A los 9 años le regalaron un órgano y su padre vio que el pequeño Santi tenía oído para la música, por lo que lo llevó al Conservatorio para que estudiase órgano, pero no llegaba a los pedales. «Pues que estudie bandurria», pensó, pero tampoco tenían profesor de bandurria. Finalmente, estudió guitarra. Gracias a esas dos circunstancias Murcia cuenta hoy con uno de los más grandes guitarristas de rock de la escena nacional. Cón él conversamos, en su casa de la huerta de Beniaján bajo la atenta mirada de su perro Panchi, que no dejó de jadear en todo el rato.

Vaya máquina de roncar, ¿no?

Y tengo dos pastores alemanes más, Lobo y Vilma, y un gato... y dos gallinas (risas).

Háblanos de tu trayectoria

Empecé a tocar a los once años y en el 80 ya tenía mi propia banda, Belcebú; poco después, con 15 años, me fichó Acequia con Emilio Chicheri o Pepe Moreno, allí aprendí latín, imagínate, yo 15 años y ellos ya tenían 30. Mi primer concierto fue en la plaza de toros de Orihuela, donde fuimos teloneros de Dr. Feelgood. Después toqué en otras bandas locales, como Los Hurones: grabamos un disco con repercusión nacional. Despúes Los Bluesfalos y Dúo Acústico. Estuve con Miguel Bañón, de Los Marañones, en Los Murciélagos y de ahí vino M-Clan donde me hicieron ´mobbing´ y hasta falsificaron mi firma para quedarse con el nombre. Gracias a eso pude ponerles una querella y al final llegamos a un acuerdo económico.

Después creamos el grupo Los Lunáticos, con Miguel Bañón y, con Fran Sarabia, el grupo Campillo, hasta hacer mi propia banda y grabar mis propios temas con el disco Carretera sin final. Tengo que reconocer que ya he aprendido a cantar. En septiembre presento mi nuevo disco, A cara o cruz, grabado en mi estudio y producido por Manu Morales, con el que haremos una gira por toda España. Cada vez que uno graba un disco es como volver a empezar.

Además, también eres productor de sonido, ¿no?

Y hago colaboraciones con otros artistas, en directo y grabaciones, masterclass de guitarra y produzco grupos nuevos como, Los Gatos Mojados, Rolenzos, de Almería, o los grupos de Barcelona Jolly Jumper y Hope Road.

¿Tienes tiempo de vacaciones?

Espero irme en enero a Estados Unidos, sólo puedo en esa época. Voy mucho a Texas, Nueva Orleans o Memphis. En Los Ángeles también tengo muchos amigos. Cuando voy, alquilo un coche y me muevo por ahí. Suelo hacer jam sessions de invitado. He tocado con Buddy Whittington o Alan Haynes. Me sirve para aprender.

¿Cuáles fueron tus mejores vacaciones?

Fue en un crucero, en 2011, en el Simple Man Cruise, que lo organizaban Lynyrd Skynyrd. Salimos desde Miami y estaba previsto llegar a las Islas Caimán, pero coincidimos con el huracán Sandy y nos desviaron a la Playa del Carmen, en México. Lo de menos era el destino, la fiesta estaba dentro del barco, con más de 3.000 personas y los conciertos de rock sureño con bandas como Little Feat, Blackberry Smoke o los Doobie Brothers. Al cabo del día había 20 ó 30 conciertos, algunos simultáneos. Al año siguiente repetí crucero. Me emocioné viendo a Little Feat, recuerdo que hasta lloré en ese concierto, y eso no me había pasado nunca antes.

¿Qué recuerdos tienes de los veranos de tu infancia?

El primer verano que fui de vacaciones fue al Puerto de Mazarrón a una casa que alquiló mi padre para todo el verano. Al año siguiente fuimos a Los Urrutias, esos fueron los dos únicos. Después me iba a trabajar todos los veranos con mi padre a la Serigrafía Campillo.

¿Tienes otras playas favoritas?

Me gusta mucho La Manga, Águilas o Bolnuevo. Tocando he recorrido toda la Región y toda España. También toqué en la Expo de Lisboa, en Andorra, Portugal, en Faro, y fuera, en Estados Unidos.

¿Recuerdas una canción de verano?

La primera que recuerdo fue Eva María, de Fórmula V, tendría yo 7 u 8 años y también, Black is black de Los Bravos, con Mike Kennedy, pero no soy de canción de verano, ni de Georgie Dann, ni reguetón.

¿Y de cine de verano?

Iba al Murcia Parque y al cine Sabater de Cabezo de Torres y veía las de kárate de Bruce Lee o las de Esteso y Pajares. Más mayorcico iba al Flipper de Fortuna con el coche.

¿Tu primer amor fue en verano?

Sí, con 11 años, nos cogíamos de la mano sólo, creo que fue en Los Urrutias. Se llamaba Paloma la cría. Mi verdadero amor es Niculina, desde hace cuatro años.

¿Cuál es tu aperitivo favorito?

El pulpo a la murciana y la cerveza son la combinación perfecta.

¿Chiringuito o sombrilla?

Chiringuito a tope. Me pongo de mala leche si hace calor. Creo que nací en el sitio equivocado.

¿Lees en verano?

Sí, sobre todo por Internet, lo veo más práctico. No leo sólo libros, también prensa y artículos de todo lo que me interesa. Me gustó mucho La Tabla de Flandes de Pérez Reverte, soy muy aficionado al ajedrez gracias a mi padre.

¿Cuándo aprendiste a montar en bicicleta?

Ni me acuerdo. Tuve una BH plegable, primero con ruedas laterales y luego empecé a pegarme piñas. Tendría 7 años, iba por la Plaza de Los Patos de Vistabella. Allí fue también donde aprendí a tocar la guitarra con los amigos. Primero española y cuando nos compramos la eléctrica eso ya fue la hostia.

¿Qué vamos a encontrar en tu nuevo disco?

Todo son canciones mías, como una versión de Ruta 66 o Donde el río hierve, una canción de M Clan de la que soy coautor.

¿Qué otros proyectos tienes?

El plan de este verano es seguir tocando en julio con Buddy Whittington. En Agosto, con mi banda en Castro Urdiales, Toledo y Aguadulce y en el Festival Berrock. En septiembre iremos a Bilbao y después la gira de presentación del nuevo disco por toda España. Me gusta tocar con mi banda y ese es mi principal proyecto. Y, por supuesto, seguir haciendo discos y canciones.