La artista electropop chilena Javiera Mena presentará esta noche en el Be Fresh Festival de la Sala REM de Murcia su nuevo disco -el cuarto-: Espejo (Sony, 2018). Compuesto y producido por la propia Javiera, este álbum ha contado además con El Guincho, Nico Parra, Alizzz, Fernando Herrera y Juan Sueiro en la producción de algunas de las diez canciones que componen este trabajo. El público se reencontrará con su clásico electropop fusionado con sonidos muy frescos y renovados, asentados en future pop, digital disco, synth pop y dembow, con los que pretende llevarnos al otro lado del espejo.

El Be Fresh Festival, paraíso del petardeo, aterriza en Murcia tras su éxito en Madrid. La primera edición contó con artistas como Papa Topo, Putochinomaricón y Ladilla Rusa, entre otros, y se presentó ante 20.000 personas en la misma Puerta del Sol de Madrid. En esta ocasión, Javiera Mena, icono LGBTI, se suma a un cartel que completan Papa Topo -pasaron hace unos años por el Lemon Pop-, Leticia ´AMedioDíaAlegría´ Sabater -que cantará en directo desde el Leti Rap hasta La Salchipapa, pasando por su último éxito, Tukutú-, Los Lomanos -grupo formado por los youtubers PennyJayG y Berttus, que presentarán sus temas ´electro-disgusting´- y Supernouveau, los DJ´s del momento de la capital, pincharán por primera vez en Murcia para llenar la Sala REM de la música más ecléctica, donde tienen cabida desde Raphael hasta Las Bistecs, pasando por Madonna, Las Grecas, Wendy Sulca o Chimo Bayo. Fiesta a go gó.

¿Cuál es el significado que le atribuyes al título de Espejo? ¿Tiene alguna relación con la ´Alicia´ de Lewis Carroll? ¿Qué relación mantienes con el espejo?

Nos inspiramos en Alicia para la portada y la estética; era atravesar el espejo en vez de mirarlo, y trasladarte a otra dimensión. Con el espejo tengo una relación cotidiana; con el espejo de las emociones tengo una relación íntima que cada día profundizo más.

¿Qué contiene Espejo?

Diez canciones hechas con mucho amor y gran trabajo.

El fin de semana pasado estabas en el Tomavistas, y esta semana actúas en el Primavera, el día antes de venir a Murcia. ¿Por qué crees que hay menos artistas femeninas en estos eventos?

Es un reflejo de que en todos los lugares donde hay liderazgo, como un escenario, siempre va a haber menos mujeres, y si las hay, siempre las vemos en su mayoría cantando o bailando, lo que me encanta y considero un lugar de poder, pero hay menos liderazgo desde la instrumentación o la producción o la ciencia que es el sonido, porque la sociedad está construida así, y a las niñas se les educa en un rol más pasivo, es lo mismo que pasa en las ciencias.

Javiera Mena siempre ha visibilizado el papel de las mujeres en sus shows. ¿Crees que es más difícil salir adelante por ser mujer? ¿En qué punto estás en la lucha por la igualdad?

Puede ser que se espere que una, para ser exitosa, tenga que ser de cierta manera -guapa sufriendo de amor, hablando sobre deseo y con un gran armario lleno de prendas de última moda-, pero una mujer que quiere ser relajada y hablar de otros temas, como yo, no se termina de entender en todos los sectores. En una página de Internet una vez se hizo un articulo en el que yo era como «la amiga buena onda» de la música, y eso parecía extraño, porque una artista pop se espera que sea objeto de profundo deseo; cosa que obviamente a un hombre no le pasa. Lo digo incluso con la voz: a las mujeres se nos exige también que, ademas de transmitir, tengamos una voz de ángel.

Tus directos incorporan baile. ¿Tu música es más para mover mentes o para mover cuerpos?

Ambas. Me gusta esa dualidad. Por ahí va mi apuesta exactamente.

