea de trabajar con él todavía al menos), pensé: «Qué bien producido está». Y cuando volví sobre el CD para ver los créditos, vi cuál era el nombre del productor, y pensé: «Me gustaría trabajar con él, al menos enseñarle el material que ya tengo, y a ver qué piensa». Y es de esas intuiciones que a veces tengo y que me salen muy bien.

P Hay mucha variedad en este disco, pero, ¿por qué elegiste abrazar la saudade de Cabo Verde en una canción como Morna? ¿Planeaba la sombra de Cesária Évora?

R Fue un reto de estudio, como hago a veces, de ritmos, de estilos€ A medida que iba avanzando -además me resultó bastante fácil de hacer-, me di cuenta de que tenía€ Yo quería hacer un ejercicio de estilo, y una morna nunca la había hecho. Y ya me metí de lleno hasta acabar haciendo una canción, pero no tanto Cesária Évora, sino aquellos recuerdos que tenía de músicos en un tiempo en el que estaba bastante en Portugal, en Lisboa en concreto, y que me habían dejado con una impresión de ser músicos con un carácter diferente.

P Tu carrera empezó en la época de Leño, incluso antes, y te fuiste abriendo paso desde el rock a estilos muy diversos, hasta desembocar en este disco. ¿Al final la vida va de buscarse y encontrarse uno a sí mismo?

R Yo creo que lo más importante que suelo ofrecer es mi visión amplia de lo que significa la música y las necesidades expresivas a través de ella, que son muy diversas. A veces piensas: «La música para mí es como el alimentarme», y no siempre como lo mismo. Entonces no siempre canto lo mismo. No siempre tengo necesidad de hablar de lo importante que es la amistad para mí. Por eso, a veces, como intérprete, tengo canciones que en algunos casos son maravillosamente bonitas, pero que hablan de cosas que yo no he vivido, y me interesa meterme en ellas como intérprete par ver hasta donde puedo llegar para vivir al menos otra vida, pero siempre queda tu actitud, tu manera de ser; la base de tu personalidad es inalterable. Transformarla, maquillarla, adecuarla€, pero la esencia es la que es.

P El disco termina con Amores, una versión de Mari Trini. No sé si alguna vez harás un disco íntegramente con versiones de Mari Trini. ¿La conociste personalmente?

R Conocer en el sentido de trabar amistad, no. Coincidí con ella 3 ó 4 veces, recién llegada a Madrid para estudiar y buscarme la vida. Siempre fue muy atenta y muy cariñosa. Antes de que falleciera tenía el propósito... De hecho, esta canción, la primera vez que la canté en directo fue el día que falleció, que estábamos en Murcia. Lamentablemente no recuerdo el lugar. En el tiempo que supe que estaba un poco delicada de salud pensé un hacer un álbum de canciones de ella, pero luego las cosas fueron derivando por otros caminos, y al final me vi con una cierta sensación de fracaso por no haber hecho ese álbum, y dije: «Por lo menos voy a hacer esa canción», que era la más emblemática para mí.

P ¿Qué has querido indicar con el título Que corra el aire? ¿Es una declaración de intenciones?

R Es un propósito de renovación. Aunque esté en el mismo lugar, necesito abrir las ventanas.

P ¿La música te ha ayudado a salir adelante en los malos momentos?

R Sin ninguna duda. Ha sido mi compañera, mi estímulo€ A través no de la música que yo pueda hacer o interpretar, sino de las otras músicas, de otros músicos, piezas, canciones, del barroco al trap, vamos.

P Hace unos meses también publicaste el disco Luz Casal chante Dalida, de versiones de la diva trágica, que se publicó solamente en Francia. ¿Qué te motivó a hacer ese disco? Por otro lado, sorprende que, con una carrera cada vez más orientada al mercado internacional, Que corra el aire sea tu primer disco íntegramente hecho en España.

R Los contrastes siempre son atractivos. Me di cuenta de que tenía en el repertorio digamos clásico canciones que Dalida había cantado, y luego pensé que ya que se iba a celebrar el 30º aniversario de su fallecimiento, era como una manera de agradecerle esa vida profesional de pionera que tuvo. Fue la prime mujer que consiguió un disco de oro; grabó más de 1.000 canciones en 7 lenguas, triunfó de manera arrolladora en muchísimos países, y tuvo una vida trágica en lo sentimental. Ha sido un trabajo muy enriquecedor. Hay sonidos que, aunque sean, digamos, viejunos, dan una sensación de actualidad que no es hacer un homenaje y reflejar exactamente lo que era.

P Canciones como Lucas y Meu pai llaman la atención. ¿Hay temas más difíciles de cantar que otros?

R Sí, sin duda. Hay dificultades a veces emocionales, otras de registro, pero en cualquier caso creo que están hechas con la soltura del momento. Meu pai es una canción también hecha de manera bastante espontánea, y que tiene una carga emocional, pero contenida. En cambio, Lucas, a pesar de no ser una experiencia directa, real, personal, tiene una carga emotiva muy grande que a veces en el propio escenario cuesta manejar. Los registros, en el caso de Un año de amor, es una transformación, ponerte en una época, con un estilo muy diferente, y con una tesitura en la que hay que apoyarse bien.

P Otra canción, Días prestados, suena, por el título incluso, a 'carpe diem'. ¿La capacidad de ser feliz está directamente relacionada con ser conscientes de que vivimos días prestados?

R Sí, hay muchas frases y muchos propósitos en el disco de decirle al que lo oiga no solo cuál es tu impresión, sino ciertas certezas, y una que tengo clarísima y que me da pena ver cómo otros no la tienen es la importancia del tiempo, el tesoro que es nuestro propio tiempo.

P ¿Cómo va a ser tu concierto? ¿Hay nuevas canciones y grandes éxitos?

R Sí, claro, es imposible, con un repertorio como el que tengo, prescindir de algunas canciones. En el caso de que solo hiciera un tipo de canción, tendría que avisarlo, para que la gente luego no se sintiera defraudada por no escuchar esas canciones que son verdaderamente populares, pero nosotros hacemos una combinación, yo creo, muy acertada -lo digo por los conciertos anteriores y las respuestas que hemos tenido- del material de siempre y de las canciones que, en algunos casos, pertenecen a décadas pasadas.