No se ha producido todavía y ya tiene su propia entrada en Wikipedia. El próximo 27 de julio ocurrirá algo nunca antes visto los últimos cien años. Se trata del eclipse más largo del siglo y para poder verlo no hará falta ninguna protección. Este eclipse lunar es conocido como ´Luna de sangre´ o ´Luna de fuego´, debido al color que coge el satélite. Eso, rojizo.

En agosto de 2017 hubo una ´Luna de sangre´. Entonces se vio perfectamente en la Región. A muchos les pilló de vacaciones en la playa y el espectáculo, del satélite y el mar, fue aún más bello. Pero entonces el fenómeno apenas duró unos minutos. Los suficientes para quedar en la retina de todos (y en las autofotos de muchos), pero minutos, al fin y al cabo. La ´Luna de sangre´ del viernes que viene está previsto que dure horas.

Aunque la fase total del eclipse durará una hora y cerca de 43 minutos, se podrá disfrutar de este evento astronómico durante casi cuatro horas. Para observarlo con atención, se recomienda el uso de prismáticos o un telescopio. Aunque puede observarse a simple vista: no es necesaria ninguna protección, no hace daño. Como estamos de espalda al Sol, podemos observar el fenómeno sin tomar precuaciones. Verlo y hacer fotos, vídeos...

Este fenómeno se verá en casi toda Europa, Oriente Medio, África, varios países de Asia Central y en América del Sur. Y ocurre cuando se alinean la Tierra, la Luna, en su fase llena, y el Sol.

La Luna atraviesa la sombra que proyecta la Tierra, que se queda entre Sol y Luna. Cuando la alineación es completa, el eclipse es total y la Luna la observamos desde la tierra con un color rojizo. Es la ´Luna de sangre´.

Aunque cada vez que se anuncia un fenómeno semejante salen voces advirtiendo a la gente de que no ha de perdérselo, porque pasarán muchísimos años hasta que se dé un evento astronómico similar, los científicos prevén que el siguiente eclipse total ocurra en enero de 2019. Aunque el 11 de agosto se producirá un eclipse parcial de Sol, que será visible en el norte de Europa y el noreste de Asia.

Volviendo al del próximo viernes, calculan los expertos que se va a ver a partir de las siete y cuarto de la tarde y hasta cerca de la una y media de la madrugada. Sobre las diez y media de la noche, el punto álgido.

La Luna se ve roja debido al paso de la luz solar por la atmósfera. Se filtran los espectros verde y violeta. Este mismo efecto es el que hace que se vea el cielo anaranjado cuando atardece.

Y más rojo en los cielos. Y es que, casualmente, el planeta Marte estará en esas fechas en su punto más cercano a la Tierra... desde hace tres lustros.

Hablando de planetas, hay que recordar que, durante todo el verano, Venus y Júpiter son visibles al atardecer. Saturno también lo es durante el presente mes de julio.

En la antigüedad, los fenómenos celestes provocaban entre la población temor y supersticiones, y muchas veces eran interpretados como malos augurios. Para los mayas, por ejemplo, los eclipses eran la manifestación de la ira de los dioses. Hoy en día, el espectáculo astronómico es una gozada para los sentidos. No, no hay evidencias científicas de que traiga mala suerte.

La Luna Llena de agosto (a la que pedir tres deseos) será el día 26, que cae en domingo.

La previsión es que el cielo esté despejado. Siendo así, en la Región se verá perfectamente la ´Luna de fuego´. ¿Y dónde es más recomendable mirarla? Como pasa con todo fenómeno astronómico, lo ideal es huir de las zonas en la que la contaminación lumínica hace más daño. Esto es, irse a la sierra o a la playa (lejos de edificios, a ser posible).

La Cresta del Gallo es un lugar estupendo para mirar al cielo en verano. También El Rellano, en Molina de Segura, donde hay una explanada en la que muchos aficionados se dan cita para levantar la cabeza y disfrutar del espectáculo.

Y luego está la Venta Moya, en Cartagena, localización alejada del ruido y la contaminación. Y el Cabezo Gordo, en Torre Pacheco.