Han pasado po- co más de dos décadas des-de la edición de Atrapados en azul, primer disco de Ismael Serrano, que marcó un hito en la música en castellano renovando la mirada de un género musical como la canción de autor. El madrileño repasará esos veinte años sobre escenarios en Cartagena (Nuevo Teatro Circo) y Lorca (Teatro Guerra) este fin de semana, con un espectáculo en formato acústico donde repasa su trayectoria. Eso sí, no se trata de un recopilatorio convencional, sino de una puesta al día de sus mejores canciones, desde Papá, cuéntame otra vez y Cien días hasta Pequeña criatura o Vértigo. Además, Serrano también ha incluido en el disco conmemorativo ( 20 años. Hoy es siempre) temas inéditos y sorprendentes versiones, como Ojalá, de Silvio Rodríguez, o Las cuatro y diez, de Luis Eduardo Aute.

Has escogido las palabras del poema de Antonio Machado: Hoy es siempre todavía .

Sí, porque a día de hoy, como cuando empecé, sigo emocionándome cuando subo al escenario. La música sigue teniendo ese valor terapéutico que tenía cuando empecé a cantar. Hoy todavía sigue siendo la terapia que me sigue enfrentando a mis miedos, a mis dudas, a levantar la mirada.

Este show , que estás presentando ahora por teatros y auditorios, tiene bastante de teatral. ¿Qué es lo que tratas de hacer?

Me gusta pensar en los conciertos como algo más que una mera sucesión de canciones. Yo creo que un recital es en sí mismo también un relato. Me gusta contar historias y darle un vuelo poético a la puesta en escena, y quizás por eso no solo me gusta interpretar mis canciones, sino también contar historias que ayuden a contextualizarlas, y finalmente a establecer un cierto diálogo con el público, que yo creo que es el que merece también ese tipo de música.

Tu último disco repasa tu trayectoria, pero este no es un recopilatorio convencional, sino una puesta al día de tus mejores temas. ¿Cómo ha sido el proceso de revestir estas canciones?

El hecho de grabar un disco en directo responde a la idea de plasmar de la manera más fiel todo lo que he aprendido a nivel interpretativo: mi forma de estar en el escenario, de tocar la guitarra, a la hora de hacer la puesta en escena, de guionizar los conciertos... Se trataba de imprimirle una cierta épica a las canciones, darles como una rotundidad, y actualizarlas. Yo creo que eso también es bonito, un reto. Y sobre todo, y más aún, en el caso de versiones de otros autores, que se trataba de 'traerlas' a mi territorio: superar la original es imposible, pero es divertido adaptarlas a mí.

En concreto, y hablando de esas versiones, por ejemplo de Silvio Rodríguez o de Sabina, ¿podría sonar ahora una canción como Y sin embargo y ser comercial?

Podría, pero no sucede. Es bastante difícil. Se ha homogeneizado lo que suena en las radios, y ha perdido un poco de pluralidad. Yo creo que canciones como Y sin embargo, que tienen un texto con una hondura y una cierta complejidad, no tienen espacio en la radio hoy día.

¿Se ha estigmatizado al cantautor? ¿Cuál sería la causa?

El hecho de que se haya impuesto una estética musical que tiene que ver con el escapismo, o que la música se impone como evasión, o también como objeto de consumo de usar y tirar. El cantautor requiere una calma, invita a la reflexión, a la introspección, y lo que se impone sobre todo en los medios de comunicación musicales convencionales, como las radiofórmulas, son otro tipo de cosas. Además se impone la idea -en el caso sobre todo de la canción política- de que todo lo que tenga un componente ideológico en el arte está como mal visto, hay como un prejuicio. Yo creo que es algo un tanto absurdo. La canción de autor es un género como cualquier otro, y va a estar siempre vigente, porque siempre va a haber un público que lo demande, y sobre todo va a haber un chico o una chica que agarre la guitarra y trate de hacer la crónica social y sentimental del mundo que les toca vivir.

¿La carrera de un cantautor es ahora más complicada? ¿Te indigna que haya gente que rehúya ese termino?

Sí. Yo creo que es más complicado, porque los medios de comunicación son cada vez más herméticos; y aunque existen otro tipo de circuitos? No es tan fácil darse a conocer en Internet. El caudal de información es tan grande que te pasa por encima. ¿Me indigna? No, bueno, me parece injusto, pero tampoco me va la vida en eso. Me parece injusto y me parece infantil sobre todo rehuir de un término que define la tradición de canción en este país que forma parte de la banda sonora de su historia, de todos sus ciudadanos. Las canciones de Serrat, de Sabina, Aute? son eternas, y son cantautores. Reivindicar su legado me parece que es de justicia.

De hecho, vas a participar en el concierto de homenaje a Aute en el Wizink Center de Madrid en diciembre. ¿Hay que explicar a una nueva generación quién es Aute?

Pues sí. De alguna manera, ojalá este tipo de conciertos sirviera para acercar a nuevas generaciones a lo que es la música de Luis Eduardo Aute. Él es el ejemplo claro de músico que no se escucha en la radio, que es difícil de encontrar y que requiere además una atención especial. Sus canciones a veces tienen una hondura filosófica por la que, más aún en tiempos en los que la atención se dispersa tanto, a veces es difícil acceder a ellas.

En Papá, cuéntame otra vez rendías cuentas a la generación de tus padres. Dos décadas después, ¿es hora de que los veinteañeros rindan cuentas a Ismael Serrano?

De eso se trata precisamente, de que quizás sea ley de vida que los más jóvenes hagan el reproche pertinente, más aún en el caso de mi generación, cuando nosotros, a diferencia de nuestros padres, no hemos sido capaces de construir un relato propio con esa épica, porque quizás no estuvimos a la altura de las circunstancias, o no asumimos el protagonismo que nos correspondía a la hora de buscar complicidades y de poner en común los anhelos, las frustraciones y los sueños colectivos. Antes se cantaba como hijo que reprocha al padre, y ahora como padre que trata de encontrar un relato que contarle a su hija.

¿Eran más reivindicativas las letras de antes, de hace 20 años o más atrás, que las de ahora? Con todo lo que está sucediendo en España y en el mundo, ¿cuál sería la canción que compondrías ahora?

No sé si eran más reivindicativas. Yo creo que no, que a día de hoy uno sigue comprometido y sigue expresando su compromiso a través de las canciones. Respecto a qué canción escribiría? Me parece preocupante los auges de la ultraderecha, que la humanidad sea capaz de repetir una y otra vez los mismos errores tropezando en la misma piedra. Me preocupa no solo en el contexto europeo: ver lo que está sucediendo en Brasil, en muchos otros lugares? Quizás eso merezca una canción que hable de la necesidad de encender las alarmas y ser capaces de también entender por qué están ocurriendo estas cosas, por qué la ciudadanía se siente huérfana y desamparada.