Juanito Makandé, excomponente de Radio Makandé, decidió trazar su propio vuelo cuando gozaba del éxito bajo el ala de las multinacionales. Las decisiones difíciles suelen ser las valientes, y aquella le ha llevado por un camino de aprendizaje con las manos al cajón, mientras bebía de maestros como Chico Ocaña o Raimundo Amador.

Su cuerpo y alma inquietos hacen de él el hombre de los mil proyectos. Bajo el sol sevillano, junto a Fernando Lamadrid, se coló la idea de fusionar el flamenco con el indie en Estrictina, al lado de su compadre El Canijo de Jerez. Energía inagotable de quien ama lo que hace.

Pero ahora, tras acompañar a Los Delinqüentes o al propio Raimundo Amador como percusionista, Makandé (Juan Medina) se ha convertido en el cantautor de flamenco más cool, equidistante entre lo kikovenenoso y lo delinqüente, y con unas letras cuentacuentos menos profundas que las de estos, pero más surreales y poéticos si se tercia.

El influyente Billboard le señaló como artista a seguir y, tras el éxito de Muerte a los pájaros negros, se ha embarcado en una nueva gira para presentar El habitante de la tarde roja, su quinto disco, que mañana sube al escenario de la Sala Gamma. «Tengo nuevos cuchillos afilados y muchas ganas de lanzarlos al aire», decía sobre este nuevo trabajo.