P ¿Qué tiene la novela negra para haber llegado hasta el favoritismo de los lectores?

R Creo que es una novela realista, social, que refleja las miserias del ser humano y hasta dónde somos capaces de llegar. Lo que se escribe ahora va más allá de resolver un crimen o saber quién es el asesino, te hace pensar, sumergirte en la lectura y eso es lo que el lector busca.

P ¿No correremos el riesgo de saturarnos todos y agotar el género?

R Opino que el debate sobre la saturación de novelas de género negro es estéril. Cada autor escribe la trama que tiene en su cabeza, o al menos ese es mi caso. Sería incapaz de escribir un determinado género porque esté o no de moda, o dejar de escribir algo por no cansar al lector. Una escribe y luego ya veremos si gusta o no. Es parte del juego.

P ¿Usted se sintió desde siempre atraída por este género?

R Lo cierto es que no. Mis primeras referencias son del género de terror y mis lecturas han sido y son siempre variadas. Me interesa la historia que me cuentan, sea el género que sea. Como escritora, escribes la historia y luego se incluye en un apartado concreto.

P Ahora que han pasado algunas décadas de expansión, ¿se atrevería a valorar la evolución que ha tenido el género en España?

R Como decía al principio, estamos más allá de la novela policiaca clásica o de la novela enigma. Se escribe mucho y bien en España. No me canso de reivindicar la literatura que hacemos aquí. Somos el país que más libros traduce, no sé si es por aquel complejo que todavía persiste de que lo que viene de fuera es mejor. Las tramas de los autores españoles son ricas y variadas, reflejan la sociedad en la que vivimos.

P Elija a un personaje y a un autor del género a quienes les hubiese gustado conocer.

R Entiendo que debe ser alguien que ya no esté en este mundo. Escogería como autor a Henning Mankell, un gran escritor y según dicen, excelente persona, y como personaje, al comisario Adamsberg, personaje de las novelas de Fred Vargas.

P ¿Y qué le ha traído a participar en estas jornadas, qué espera de Cartagena Negra?

R Soy reincidente, es mi tercera participación. Según el Código Penal eso me convierte en habitual. Y lo peor es que no le he perdido el gusto a eso de ´delinquir´ en Cartagena Negra. Es un festival que vale la pena. Las charlas están muy bien organizadas, con temas interesantes y consiguen movilizar público, lo que no es nada fácil. Cuentan con clubes de lectura que vienen a conocer al autor y a comentar su obra, lo que enriquece mucho las jornadas. Te sientes como en casa.

P ¿Cuáles son sus armas y métodos preferidos a la hora de matar?

R No tengo demasiadas preferencias, según sea la trama. Nada que sea demasiado estridente.

P Ahora una complicada: elija un personaje real para quitar de en medio y justifique el crimen.

R No voy a decir ningún nombre, pero suprimiría a todo el que humilla y discrimina a los demás por el hecho de ser diferente. La lista es larga.

P ¿Quién se contagia más de quién en sus dos personalidades: la juez de la escritora o viceversa?

R Creo que estamos bastante compensadas. La juez está en el juzgado y piensa que no hay mejor argumento para la escritora que explicar lo que está pasando a su alrededor. La escritora se impacienta con la juez porque le roba tiempo para escribir.

P ¿Cómo podemos valorar el papel de la mujer en la novela negra actual?

R No sé si la pregunta se refiere a la mujer como escritora o como personaje. Como escritora la mujer es eso mismo, escritora sin más. Un ser humano que cuenta historias. Me niego a hacer diferencias entre escritoras y escritores. Cada uno escribe lo que le parece y lo que puede, sin distinguir el género de la mano que toca las teclas o empuña la pluma. Como personaje, la mujer, (afortunadamente) ya no es la típica fémina a la que salva el hombretón de turno y tampoco corresponde al estereotipo de la femme fatale. Si escribimos novelas reales, no podemos incluir personajes que no lo sean, que sean meros clichés, entre otras cosas porque el lector lo percibe y abandona la lectura. Hay mucho que leer y la vida es corta.

P En Flor seca ha conjugado la presencia de varios cuerpos policiales, ¿eso de que se llevan mal es un mito?

R Creo que en un territorio en el que confluyen distintos cuerpos con unas competencias muy delimitadas, es natural que existan situaciones tensas y conflictos. En ocasiones es muy complicado establecer en un mismo caso quién se queda con qué. Hay fricciones, por supuesto.

P ¿Qué será lo próximo que leamos de Graziella Moreno?

R En noviembre llega la novela que he escrito para Black&Noir. Es una novela para leer en digital en tu móvil, Ipad u ordenador, que puede comprarse por entregas o entera. La apuesta de Black&Noir es muy atractiva. Se trata de novelas negras de calidad, a las que se añaden videos de entrevistas con el autor para que el lector pueda conocerle mejor. Mi novela se llama Querida Elsa y es la historia de una venganza en el marco de la mafia ucraniana y puedo adelantar una cosa: es muy real.

P Ofrézcale algún consejo al lector de novela negra.

R Les invito a que no se queden en los libros que exhiben los escaparates de las librerías, los que se anuncian en televisión con grandes campañas de marketing. Cerca de ellos, camuflados en las estanterías y solo con el lomo visible, se esconden increíbles historias de autores por descubrir. Y si tienen dudas? que vayan a las fuentes. A Cartagena Negra, por ejemplo.