Jorge Gómez, ilustrador entre otras labores, inaugura hoy en Cabo de Palos su exposición Aguas del Cabo, donde se podrán ver «pinturas realistas de rincones emblemáticos» de esta localidad costera, un lugar «verdaderamente extraordinario», tal y como manifiesta el autor murciano.

Los cuadros no son más que «la visión de un caminante que observa las tonalidades del lugar, las transparencias de las aguas, los acantilados, su singular orografía» y que se ha decidido a plasmar el lugar, tanto desde el punto de vista paisajístico como escenas del puerto, yates, velas, incluyendo el mundo submarino, del que el artista ha podido disfrutar como buceador.

«Son pinturas poco habituales», destaca Jorge, que dice rehuir de las típicas pinturas «de siempre», de atardeceres y olas rompiendo. Él se decanta más por las luces del mediodía y el sinfín de colores que ofrece el Mar Mediterráneo, «y también todas las formaciones rocosas, desde basalto a dunas fósiles, todo en una combinación salvaje que aún nos ofrecen estos lugares».

Esta obra es también una llamada de atención a los murcianos, una muestra de lo que hay en la Región. «La gente, cuando se plantea un viaje, siempre piensa en la Riviera Maya, en lugares exóticos, cuando lo tenemos aquí al lado 365 días al año», dice.

Así, la principal intención que ha llevado al autor a la creación de estas obras es querer mostrar a la gente lo que a él le hacen sentir esos lugares recónditos del litoral murciano, «a pesar de los destrozos urbanísticos que perpetuamos», asevera Gómez.

«España está sin pintar y debemos pintarla». Es una frase que le dijo uno de sus profesores y que abandera sus obras junto a la fascinación que siente por la costa, como hijo del Mediterráneo que es. Eso es lo que le mueve, «el querer tener una ventana», viendo cómo en lo que tarda en hacer un pintura van cambiando los colores y las sombras.

En cuanto a las obras, son de pequeño tamaño y la mayoría realizadas en uno o dos días, precisamente para plasmar ese cambio del paisaje a lo largo de la jornada. Suele utilizar acrílicos y pasteles, una mezcla algo curiosa con la que le gusta experimentar. «Está todo inventado pero está también todo por inventar», añade.

Preguntarle por su obra preferida es como hacerle elegir entre sus hijos, pero se atreve a destacar varias de ellas: «Son dos contrapuesta, las más distintas, pero las que más me llaman la atención», indica. En una se puede ver el sol en lo más alto brillando sobre el mar. La otra es una imagen submarina donde se puede ver a un pez naranjito, ambas disponibles en la exposición.

La pintura de estos lugares le ha llevado a descubrir la viveza de la naturaleza, el cambio, que nunca deja de impresionarle, y sobre todo el darse cuenta de la suerte que tiene de poder disfrutar de este lugar teniendolo tan cerca: «nosotros pensamos que vamos a estar siempre y qué va, la naturaleza se expone y te das cuenta de lo pequeños que somos». A pesar de todo esto, el artista invita a que los espectadores valoren personalmente estos cuadros, expuestos hasta el 29 de septiembre.