Asegura que nunca imaginó que un día llegaría a ser alcaldesa de su pueblo, Mazarrón, porque en su mente solo estaba su vocación de profesora. Amante de los animales desde pequeña, se casó en noviembre con Ginés Román. Con Alicia Jiménez Hernández conversarmos sobre sus expectativas y sobre los mejores veranos de su vida.

¿Habías imaginado que llegarías a ser alcaldesa de tu pueblo?

Jamás lo habría imaginado, desde mi niñez siempre supe que quería ser profesora, de hecho cursé los estudios para ello, pero tras iniciar mi andadura política en el 2003, con el paso de los años, la vocación de servicio se convirtió en la parte más importante de mi trabajo, y tras haber ocupado distintos cargos políticos, llegar a ser alcaldesa era el paso más importante que debía dar para cumplir con la ilusión de seguir trabajando para mi municipio.

¿Además de profesora de inglés y alcaldesa de Mazarrón, qué otra cosa te habría gustado ser?

Me habría encantado ser veterinaria, pero esa profesión la descarté en el momento que me di cuenta que los veterinarios además de enfrentarse a ayudar a los animales también se enfrentan a verlos sufrir y no poder hacer nada, y eso era algo por lo que no quería pasar.

¿Cuál ha sido tu mejor verano?

Recuerdo con mucho cariño los veranos de mi niñez. Crecí en una venta que regentaba mi familia y tras acabar el colegio podía pasar más tiempo con mis padres que prácticamente trabajaban los 365 días del año. también podía ir prácticamente mañana y tarde a la playa, algo que echo mucho de menos.

¿Vas a tener vacaciones este año o las has tenido ya?

En un municipio de costa, para mí es impensable irme de vacaciones durante los meses centrales del verano. Este año tuve la oportunidad de disfrutar de unos días a primeros de año, porque me casé en noviembre, y pospusimos la luna de miel a enero, fecha en la que era más fácil estar unos días fuera. Ya en septiembre, si es posible, disfrutaremos de algún fin de semana para cargar las pilas y volver con más fuerzas si cabe.

¿Tienes alguna anécdota de los veranos de tu infancia?

Durante los veranos de mi infancia, todos los primos y primas nos juntábamos en el Alamillo. Yo era la más pequeña de todos, lo que hacía que no encajara en sus grupos de salidas y actividades veraniegas, por lo que me tocaba pasar todo el verano tratando de buscar pasatiempos que pudieran llenar las largas tardes de verano. Acabé siendo una jugadora de parchís buenísima de tanto practicar con mis tías en la terraza del bar.

¿En qué lugares has veraneado?

Siempre he pasado el verano en Mazarrón. En los años de infancia y juventud porque mis padres siempre han estado trabajando y, ya de adulta, siempre he tenido en Mazarrón lo que un municipio costero ofrece para poder disfrutar de un verano estupendo. Casi todos los viajes que he hecho han sido de no demasiados días y en fechas alejadas del verano.

¿Cuáles son tus playas o paisajes favoritos de Murcia?

Sin duda alguna, las playas de Mazarrón. El litoral mazarronero ofrece todas las posibilidades que uno pueda imaginar: calas vírgenes, playas de arena extensas, playas de piedras, playas urbanas, semiurbanas€ Mi playa favorita siempre fue la Playa Negra, una playa pequeñita, donde pasé mi niñez.

¿Recuerdas alguna canción del verano?

Si hago memoria, podría recordar muchas, las canciones del verano siempre te transportan a recuerdos casi todos buenos€ pero si tengo que elegir una elegiría la de Playas de Mazarrón de Modestia Aparte, que aunque yo era muy pequeña cuando salió, mi hermana la ponía mucho en casa y a mí me fascinó que un grupo madrileño le pusiera a una de sus canciones el nombre de Mazarrón.

¿Ibas a cines de verano?

Sí, por supuesto, me encanta y aunque ahora no puedo ir mucho, el cine de verano no debe perderse jamás. Recuerdo ir con la pandilla de amigas y vecinos de mi barrio en Playasol a ver El Rey León en el cine Avenida, y aunque yo ya tenía 16 años, me pasé llorando desde que muere el padre del Rey León hasta que empezaron a cantar Hakuna Matata€ y los niños más pequeños me miraban extrañados y esa sensación me causó un poco de vergüenza.

¿Sombrilla o chiringuito?

No soy nada de sombrilla, me gusta más estar metida en el agua, buceando o simplemente disfrutando de la sensación del agua fresca y limpia de nuestras playas.

¿Cuál es tu aperitivo favorito?

Marinera, olivas y vermú blanco.

¿Tu primer amor fue en verano?

Teniendo en cuenta que al que considero mi gran y único amor, llegó en agosto de 2013, podríamos decir que sí.

¿A qué edad aprendiste a montar en bici?

No recuerdo muy bien a qué edad, era muy pequeñita, pero si recuerdo que era una BH, blanca y roja, que heredé de mi hermana y a la que le pusieron unos ruedines para que la pudiera usar yo.

¿Qué lees en verano?

He leído casi siempre libros de María Dueñas, fue mi profesora en una asignatura en la Facultad y, desde que publicó El tiempo entre costuras, me he aficionado a sus libros. Este verano tengo en la mesilla Las Hijas del Capitán.

¿Practicas algún deporte?

Cuando tengo tiempo salgo a caminar, entre mis rutas favoritas: el camino de las calas que es un verdadero paraíso, por el paraje en el que se encuentra y las vistas que puedes disfrutar.

¿Has practicado nudismo alguna vez?

Nudismo como tal no, imagino que como mucha gente, en algún baño nocturno, la sensación de quitarse el bañador durante unos minutos y antes de salir€ ¡otra vez puesto!

¿Qué proyectos tienes para después del verano?

Seguir trabajando duro para conseguir que los objetivos que tenemos planteados para este año y el que viene sean una realidad para todos los mazarroneros y que esta legislatura haya sido una buena legislatura.