Los hermanos Grimm nos han regalado una serie de cuentos maravillosa -fruto de la recopilación de toda la tradición oral- para nuestros hijos. Si bien en sus orígenes (siglo XIX) plasmaban una necesidad de transmisión de saberes relacionados con la supervivencia y de las duras condiciones en las que vivían sus personajes, las versiones que tenemos ahora son más acordes con la infancia y realidades actuales.

El cuento en sí transmite una historia con un argumento en el que los niños pueden verse identificados en su día a día, ya que pueden extrapolar las moralejas que salen de las historias a consejos como los que nos dan en la familia o en la escuela. Y en la Región tenemos la suerte de contar con una serie de teatros en pueblos y pedanías con una programación dominical muy variada y destinada sobre todo a los más pequeños de la casa. Y es que no hay nada como ver una función con un teatro repleto de público infantil.

Aconsejo a las familias a que empiecen a llevar a sus hijos al teatro a partir de los tres años, con la asiduidad que nos permita la programación de auditorios o teatros municipales. Una vez al mes puede ser una buena norma, y a su vez nos permitirá conocer espacios realmente bellos como el Teatro Bernal, en el Palmar. La singularidad de este teatro es su decoración. Llegó a ser con anterioridad una sala de cine, siendo restaurado por la Escuela Taller de Murcia, haciendo de nuevo las funciones de teatro desde el 3 de octubre de 2003. Las escalinatas de la entrada que dan acceso a la parte superior, las lámparas que decoran tanto la zona del hall como las que hay en el propio patio de butacas dan un aire señorial a este pequeño teatro. Un lugar de dulce para que los niños queden aún más fascinados no sólo por lo que se representa sobre las tablas del escenario, sino por dónde se encuentran.

Este domingo tenemos la suerte de poder disfrutar de una de las mejores compañías de teatro especializadas en el público infantil y familiar como es Teatro Cero. Aunque sus inicios como compañía datan de mediados de los años ochenta, es a partir de 2003 cuando se lanzan a trabajar la puesta en escena con temática infantil y familiar. En su repertorio cuenta con obras como Los tres cerditos, Caperucita Roja, Los músicos de Bremen, La Cenicienta, Las habichuelas mágicas, La gallina Marcelina, La Ratita Presumida y, para este domingo, La Casita de Chocolate.

Si hay algo que les caracteriza es la atención de los niños, la sonrisa en los padres y los aplausos que generan al acabar sus funciones. Casualmente les conocí hace años con la representación de La Cenicienta en el Auditorio de La Alberca, con un lleno absoluto, y desde entonces nos hemos convertido en auténticos seguidores de la compañía. La caracterización de los personajes, la escenografía, la música, la iluminación y, sobre todo, ese carácter innegable de los grandes del teatro. Bajo la dirección de su directora, Pilar Culiáñez, hay un elenco de actores de la talla de Rafael Lozano, Raúl Alarcón, Edgar López, Fran Freire, Elia Estrada y la increíble Begoña Guadix; actores que han sido formados en la ESAD, auténticos camaleones de la escena, que enganchan nada más subir el telón.

La importancia de llevar a nuestros niños al teatro cobra una especial relevancia en edades tempranas, porque dan una dimensión mucho mayor a lo que son los cuentos. El poder de ver una representación en directo es incluso mayor que ver una película, ya que cada función se convierte en algo único y exclusivo. Lo mejor de este tipo de ofertas culturales es la accesibilidad a todos los públicos, así como los precios populares de las entradas, que cuestan 4 euros, lo que permite que podamos ir en familia y a un horario muy cómodo para los fines de semana como es las doce de la mañana. Las entradas se pueden comprar en taquilla o en la propia web del teatro.

Los niños van a descubrir por medio del teatro valores como son el respeto, la confianza, el trabajo en equipo, la fortaleza y la determinación, y bajo una mirada pedagógica, en estos cuentos se representan circunstancias adversas de la vida que pueden llevarnos a tomar decisiones drásticas. En esta ocasión, por ejemplo, el personaje de la bruja, caracterizado por Rafa Lozano, nos enseña que no todo lo que se nos presenta en bandeja de plata es siempre la mejor opción.

Os animo a planificar la agenda de este otoño con la programación de los auditorios de la Región a mano, puesto que casi todos los domingos están dedicados a los más pequeños. Conozcamos las compañías que tenemos en Murcia, y ayudemos a que la cultura y el teatro brillen cada semana con el mejor público.

¡Ah! Y dado que esto va de fomentar la imaginación, una propuesta nada descabellada es que si los niños quieren ir disfrazados a ver teatro, lo hagan: es la edad y el momento para ello. Les ayudamos a potenciar la creatividad. Busquemos también como elemento de conexión el cuento como recurso, y llenemos de libros y de historias la vida de nuestros hijos.