Panecillos ligeramente salados cuyo origen está en Alemania, aunque también se consumen en Suiza, Australia y América del Norte.Tras su amasado, se sumergen en un baño de agua y bicarbonato y luego se hornean hasta conseguir ese doradito que los hace tan irresistibles. Una experiencia inolvidable su elaboración casera, ¡probad y ya me contaréis!

Ingredientes

500 g. de harina de trigo, 25 g. de levadura fresca de panadería, 1 cucharadita de postre de sal, 17 g. de azúcar moreno, 15 g. de mantequilla derretida y 360 ml. de agua templada. Sal gruesa para espolvorear la superficie. 2 Litros y 200 ml. de agua y 120 g. de bicarbonato sódico.

Elaboración

1. Disolvemos la levadura en los 360 ml. de agua templada en el microondas. Removemos bien hasta su completa disolución y dejamos que repose durante 1 minuto.

2. Mezclamos sal, mantequilla derretida y azúcar moreno y añadimos esta mezcla a la anterior (levadura y agua).

3. Añadimos la harina (previamente tamizada) y ponemos la amasadora en marcha, mezclando a velocidad media hasta obtener una masa con todos los ingredientes bien integrados.

4. Amasamos durante 5 minutos (la masa es blandita pero no pegajosa, si es así añadimos un poquito más de harina).

5. Ponemos la masa sobre una superficie enharinada y boleamos un minuto.

6. Metemos la bola de masa en un cuenco ligeramente untado con aceite de oliva. Tapamos y dejamos que repose durante 10 minutos.

7. Precalentamos el horno a 200 grados ( calor arriba y abajo sin ventilador).

8. Ponemos a calentar el agua ( 2 litros y 200 ml ) con el bicarbonato y mientras cortamos la bola de masa en 12 porciones de 80 gramos cada una.

9. Las colocamos sobre la mesa enharinada y les damos forma haciendo primero un cordón que se cruza en forma de lazo en un extremo y luego se dobla sobre sí mismo.

10. Una vez tengamos formados los 12, los sumergimos de uno en uno en el agua con bicarbonato hirviendo, dejándolos en este baño durante 30 segundos (salen a la superficie).

11. Los recogemos con una espumadera y los colocamos sobre 2 bandejas de horno con papel vegetal algo separados entre sí.

12. Espolvoreamos la superficie de los bretzels con un poquito de sal gruesa y metemos al horno, precalentado a 200 grados, horneando a esta temperatura hasta que se vean doraditos (unos 20 minutos).

13. Retiramos y dejamos que se enfríen sobre una rejilla metálica.