En 1965 abrió por primera vez sus puertas, en Ronda Norte, en el castizo barrio de Santa María de Gracia de Murcia, el restaurante Pepe El Torrao de la mano de Pepe García Sánchez y su mujer Consuelo Ibáñez Sánchez. Un típico bar-restaurante de barrio que hoy día sigue fiel a la filosofía de sus creadores de la mano de sus hijos, cinco hermanos, cuatro de ellos dedicados en cuerpo y alma a la hostelería.

La denominación El Torrao le viene del apodo del padre del fundador, huertano labrador, que obsequiaba con garbanzos ‘torraos’ a los zagales que le ayudaban en los trabajos de la huerta y desde entonces así conocen a los hermanos Juan Antonio, David y Víctor Manuel García Ibáñez, continuadores de la saga familiar y Jose Ramón, que dirige el local La Barra del Torrao a pocos metros del local familiar, en la calle Cronista Carlos Valcárcel. El quinto hermano, Javier García Ibáñez, ejerce de asesor gastronómico del resto de sus hermanos.

Cuentan con la ayuda en la cocina de Ángel Morato, Rafael Santiago Olmos, Víctor Lozano, y Cristian Chedeño, y en la barra, Juan Antonio García Minguez, y en la sala, a Boris Morato Montaño y Jesús García Sánchez.

Cocina de temporada

Cuando accedemos a Pepe El Torrao se nos irán los ojos directamente a sus vitrinas frigoríficas, situadas tras la barra, repletas del mejor producto, carnes, pescados, verduras que, sin duda, nos invitarán a acomodarnos en el acogedor local recientemente remodelado y ampliado el pasado mes de junio.

Frente a la amplia barra, donde fácilmente se acomodan una quincena de personas, encontramos el salón principal con capacidad para unos 40 comensales con sus mesas negras, con medios manteles color beige, su pared de ladrillos y sillones de terciopelo azul. En el comedor destacan sus dos cavas de vinos con una amplísima selección de los mejores caldos de todas las denominaciones de origen, con especial hincapié a las denominaciones de nuestra Región. Cuenta también con pantalla gigante y un proyector de televisión y un reservado con capacidad para unas diez personas. En el exterior cuentan con una terraza con cuatro mesas.

La carta de Pepe El Torrao cuenta con una infinidad de aperitivos comenzando por su espectacular marisco de lonja a diario, traído directamente de Santa Pola: quisquillas, cigalas, gambas roja y blanca, langostinos del Mar Menor, concha traída a diario desde Galicia... ostras, almejas de carril, berberechos, navajas, coquinas, pulpo a las brasas de su horno Josper, las mejores doradas, lubinas, rodaballos, gallo pedro, calamares; además de excelentes asados como el de cabrito y cordero y carnes como su entrecot de ternera, de secreto, de presa ibérica o sus sabrosísimas chuletas de cordero.

Cada día de la semana elaboraron un guiso diario: los lunes, arroz con habichuelas; los martes, ternera en salsa; miércoles, guiso de olla de cerdo; jueves, mondongo; los viernes, albóndigas de bacalao y los domingos, caldero con pescado del Mar Menor (dorada y mújol).

Elaboran todo tipo de arroces por encargo, a banda, con todo pelado, arroz con bogavante, de marisco, de cordero y de verduras.

Pero sin duda, su tapa estrella son sus caballitos, como ellos dicen «posiblemente, los mejores del mundo» y, según temporada, ofrecen tapas como callos, caldo con pelotas o michirones.

No debemos dejar de probar sus croquetas de jamón, berenjena asada y gambas o las de chipirón o calamar, sus tradicionales matrimonios con pimientos, olivas y cebolla, su huevo poché, o sus modernos sahimi o tartar de atún. Y por supuesto, sus postres caseros como el tiramisú, o la tarta de la abuela.