En la música urbana los hombres son los abanderados del reggaeton, y las mujeres ocupan un lugar secundario. ¿En este disco te has acercado al género?

Siempre he tenido un coqueteo con esos ritmos, a mi manera, desde Esquemas juveniles, donde tengo alguna canción con este ritmo sincopado. Me gusta, es tribal, y se usa mucho en la electrónica. Pero el reggaeton contiene muchos otros elementos que yo no uso: es de melodías mas rítmicas y contiene un mensaje diferente y es todo un mundo. En este disco me influencié por ritmos sincopados que también pueden estar presentes en otras músicas, como el kizomba, el dabke y el techno.

Has pasado de trabajar con Cristián Heynes a hacerlo con Pablo ´El Guincho´. ¿A qué se ha debido el cambio? ¿Buscabas algún cambio de estilo?

Principalmente por las ganas de hacer cosas diferentes, de evolucionar. Hace mucho que quería trabajar con Pablo, pues tenemos mucha empatía. Entonces fue un buen momento, pues justo me encontraba en España en el momento de producir el disco.

Has trabajado con varios productores, pero Espejo parece más básico que tus discos anteriores. ¿Lo has aligerado deliberadamente?

Justamente busque la simpleza, que las canciones crezcan con pocos elementos, algo nada fácil de hacer. Mis discos anteriores estaban cargados de muchas capas, y ahora busqué que hubiera más espacio dentro de las canciones, más vacío, por eso quizás puede sonar más básico. Fue un desafío lograr eso.

¿Cómo se desarrolló la grabación de Espejo?

Entre España y Chile. Todas las voces las grabamos en Santiago de Chile, en un estudio hermoso en medio de las montañas, y también trabajamos en Barcelona. Se desarrolló entre muchas mentes que tuve que coordinar para lograr la unión. La mezcla se hizo en Nueva York con Michael Brauer, un ingeniero que admiro un montón y de nombre muy respetado.

¿De qué va Todas aquí?

Es un himno en contra de la arrogancia. Es como decir: «Todas estamos en lo mismo», y reafirmarlo, porque a veces se necesita decirlo en una canción. Lo hice en femenino porque me nació así, y a la gente le ha gustado mucho que lo haga, pues se siente un abrazo gigante entre mujeres. Me gustaría que los chicos también se identificaran y pudieran cantarla en femenino.

¿Qué te parece el papel de Internet en movimientos como el #MeToo?

Es un movimiento que está provocando un cambio cultural desde Hollywood, que al fin y al cabo nos rige bastante, pero en Latinoamérica hay muchos otros movimientos que también han hecho eco y que tienen que ver con la denuncia social. En Chile estamos viviendo días muy intensos de muchas universidades y colegios en paro demandando una educación no sexista. Son tiempos de cambios grandes en los que hay mucho choque y dolor, y es natural que así sea.

En tus canciones las letras tienen un rol importante. ¿Qué temas te están rondando estos días? ¿Son también menos confesionales o es la sensación que transmiten por el envoltorio?

Me gusta poder hacer canciones que vayan mas allá de mí, pero que al mismo tiempo vienen de mi experiencia; es por lo que trabajo. Me gusta la idea de los arquetipos y poder fluir a través de ellos. Si bien hay una cuota autobiográfica, me gusta mucho poder abstraerme y hablar con más distancia; es un gran desafío poder hacer eso, y me parece que tiene que ver con avanzar en el tiempo.

El disco rezuma positivismo. La sensación es que te lo pasaste muy bien componiendo y grabándolo. ¿Fue así?

Hubo de todo, debo admitir. El proceso compositivo también tiene mucha inseguridad y pérdida de confianza, pero sí, lo que primó fue la confianza, y eso tiene que ver con pasarlo bien, con sentirte a gusto con quien eres y lo que quieres decir, con jugar y soltar las expectativas. Yo quise transmitir un espacio de contención, que abrazara al oyente.