Martirio y Javier Ruibal inauguran esta noche el apartado musical del Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de San Javier con un concierto que juntará sobre el escenario del Auditorio Parque Almansa a dos personalidades muy marcadas dentro de la música en España; dos artistas unidos por la libertad con la que han afrontado sus carreras, reconocidas ambas por el Premio Nacional de las Músicas Actuales, y que mantienen, en este cambio de registro, el nivel ofrecido por el festival hasta la fecha.

Y es que la onubense y el gaditano comparten una tendencia a bucear entre diferentes culturas y tendencias musicales desde la honestidad, buscando los sonidos que, en forma de tesoro, han ido ofrecido al público desde hace décadas. Y así lo harán en San Javier, pero, en esta ocasión, juntos; nada de uno detrás del otro, ambos en el mismo plano, al mismo nivel, compartiendo juntos sus vivencias, sus emociones, sus sentimientos y sus canciones.

La amistad que une a estos dos titanes de la música española se trasladará en forma de complicidad máxima en el escenario -así ha quedado patente en las contadas ocasiones que ambos han coincidido sobre las tablas-, donde desgranarán un repertorio variado en el que habrá copla, flamenco, jazz, tango y bolero, entre otras músicas del mundo, seleccionadas de manera exquisita y arropadas por una imponente banda compuesta por músicos como Javier Colina al contrabajo; Guillermo McGill en la batería, Jesús Lavilla al piano y Raúl Rodríguez, hijo de la propia Martirio, en la guitarra.

Martirio, que ha pasado en varias ocasiones por el escenario del auditorio Parque Almansa, cumple más de tres décadas de carrera en solitario desde su disco debut, Estoy mala (1986). En constante evolución, la andaluza, que se define como una especie de «arqueóloga musical», se dedicó durante buena parte de su trayectoria a renovar la copla, librándola de las ataduras del pasado, mientras se movía en un amplio espectro de géneros y músicas que ha fusionado con una naturalidad innata que solo ella puede justificar.

Por su parte, el compositor, guitarrista y cantante Javier Ruibal supera también los 30 años en la carretera, lo que le ha situado como un músico diferente dedicado a estudiar y descubrir nuevos territorios musicales por los que ha transitado sin barreras. El flamenco, la música del magreb, de India y del Caribe son algunos de los ingredientes de una fusión en la que también asoma el rock, el jazz o cualquier otro género que le ayude a buscar la belleza que anhela en la música.

Por todo ello, lo que ocurra esta noche en el Parque Almansa será honesto, mestizo, ecléctico..., pero, sobre todo, será único, mágico, y, casi seguro, brillante, pues es a la excelencia a lo que ambos tienen acostumbrados a sus seguidores.