Francisco Boix fue un militante de las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña, que durante la Guerra Civil actuó como fotógrafo de la revista Juliol y en 1938 combatió en la 30.ª División del Ejército de la República Española. En febrero de 1939 se exilió en Francia y fue internado en los campos de Vernet d'Ariège y de Septfonds. De allí salió para formar parte de una Compañía de Trabajadores extranjeros, integrada en el Ejército francés.

En mayo de 1940, como muchos españoles, cayó prisionero de las fuerzas alemanas que invadían Francia. Tras pasar por el Campo de prisioneros de guerra (Stalag XI-B, en Fallingbostel), a principios de 1941 fue enviado al Campo de concentración de Mauthausen-Gusen (en Austria, entonces integrada en el III Reich), donde murieron dos tercios de los más de 7.000 españoles allí internados.3? En Mauthausen, Boix trabajó la mayor parte de su periodo de internamiento en el laboratorio fotográfico que la Administración del campo (Erkennungsdienst) destinaba principalmente a usos policiales. Hasta 1945 consiguió ocultar un importante número de negativos que mostraban aspectos de la cruda realidad del campo y de las prácticas de exterminio de los presos. En muchas de ellas aparecían también los rostros de los SS responsables del campo y de altos jerarcas del nazismo que lo visitaron.

En 1946 Boix fue testigo en dos procesos contra criminales de guerra nazis: ante el Tribunal Internacional de Nuremberg testificó (llamado por la acusación francesa) contra altos jerarcas nazis, como Ernst Kaltenbrunner y Albert Speer. En su declaración fueron proyectadas algunas de las fotografías que habían sido preservadas de la destrucción en Mauthausen. Boix también declaró en el proceso americano celebrado en Dachaucontra 61 acusados de crímenes en Mauthausen y también allí fueron mostradas fotografías.