Continúa la programación de la Semana de Teatro de Caravaca de la Cruz y esta noche llega hasta las tablas del Thuillier la compañía murciana Alquibla Teatro con Los caciques, una obra que mezcla humor y sátira social. Para hablar de Los caciques conversamos durante los próximos minutos con Esperanza Clares, que interpreta el papel de Eduarda.

P Se define Los caciques como tragicomedia grotesca sobre la corrupción en la España de hace muchos años.

R Pues sí, lo de hace muchos años lo remarcamos especialmente, para que nadie pueda pernsar que esto ocurre ahora. Pero, cuando se siente el espectador en el patio de butacas, se dará cuenta de que es un reflejo de lo está ocurriendo ahora mismo. La sociedad tampoco ha cambiado mucho y España sigue siendo la sociedad de los pícaros, la picaresca y el ´corre que te pillo´. Lo curioso es que Arniches lo reflejó tan bien tantos años atrás, siendo un Julio Verne de la corrupción, y nos venga a decir hoy que aquello que pasaba hace cien años sigue pasando en nuestros días.

Lo que sucede es que todo está contado con mucho humor, a pesar de que en el fondo te queda esa rumorcillo interior que te dice ´esto me esta sonando a mí mucho y no me gusta demasiado que siga pasando´. Todo esta tratado en clave de comedia, donde el público se divierte muchísimo, y estoy segura de que en Caravaca va a funcionar estupendamente.

P Se estrenó hace casi cien años, sigue siendo, por desgracia, un espejo donde se refleja una parte de la sociedad actual.

R Estoy convencida de que los espectadores van a encontrar en cada de una de las escenas y en cada uno de los momentos que refleja Arniches en Los caciques símiles que haya visto ese mismo día en televisión y en los periódicos, como siempre la comedia se convierte en este caso en la mejor herramienta para decir aquellas cosas que puedan resultar graves, para que después el público pueda decir que «nos hemos reído, nos hemos divertido y hemos podido reflexionar sobre un problema». Al fin y al cabo, el teatro no es otra cosa más que un espejo en el que la sociedad se refleja, y los que estamos encima del escenario queremos mostrar estas virtudes y estos defectos de la sociedad con la intención de que todo cambie, y que contribuyamos a un mundo mejor; es una utopía, pero quizás con el teatro y con el arte sea la mejor herramienta para conseguirlo.

P Decía esta misma semana María Luisa Merlo que lo importante era dejar un mensaje en el espectador...

R El teatro es un medio de ocio, eso está claro y está muy bien. Aquello que simplemente te divierte, sin más, pasadas unas horas lo habrás olvidado; pero, además de divertirnos, y hablamos de divertirnos con una comedia, una tragedia o un drama, la diversión es aquello que te produce placer. Lo cierto es que, si esa diversión está envuelta en un contenido que después te haga pensar eso si lo recordaras, aquello que se te haya quedado pegado a la piel. Todos nos reímos de un chiste y a la semana se nos habrá olvidado. Algo que tenga un mensaje y que se nos haya contado de una manera especial, probablemente no lo olvidemos nunca.

P ¿Cómo ha sido la adaptación de César Oliva, qué marca o impronta ha querido dejar en la obra?

R Lo que ha pretendido y ha conseguido es quedarse con la esencia del texto de Arniches, porque se trata de una obra adaptada a las compañías de aquella época, que tenían muchísimos personajes, porque contaban con muchos actores a los que había que darles aunque fuera un texto pequeño. Entonces, a nivel de producción y técnico, hoy en día era impensable poder hacer frente a un texto como el de Arniches en el que necesitas más de veinte actores. Lo que César ha conseguido es mostrar a esa España corrupta, mostrarla de manera que la comedia esté presente y que no se reduzca a la mera carcajada, sino que el contenido, el contexto y la profundidad con la que se cuenta sea real e intensa. La idea siempre fue que el contenido no pierda la esencia formal de la denuncia social que, en definitiva, es la que se está poniendo de manifiesto sobre el escenario.

P Esperanza, haces el papel de Eduarda, la mujer de Régulo. ¿Qué tal es tu papel?

R Es un personaje maravilloso, Eduarda es una mujer de pueblo que está casada con el guardia municipal, que es un estereotipo de estos maridos extremadamente celosos que conservan en alcanfor a las mujeres para que no salgan de casa y no sean mancilladas en ningún sentido. Eduarda es una soñadora a la que le hubiese gustado ir más allá, pero que se ha tenido que conformar con la vida que le ha tocado vivir en el pueblo, y que guarda un recuerdo de amor que vivió de jovencita que, por una serie de circunstancias,, le vuelve a florecer.

P Aunque no vamos a desvelar nada, dijo de la obra Julia Albadalejo, «que Entre los momentos que merecen ser destacados está, sin duda, el pasodoble -¡que no nos falte una verbena!- (€)» ¿Cómo es ese pasodoble?

R No puede faltar una verbena en un pueblo, eso es imposible. Efectivamente el pasodoble es una escena que tiene muchísima presencia, porque simplemente bailando en la verbena del pueblo sin más texto y solo con la música, se ven muchas cosas muy divertidas. Es una escena que quedó, además de divertida, con un gran nivel estético.

P ¿Por qué momento pasa el teatro en la Región de Murcia?

R Está intentando remontar y volver a forjarse un futuro, en cuanto a posibilidades de proyección, con ayudas de la Administración regional y municipal. Las compañías y el talento creativo no ha dejado de existir durante los años de la crisis. Lo cierto es que ahora el esfuerzo es de todos los sectores que forman parte de las artes escénicas, estamos trabajando juntos. Con la nueva consejera de Cultura tenemos buena relación, hay diálogo, y hemos podido abrir con ella, que ha actuado con una celeridad pasmosa, las desaparecidas ayudas a producción. Tiene un presupuesto pequeño porque se realizó en cuanto ella llegó a la Consejería, pero ha retomado esas ayudas, y queremos creer que vamos a tener esa atención que la Consejería nos había negado estos años atrás, y que nos es necesaria para poder ser competitivos con respecto a las compañías de otras comunidades autónomas. Estamos a la cola en muchos sentidos.

P Y ya, por último, próximos proyectos de la compañía. Creo que estamos en un año sabático de estrenos y que para 2019 tendremos novedades...

R Efectivamente, aún no te las puedo contar, pero está ya cocido el siguiente proyecto (y lo presentaremos muy pronto) en cuanto a producción de Alquibla. Lo que sí que podemos anunciar es que vamos a realizar, en coproducción con La Ruta Teatro, una compañía murciana que ahora está afincada en Madrid, un texto de Fulgencio Martínez, dirigido por Juan Pedro Campoy. La obra se estrenará en Madrid a finales de noviembre, y ahora mismo tenemos toda la energía puesta en este proyecto.