El verano no es igual para todos. Hay quienes en sus vacaciones tienen tiempo para pasear y tomarse una caña en los bares y hay quienes están detrás de la barra durante largas jornadas atendiendo a los clientes. Sin olvidarse de farmacéuticos, quiosqueros, fruteros, panaderos y todas las personas que con sus comercios hacen que el resto de la población pueda llevar su vida con normalidad durante los meses de estío, en los que parece que el mundo se para y se inicia un éxodo veraniego, la gente escapa a la playa, a la montaña o a cualquier lugar que le permita desconectar de la monotonía laboral. Aunque no todos corren la misma suerte.

«Hay que adaptarse a las circunstancias y si mi negocio no me permite irme de vacaciones pues me quedo, y como estoy acostumbrado a ello...», comenta Francisco Juan Pérez, dueño del quiosco ´Plaza Díez Revenga´. Francisco lleva en el negocio desde 1991 y a sus 63 años de edad solo se puede permitir cerrar los domingos. «Aquí he estado con fiebre, con el brazo escayolado, así que a no ser que me tengan que ingresar... a mí mi jefe no me paga las vacaciones, hay gente que se las toma y sus jefes se las pagan», bromea.

Y es que esta es la realidad de muchos trabajadores en verano, la mayoría autónomos de pequeñas empresas que no tienen trabajadores a su cargo: «Ni te puedes poner malo, ni cogerte la baja, no tengo más trabajadores porque apenas puedo subsistir yo». Francisco asegura que el régimen de autónomo es lo peor que puede haber «a no ser que seas una empresa grande».

Según una encuesta realizada a los autónomos por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), uno de cada dos afirmó que no se iría de vacaciones en verano, aunque algunos de ellos podrán cogerse unos días en otra época del año. Así, uno de cada tres autónomos encuestados respondió que no podrá disfrutar de vacaciones a lo largo del año, y de los afortunados que contarán con un descanso, la mayoría, alrededor de un 70%, dice que lo hará por un tiempo inferior a los 15 días.

En la Región de Murcia, en el segundo trimestre de este año se registraban más de 99.000 de estos trabajadores, aunque en julio esta cifra disminuyó. El perfil mayoritario de trabajadores autónomos en la Comunidad es de trabajador en el sector servicios, sin asalariados a su cargo, con una sola actividad, varón, entre 40 y 54 años, español, que lleva cinco o más años en su negocio, y que cotiza por la base mínima de cotización.

Las características de este perfil mayoritario responde a la propia economía de la Región, lo que explica que muchos de estos trabajadores de pymes o autónomos no puedan permitirse un tiempo de descanso alejados de sus negocios.

Entre los principales motivos por los que muchos trabajadores no pueden tomarse vacaciones se encuentra el de perder clientela, además de las razones económicas, ya que muchos no se pueden permitir estar ni una sola semana sin ingresos debido a su bajo volumen de negocio. «Si cerramos, al final son pérdidas porque hay que seguir pagando alquiler, seguro...», afirma Antonio Martínez que regenta la tienda D´ Vapeo y que como dueño del local tiene que estar siempre al pie del cañón, «aunque sea al teléfono», como él mismo explica.

En esta línea, resulta llamativo que, según datos de ATA a nivel nacional, uno de cada cinco autónomos que no se han ido este año de vacaciones lleva más de cinco años sin irse y muchos de ellos afirman que desde que pusieron el negocio nunca han podido disfrutar de más de 4 días de descanso. «Aunque me pude tomar una semana de vacaciones en julio, llevaba tres años sin vacaciones desde que soy autónomo, este año ya pude coger unos días», explica Javier Muñoz Martínez, autónomo distribuidor de productos farmacéuticos del grupo Hefame, para el que coger vacaciones es sinónimos de pérdidas: «Esa semana le pagué a un compañero para que la hiciera, porque esto no lo puedo dejar», aclara. Y es que aunque muchos no puedan cogerse vacaciones, o al menos no un mes completo en verano, admiten que se trata de un descanso necesario. «Hacen falta vacaciones, porque yo trabajo de viernes a sábado y algunos domingos hago guardia», asevera Javier Muñoz.

El sector hostelero tampoco difiere mucho de los demás en este aspecto: «Hay que abrir todos los días, es la única manera de hacer caja, pero también es necesario coger vacaciones», expone Juan Antonio García, del bar ´El Torrao´ en la murciana Ronda Norte. Él también ha renunciado este año al verano por la necesidad de sostener el negocio: «Si las cosas van bien cerraremos una semana en octubre, pero de momento no se sabe», dice.

Y como este, otros comercios no bajan la persiana en estos meses para poder ser competentes en el sector. «Me viene muy bien que otros comercios cierren y yo abrir», explica Ana Esteban, dueña de la administración de lotería Santa María de Gracia ´La Generosa´. De esta forma, todo depende del tipo de negocio: «Desde septiembre hasta febrero no voy a tener vacaciones, cuando acaba la campaña de Navidad intento cogerme una semana», afirma Ana.

Jóvenes y mujeres

De entre los autónomos, el colectivo más joven, de 25 a 39 años, es el que menos se irá de vacaciones: el 41% afirmó que no podría descansar este verano. Cabe recordar que los jóvenes son el segundo grupo más numeroso de autónomos por edad en la Región.

En el caso de las mujeres, se cogen más vaciones que los hombres, aunque sin mucha diferencia. Sin embargo, no es precisamente porque tengan menos trabajo, sino porque en muchas ocasiones cargan con una doble responsabilidad al tener que llevar a cabo las tareas de cuidados del hogar, haciendo posible la conciliación laboral.

Y aunque esta realidad es así para muchos murcianos, siempre están los que intenta mirarlo por el lado positivo y han aprendido a llevarlo. «Los veranos no son como antiguamente, han cambiado mucho, hay más gente en el barrio», expone Maricarmen Belchí propietaria del Herbolario Lidia. Así, la apertura de muchos de estos comercios ayuda a darle vida a los barrios en una época, en ocasiones, difícil para el comercio local.

Además, para muchos no supone un peso tener que trabajar sin este descanso: «No echo de menos las vacaciones, estoy ya acostumbrada y de vez en cuando hago alguna escapada, no soy esclava de mi negocio, sé vivir», asevera Maricarmen, aunque admite que las vacaciones siempre son necesarias para desconectar «si no te quieres volver loca».