A menudo sufrir una enfermedad va de la mano de sentimientos de aflicción o desconsuelo ante los que, por mucho que queramos sobreponernos, caemos rendidos en momentos de debilidad. Para lograr que la lucha sea más sencilla y afable existen entidades como la Asociación de Esclerosis Múltiple de Cartagena y Comarca (Emacc), que día tras día, desde que fue fundada en el año 1997, vela por mejorar la calidad de vida de sus asociados y de cualquiera que se acerca a la organización con una enfermedad neurológica.

El chapuzón solidario que se celebró ayer en Playa Paraíso fue una de esas actividades que, por noveno año consecutivo, organizó la asociación cartagenera en colaboración con la Federación de Natación de la Región de Murcia para «sensibilizar y visibilizar, para dar a conocer la asociación y la enfermedad». Así lo afirmaba la presidenta de Emacc, Mª Ángeles Ros, que se mostraba entusiasmada con el resultado de la jornada tras haber visto nadar a alrededor de 200 personas en travesías de distintas categorías, todas ellas con un fin solidario y respaldadas con la nadadora Margarita Domínguez como madrina del evento. El ganador en la carrera absoluta fue Mario Cuenca, del club Ucam Cn Fuensanta.

Lo recaudado con la prueba, que «rondará los mil y pico euros», se destinará a la labor de la asociación y a la investigación de la esclerosis múltiple, una enfermedad «para la que no tenemos cura, solo medicamentos que minimizan la intensidad o retrasan el riesgo de sufrir los brotes», detallaba Ros, aunque afirma que «tenemos las esperanzas puestas en unas medicinas que están en fase de experimentación pero que parece que van a salir pronto».

Comienza en etapas jóvenes

«Creo que hoy en día, a nivel de Cartagena, nosotros le hemos dado bastante visibilidad», sostiene Ros, «pero todavía hay gente que nos pregunta si es una enfermedad de los huesos». «No es así», aclara, «esto es neurológico, es la hermana del Parkinson y del Alzheimer y estamos hablando que se da en gente joven, desde los 17 o 20 años hasta los 40, y más en mujeres que en hombres».

«Tenemos discapacidades múltiples, que pueden ser quedarte ciego o sin hablar, sin poder caminar, desorientación, que no que te funcione bien la vejiga, todo depende de la zona donde tengas las lesiones»,apunta.

«Sin trabajo y sin amigos»

«Muchas veces te pilla en un momento de tu vida en el que estás estudiando o empezando a tener niños y es muy dura de llevar», señala la cabeza visible de la asociación. Además, lamenta que «muchísima gente se queda sin trabajo y sin amigos, porque ya no pueden salir como antes».

Por ello, defiende que desde Emacc - donde son unos 90 asociados, aunque en el Hospital Santa Lucía hay actualmente 450 casos registrados - «lo primero que hacemos cuando llega alguien es pedirle que venga con su familia para explicarles muy bien en qué consiste la enfermedad, porque la gente no lo entiende». «Tenemos la suerte de tener una enfermedad por la que no nos morimos, pero sí que es muy discapacitante», concluye.