Cinco tipos con máscaras del pasaje del terror, un escenario decorado con cabezas mutiladas, una sierra mecánica y canciones que llevan títulos como 'Las chicas muertas vivientes se han vuelto locas' ( Deadite girls gone wild). Lordi es una de las bandas más sorprendentes e impactantes del panorama rockero europeo. Su puesta en escena despierta la curiosidad de propios y extraños, mientras que su música, cargada de melodía y actitud, les ha granjeado la simpatía de muchos. Su primer disco fue Get heavy (2002), pero no fue hasta 2006 -tras ganar Eurovisión con Hard Rock Halleujah, incluido en The Arockalypse (2006)- cuando su nombre retumbó por toda Europa. Y mañana, lo hará con más fuerza que nunca en la Sala Gamma de Murcia.

Con sus máscaras diabólicas y sus voces guturales, los finlandeses Lordi provocaron el caos en el olimpo de las caras sonrientes y las coreografías vistosas. Tras la tormenta llegó la calma, y ellos, sin variar un ápice su sonido y su personalidad, han ido editando discos - Deadache (2008), Babez for breakfast (2010) o To beast or not to beast (2013)- hasta su recinetemente publicado Sexorcism, probablemente su disco más controvertido hasta la fecha y con el que llegan a Murcia.

El disco salió en mayo, y trata sobre los mismos temas de los que han escrito siempre: el sexo, la violencia, el terror. En él destaca Naked in my cellar, su primer sencillo, polémico como el disco al que pertenece y una advertencia que viene a decir que los shows de Lordi en esta gira serán igual de provocadores y llamativos.

Sea como sea, y aunque jueguen en el arte del disco con imágenes provocadoras -especialmente para cierto sector de la sociedad-, si nos centramos en lo que importa, en la música, seguimos teniendo ese hard rock festivo con guturales que les caracteriza.

Completan el cartel de esta gira los suizos Silver Dust y los también finlandeses Egokills.