Guillermo Sinnerman y Borja Téllez son de Zaragoza y forman Los Bengalas, el dúo felino más salvaje que ha dado el rock patrio en los últimos años. Un rudimentario tándem (Guillermo a la guitarra y Borja a la batería), como The White Stripes o The Black Keys, dos instrumentos y sus voces, ritmo y machetes. ¡Garage felino!

Hace unos cuatro años publicaron su primer disco, Incluso festivos (2014) en su propio sello, Wild Lion -todo es salvaje en ellos-, y hace unos meses sacaron el segundo, Año selvático, con los que están en boca de todos gracias a sus potentes directos -no han parado ni un momento- y a una colección de canciones tan efectivas como adictivas. Sus influencias van desde clásicos del género como los Stooges o MC5, hasta Los Brincos o el R&B más desenfrenado de Otis Redding. The Guardian los calificó como una de las bandas más relevantes de la escena rock 'n' roll española, y ellos han hecho méritos. No han inventado nada nuevo, pero nadie suena como ellos. Borja responde a nuestro cuestionario con motivo de su nuevo bolo en la zona (concretamente en Rockola), que promete ser un guateque atómico. Completan cartel Pharaon del Twist y Maldita & Nereida DJ.

Una presentación.

Los Bengala son dos tipos un poco especiales que sólo intentan hacerlo lo mejor posible en esto de la música. No siempre es fácil, pero han desarrollado un callo duro y áspero que los protege ante las adversidades. Hacen rocanrol, les gusta comer y beber bien, y hacer reír y divertirse a su público. Son más mayores de lo que parecen e intentan no tener deudas. Prefieren no hacer acústicos, y este año se han comprado instrumentos nuevos. Parece que algo va bien.

¿Qué nos podéis contar de Año selvático ? ¿Alguna novedad o evolución respecto a Incluso festivos ?

Año selvático mantiene esa energía y rabia que se encuentra en Incluso festivos, pero cambia la forma y el discurso. La producción se oscurece en aras de conseguir mayor agresividad y contundencia, y esa búsqueda fue la que inconscientemente nos llevó a escribir letras más críticas con nuestro entorno. Incluso festivos es más naif, más espontáneo, y en Año selvático dimos muchas vueltas a algunas cosas hasta encontrar un resultado deseado. La presión por mejorar el primer disco es inevitable.

¿Más allá de guitarra y batería, cómo os repartís el trabajo?

¡Como buenamente podemos! No hay un 'organigrama' establecido, pero sí que en algunas cosas hay un encargado fijo. Por ejemplo, en cuestiones de vídeos suele ser Guillermo quien lleva la voz cantante, y en tema de merchan y discos soy yo. Un poco cada uno lo que mejor sabe hacer, pero los dos participamos en todo. De escaquearse después de tocar nos encargamos los dos.

The Black Keys, The White Stripes? ¿Os inspiraron en la formación de Los Bengala como dúo?

Completamente, aunque no nos ha salido tan bien la jugada... [Risas]. Fuera de bromas, realmente no, aunque sí que son referentes a tener en cuenta. Nuestra formación fue completamente fortuita, y al principio dejamos que las cosas fluyeran sin mucha idea ni pretensiones.

¿Cómo se consigue tamaño derroche de energía con tan sólo dos instrumentos? ¿No os habéis planteado sumar nuevos miembros?

¡Siendo unos jetas! En realidad lleva más curro del que parece, por el simple hecho de que hay menos herramientas, pero una vez que le pillas el truquillo, es como cualquier otra formación de rocanrol. Sí que ha llegado el momento en el que estamos pensando incluir más músicos, porque hasta ahora ha sido bonito, divertido, pero sabemos que necesitamos de más instrumentos para crecer o llevar a cabo ciertas ideas.

Ventajas y desventajas de ser dos. ¿Cuál es vuestro dúo favorito de la historia del rock?

Las ventajas están claras... ¡Más dinero para cada uno! Y es más fácil moverse, tomar decisiones, estar disponible... En cuanto a desventajas, quizás sea que en este país cuesta mucho que a un dúo se le tome en serio para llegar a ciertos niveles sin que se piense que su arte es solo para divertirse un rato y no para trascender culturalmente, al menos en cuanto al rocanrrol se refiere. Sigue habiendo ciertas limitaciones a la hora de entender el concepto de dúo, e incluso mucha gente que sigue sorprendiéndose. Supongo que será ese escaloncito más abajo en el que siempre estamos respecto a otros países... Con esto no quiero hacer una crítica al público. Ellos y ellas son quienes mejor nos entienden y quienes apuestan el 100% por nosotros. Es más bien la industria quien está por detrás. Dicho esto, el mejor dúo de la historia es Sui Generis. ¿Cómo te quedas?

¿Qué canción es la que más se celebra en vuestros conciertos?

