El ballet de Víctor Ullate llega esta noche a Lorca con El amor brujo, de Manuel de Falla. El bailarín y coreógrafo aragonés revisa con esta producción la pieza que él mismo estrenó en 1994 en la Maestranza de Sevilla, y para la que ha incorporado una nueva escenografía -obra del yeclano Paco Azorín- y vestuario para dar un mayor protagonismo a la luz (el fuego fatuo), que está presente en toda la trama.

El amor brujo es una espectacular travesía entre la vida y la muerte que nos acerca al amor en su forma más primitiva y que, en esta ocasión, lo hace desde una perspectiva más oscura. « La música de Manuel de Falla no llega a la media hora y yo quería hacer algo más largo -explica Ullate-. Entonces, hay parte de la música que es de Luis Delgado y, luego, hay composiciones de un grupo sueco de música dark ambiant, In Slaughther Natives. Todo esto hace que el espectáculo sea como entrar en un mundo maléfico, de tinieblas, donde Candela va buscando a José y se da cuenta de que el marido se ha convertido en un demonio. Es un momento de fantasía que no había en el primer espectáculo, porque hay murciélagos vampiresas y toda una serie de insectos», desvela el laureado coreógrafo.

Y es que el zaragozano invita a su público con este espectáculo a evadirse, a fantasear, en un momento en el que «eso es complicado, porque todo es muy crudo y bastante duro». Así pues, el Teatro Guerra se convertirá hoy en un pequeño mundo de ciencia ficción y, sobre todo, danza.