A finales de los sesenta hubo una serie de grupos formados por gente conocida de grupos anteriores, que se reunían en lo que se llamaban ´supergrupos´. Un ejemplo de ello son el supertrío Oh Brother!, una «folk cover band» formada por sobresalientes músicos -Miguel Bañón (Los Marañones), Carlos Vudú (Carlos Vudú y el Clan Jukebox) y Pito Hervás (Vencejo)- que se dedican al rock de raíces, llevando clásicos del pop, rock y blues anglosajón al territorio de la americana music.

El sonido básico de la banda se asienta en un toque clásico y puro de guitarras. Escuchas su música y no hay manera de que dejes de pensar en Crosby, Stills, Nash & Young... Solo les faltaría Fernando Rubio. Las armonías vocales, los ritmos, los arreglos€ El hippismo de la época de Woodstock es palpable en su repertorio clásico de soft rock y folk rock, de Dylan a los Stones, Beatles, Travelling Wilburys, pasando por Buffalo Springfield, con algún trazo psicodélico y textos de amor, paz y libertad en temas realzados por las armonías vocales de sus componentes; y es que en el momento en que Oh Brother! ponen sus voces en comunión, la cosa se pone seria.

Para la presente edición del Cartagena Folk -que esta noche contará nada menos que con La Musgaña (22.30 horas) para la inauguración del Recinto del Puerto- presentan una nueva formación en formato sexteto: Oh Brother Hood, con la incorporación de Pepe Ludeña (violín), Pablo Orenes (Contrabajo y armónica) y Raúl García Pérez (batería y percusión). Carlos Vudú y Pito Hervás nos aclaran el concepto.

¿Cómo nació Oh Brother!?

Carlos Vudú: Como un pequeño homenaje a la música folk de raíz americana.

¿Desde cuándo tocáis juntos? ¿Cuál fue el primer concierto?

Pito Hervás: La formación actual de Oh Brother! empezó el camino hace un año, y debutamos en un abarrotado y añorado Café Zalacaín en Murcia.

¿Folk rock o Americana Music? ¿Cuáles son realmente vuestras influencias musicales?

P. H.: Compartimos el gusto por las buenas canciones, aquellas que anteponen el concepto ´canción´ al lucimiento técnico o al purismo estilístico. Solo pretendemos defender buenos temas de cualquier estilo, eso sí, adaptándolos a la rica instrumentación acústica que define el proyecto. Y utilizando armonías vocales.

¿Hay una escena destacable de este género en nuestro país? ¿Cómo la veis?

C. V.: Está claro que el folk americano no es un género masivo en España, pero es cierto que este estilo puede entrar en festivales de corte folk genérico, de country o blues, por ejemplo. Por suerte, cada vez hay más pequeños festivales apostando por estos estilos.

¿Por qué el nombre de Oh Brother!?¿Tiene algo que ver con la película de los Cohen?

C. V.: Evidentemente es un homenaje a la película, que a su vez es un homenaje a este estilo musical.

P. H.: También porque el proyecto surgió por las ganas que teníamos de hacer algo juntos, por sentirnos, musicalmente hablando, como ´hermanos´ [brothers, en inglés].

¿Buscáis el camino de la redención? ¿Juega algún papel La Odisea en el proyecto?

C. V: Todos los proyectos musicales tienen algo de homérico, y la temática de largos viajes por las famosas highways en busca de redención es una constante en la música de raíz americana.

¿Cómo os complementáis en Oh Brother!? ¿Cómo vais de egos?

C. V.: Cada uno aporta su personalidad en beneficio de la canción, y durante la actuación todos tenemos nuestro momento ´protagonista´. Al final se trata de disfrutar la música, no es ninguna competición.

¿Qué unifica a tres músicos como vosotros? ¿Tenéis espíritu de banda?

C. V.: El amor a la música. Siempre que compartes un escenario con otra persona se crea un vínculo muy especial, así que ese espíritu de pertenencia a una banda está muy presente.

¿Solo versiones o también temas propios?

P. H.: De momento, versiones, pero no descartamos nada; el tiempo lo dirá.

¿Tenéis alguna intención de grabar, o lo que prima en Oh Brother! es el directo?

P. H.: Lo que prima es el directo, y es el concepto principal de trabajo, pero notamos ya cierta demanda por parte del público que acude a nuestros conciertos, que nos pide poder llevarse alguna grabación a casa.

¿Qué habéis encontrado en Oh Brother! que no tengáis en vuestras respectivas formaciones?

C. V.: Creo que es muy ´saludable´ tocar con gente nueva; te ayuda a ser mejor músico y siempre te aportan nuevas ideas y conceptos que luego puedes incorporar a tu proyecto personal. La finalidad es seguir aprendiendo y disfrutando con la música.

¿El formato de trío acústico estaba pensado para un circuito de pequeños locales?

C. V.: Efectivamente, esa era la idea inicial, pero también hemos tocado en grandes escenarios, y ha funcionado muy bien.

Dylan, los Stones, C,S,N & Young... ¿Hay una línea determinada, o simplemente clásicos que hacéis vuestros?

C. V: No hay una línea establecida. Siempre que la canción se pueda adaptar a este estilo, y podamos darle un toque original, es bienvenida.

¿Qué repertorio lleváis y por qué elegís esas canciones?

P. H.: Una de cal y otra de arena, para entretener y nutrir a partes iguales. Hay desde hard rock hasta alguna canción ye-yé, pero pasándolas siempre por nuestro filtro para impregnarlas de nuestra personalidad.

Habéis tocado con Jaime Urrutia, Hombres G, en un ciclo al aire libre, en un aula de naturaleza, en Las Claras, el Cartagena Folk€ ¿Sois muy adaptables?

C. V.: Creo que es un formato y estilo muy agradecido. Al ser instrumentos acústicos, a priori, no resulta molesto para algunas personas, y, al final, muchas de las canciones del repertorio resultan conocidas, aunque no conozcan a los autores.

El vuestro es un directo muy luminoso (en todos los sentidos) y con mucha fuerza. ¿Era vuestra intención inicial conseguir un directo de esas características o surgió sobre la marcha?

P. H.: ¡Gracias! Con armar las canciones, empastar las armonías y planificar y movernos para generar trabajo, ya tenemos bastante... Nuestro directo es tal y como somos: ¡Directos y luciérnagos!

Parece que ampliáis al formato sexteto en Cartagena Folk. ¿Quiénes integran el sexteto? ¿Os anima a ello el presentaros como gran banda?

C. V.: La formación la completan Pepe Ludeña (violín), Pablo Orenes (contrabajo y armónica) y Raúl García Pérez (batería y percusión), y la verdad es que estamos encantados con esta ampliación, porque nos ha enriquecido instrumentalmente, y tener una base rítmica (contrabajo y batería) nos da mucha más pegada.

¿Seguiréis manteniendo el trío como formato más habitual?

C. V.: Los dos formatos estarán presentes. Dependerá de lo que exija el guión, pero intentaremos ir en sexteto siempre que podamos.

¿Qué debe esperar el público que vaya a veros en el Cartagena Folk?

C. V.: Tomamos el directo como una pequeña celebración, así que esperamos que el público se apunte a la fiesta cantando, bailando y disfrutando las canciones.