Jodidamente loco, indiscutiblemente. Hay conciertos en los que aún no hemos empezado a tocar y ya hay alguien del público pidiéndola. Se nos recordará por una canción con solo una frase de letra y con un taco. Ni Los del Río superan eso.

Parece que en Año selvático hayáis tratado de expandir el sonido por nuevos y oscuros caminos. ¿Cómo ha recibido el público esta nueva cara felina?

Hay gente que prefiere el primero, está claro. Siempre pasa. Pero mucha otra nos ha felicitado por la buena evolución que hemos llevado. Que se palpa cierta madurez y mejora. La verdad es que, con una u otra opinión, no nos podemos quejar de nuestro público. ¡Son la leche!

¿El directo es la clave de todo?

Para una banda como nosotros, sí. Intentamos cuidar mucho nuestras grabaciones porque las entendemos como obras aparte, pero es el show el que necesita de toda nuestra dedicación y esfuerzo. Sin un buen show, tus canciones no valen una mierda. Hay que pasarlo bien y dejarse de tanto 'culturismo'. No a los bolos aburridos.

Y hablando de locuras, ¿qué es lo más jodidamente loco que os ha pasado en un bolo?

[Suspira] Que nos tiraran Espidifen al decir que nos dolía la cabeza, que alguien repartiera bengalas de cumpleaños por toda la sala, que Guille tirará la guitarra al público, que el promotor del bolo nos tirara cerveza, que Borja acabara un bolo derribando toda la batería por el escenario, que lloviera del techo por toda la peña que había bailando y saltando...

Los festivales se llenan, pero a las salas cuesta que vaya gente. ¿Cómo veis vosotros esta circunstancia?

Los festivales son las nuevas fiestas del pueblo. Eventos a los que la gente va a emborracharse, ligar y divertirse sin más. Aunque le interesen las bandas que tocan. Ya no hay esa inquietud musical que tenían antes en las nuevas generaciones. Aunque suena carca, es así, y la gente joven lo que quiere es diversión fácil, rápida y si es barata, mejor. Ir a conciertos a salas no es barato, al menos para un chaval o una chavala de 18 años. Y ellos son quienes deberían llenar las salas. Tampoco hay un relevo generacional en cuanto a bandas. A los grupos más o menos jóvenes nos cuesta mucho tener relevancia en los grandes eventos a los que va la chavalada. La gente de 30 para arriba tenemos hijos o estamos pensando en ello. Los que no, van a salas, festivales, recitales y a tu pueblo si hace falta.

«Sé a dónde voy, simplemente no sé dónde estoy», declarabais en el segundo corte de Incluso festivos . ¿Sabéis a dónde queréis llegar?¿Os habéis marcado algún objetivo?

Sí había unos objetivos marcados, pero cuando estás en vereda te das cuenta de que son más difíciles de conseguir de lo que pensabas. De todos modos, el objetivo prioritario es que salgan bolos y seguir trabajando, y eso se está cumpliendo. Ya veremos qué pasa en el futuro. De momento, con no morir en el intento estamos contentos. He ahí una rima.

Habéis montado el sello Wild Lion Records. ¿Está sobrevalorado fichar por un sello si no es algo muy grande, o queríais controlar el nacimiento de vuestra carrera sin que os marcaran demasiadas pautas externas?

En un principio era la única solución para poder editar nuestros discos con entidad. Pero visto lo visto, casi es la única opción viable a día de hoy, a no ser que sea algo grande y fructífero, como bien dices. Las discográficas necesitan ponerse al día aún más y empezar de cero en muchos aspectos. Ahora es fácil grabar un disco y publicarlo. Incluso te puedes hacer una buena promo con redes sociales. Estamos en una época de cambio importantísima y hasta que los sellos tradicionales no se den cuenta de ello al 100%, seguirán perdiendo y favoreciendo solo el negocio de unos pocos. El mundo es demasiado grande ahora como para firmar ciertos contratos.

The Guardian os citó como una de las bandas más relevantes en la escena de rock'n'roll española. ¿Qué ha supuesto para vosotros? ¿Os ha abierto las puertas del Reino Unido?

Ha supuesto una línea más de texto en nuestro dosier. Esta guay ese reconocimiento, pero sabemos perfectamente que podrían haber salido muchas otras bandas ahí. De todos modos, gracias a quien se interesó por nuestra escena.

¿Creéis que lo español está de moda? ¿Que fuera tienen menos prejuicios que nosotros o que han descubierto que realmente hay cosas buenas que salen de aquí?

Como ya he dicho, el mundo es más grande ahora con Internet, y eso creemos que favorece para que se nos oiga fuera. Lo de los prejuicios es una cuestión cultural, no solo en la música. España es el país de las etiquetas, de los círculos cerrados y de los foros. En vez de hablar del peinado de fulanita o de los cuernos que le pone menganito a su mujer, hablamos de si estos son hype o aquellas están ahí por ser niñas guapas. Pero en el fondo no hemos cambiado tanto.