La antigua fábrica de Conservas vegetales La Muleta, ubicada desde 1955 al final de la Gran Vía de Cehegín, en el inicio de la Cuesta del Olivar es en la actualidad el espectacular restaurante y salón de celebraciones La Muleta, que ha mantenido el nombre de la fábrica y su espectacular chimenea, principal emblema del recinto hostelero.

El espacio de más de 1.500 metros cuadrados, con capacidad para atender a más de 620 personas, abrió sus puertas de 1990 hasta 1999 como la discoteca La Muleta, de la mano del empresario Cristóbal García Abril, quien se inició en el mundo de la hostelería a los quince años para trasladarse a Ibiza, donde comenzó en el Hotel Galeón en Puerto San Miguel y posteriormente regentó los míticos pubs Molokay, en la Gran Vía de Cehegín, e Hipnosis.

El equipo que ayuda a Cristóbal García lo componen su mujer, Mercedes Morales de Gea, el chef zamorano Pedro Pérez Antón, Charo, Raúl y hasta un total de 25 profesionales de la hostelería.

Nada más acceder a La Muleta encontramos el patio, con árboles centenarios donde celebran las recepciones y junto al que disponen del salón Libania, con una espectacular cortina de agua, con capacidad para 80 personas. Su inmenso salón principal cuenta con capacidad para 500 personas.

Un gran mostrador a la entrada ofrece una muestra de todas y cada una de las tapas, con precios desde 2,50 a 4 euros, con las que participan en La Ruta de la Tapa de Cehegín (hasta mañana), como: ensalada wacame, con bola picante de gamba; tosta de pulpo; fajita templada con pularda escabechada y salsa hoisin; mini hamburguesa de vacuno trufada con parmentier de patata y ketchup de aguacate; cochifrito con salsa picante y papaya; bola de ajo-patata caramelizada con cordero a baja temperatura y salsa de sus propios huesos; cocochas de bacalao con salsa de pescado de roca y atún laminado katsoubushi; 'Rin ran a nuestro modo' (un tubillón de patata cocida, brandada de bacalao, polvo de aceitunas deshidratadas, aceite de pimiento choricero y cebolla morada); ensalada de tomate escalfado, pimientos asados, arenque, picatostes y puntos ácidos, y, de postre, torrija de pan de hogaza y café o 'La bomba', un explosivo postre de mousse de chocolate blanco y vainilla con cobertura de chocolate puro y polvo de oro.

Estos días ofrecen su menú 'La Muleta Gastronómica', por 24 euros, que incluye trilogía de conejo; marmitaki; fajita templada con pularda escabechada y salsa hoisin; tosta de pulpo con mermelada de higo y aceite de canónigos y, al centro, parrillada de carne con cordero, presa ibérica, secreto y churrasco, con patatas asadas, además de bebida, postre y café.

El restaurante del salón de celebraciones La Muleta no tiene fecha fija de apertura al público excepto para grupos superiores a 25 comensales y previa reserva de fechas, pero sí que preparan al cabo del año diferentes menús en festividades especialmente señaladas y que anuncian puntualmente con cartelería y en sus redes sociales. Así, para el próximo Viernes Santo (30 de marzo) han preparado un menú por 30 euros que incluye un primer plato de 'Bocados frescos' con ensalada de pimientos asados con arenque, fajita de microbrotes y tataki de atún y ceviche de bacalao y carabineros. De segundo plato, pulpo en tres sabores. Un tercer plato de mero con ensalada tailandesa y un cuarto plato de cordero segureño con cebolletas y patatas asadas completa el menú, que incluye de postre cremoso de turrón de Jijona y leche merengada y salsa de vainilla.

Elaboran todo tipo de menús para celebraciones que ellos llaman 'Menús trajes a medida', desde 65 a 86 euros, y son muchos los novios procedentes de toda España e incluso el extranjero quienes eligen para su boda La Muleta. El año pasado atendieron en sus salones 35 bodas, otras tantas comuniones y diferentes eventos y celebraciones. Cristóbal García trabaja ahora en un ambicioso proyecto para 2020 con la apertura de un nuevo espacio con restaurante diario a la carta con la mejor gastronomía de la comarca, salones de celebraciones divisibles y amplias zonas ajardinadas.