La presentación de la programación del Teatro Romea y el Teatro Circo de Murcia sorprendió a propios y extraños, no solo por lo arriesgado de algunas de las piezas incluidas en el calendario de ambos espacios, sino también por la calidad de las mismas. Acostumbrados a nombres y títulos de primer nivel, esta temporada los responsables fueron un paso más allá, y seguramente el mejor ejemplo de ello tenga lugar mañana.

En una única representación que tendrá lugar a partir de las nueve de la noche en el Romea, los aficionados murcianos al teatro podrán disfrutar del estreno absoluto de ¿Quién es el señor Schmitt?, del dramaturgo francés Sébastien Thiéry. Por un lado, hablamos del último proyecto del actor, pero, sobre todo, y más en los últimos tiempos, director Sergio Peris-Mencheta. El madrileño recorrió la pasada temporada buena parte de la geografía española -San Javier incluido- con Lehman Trilogy, un «cuento sobre el capitalismo» que convenció a crítica y público; y ésta tiene pensado repetir trayectoria con la obra que presenta en la capital del Segura, en la que no solo es responsable de la dirección, sino también de la adaptación.

Aunque, sin duda, el gran atractivo en ¿Quién es el señor Schmitt? reside en el actor protagonista. Es el actor español más aclamado del momento: con La isla mínima (2014) ganó la Concha de Plata del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Goya, el Feroz y el premio de la Unión de Actores -todos ellos, claro, al Mejor Actor-; en 2017, con El autor, hizo lo propio en los premios de la Academia, y en la actualidad capitanea el reparto de la candidata española a los Oscar, Campeones, además de haberse apropiado del prime time de la pública con la serie Estoy vivo. Por supuesto, hablamos de Javier Gutiérrez, que por si no fuera aliciente suficiente para asistir al Romea, estará respaldado sobre las tablas del emblemático escenario murciano por un reparto de lujo que completan la televisiva Cristina Castaño - Judith Becker en La que se avecina-, Armando Buika (Águila Roja, Sin tetas no hay paraíso), Xavier Murúa (El Ministerio del Tiempo) y Quique Fernández (Un paso adelante).

En cuanto a la trama, lo que empieza como una sorprendente comedia, de pronto se convierte en un thriller de suspense, para terminar acariciando el drama e incluso, finalmente, la tragedia. Y todo regado por las aguas del absurdo. Un absurdo que emana coherencia y sensatez por los cuatro costados.

Más concretamente, el señor y la señora Carnero (Gutiérrez y Castaño) cenan tranquilamente en su casa cuando, de pronto, suena el teléfono. Pero los Carnero no tienen teléfono. El misterioso interlocutor insiste en hablar con un tal señor Schmitt. Y lo que es más extraño aún, los Carnero descubren que están encerrados en una casa que no parece su casa: los cuadros han cambiado, los libros no son sus libros, la ropa de sus armarios tampoco...

El pánico se apodera de todo. La pesadilla no ha hecho más que comenzar. ¿Son acaso el señor y la señora Carnero, sin saberlo, el señor y la señora Schmitt?¿Quién está loco? ¿Quién está en posesión de la verdad? ¿Él? ¿Ella? ¿Los ´otros´? ¿El espectador? Sea como sea, sus responsables lo advierten: se trata de una obra que, desde su comienzo, no busca cerrar la historia, sino que el público le ponga su propio final; y será el de Murcia el primero en tener la oportunidad de hacerlo.