La exquisitez de lo sencillo brilla en uno de esos lugares escondidos de la ciudad de Murcia. A la entrada, un muro sencillo, con una puerta de hierro, sin más artificios. Entre el trasiego de los coches y el bullicio de la calle, nos encontramos con un museo que invita a la tranquilidad y al sosiego.

Situado en la calle Alfonso X el Sabio, muy cerca del Museo Arqueológico y del Teatro Romea, tenemos el Museo de Las Claras, ubicado en el Real Monasterio de Santa Clara la Real de Murcia.

Murcia históricamente ha sido un lugar que ha bebido de diversas culturas, y el legado árabe se hace patente en este lugar, ya que originariamente allí se levantó un palacio construido por Ibn Mardanish, el conocido ´Rey Lobo´. Más tarde sería Ibn Hud, en el siglo XIII, el que haría sobre éste su palacio. Sería en tiempos de la Reconquista cuando acabó siendo donado a la Orden de Santa Clara, que lo convirtió en un lugar de oración y clausura. Una historia que ha sido recuperada por medio de diversas restauraciones.

Pero la visita al Museo de las Claras solo se entiende si se visita también la Iglesia que hay junto a él, en la que encontramos obra de Francisco Salzillo, representante del barroco murciano con letras mayúsculas.

Se trata de un lugar idóneo para ir con nuestros hijos. Podemos explicarles, antes de la visita, los cambios que ha sufrido la Región a lo largo de la historia, y cómo en distintas épocas se dieron cita en esta tierra distintas culturas y representaciones artísticas. Es por tanto un lugar en el que encontraremos la cultura islámica, gótica y barroca.

El Museo tiene una pequeña recepción en la que nos reciben los guías del museo, y a la derecha nos encontramos con una pequeña sala, que hace las funciones de aula didáctica, zona expositiva o incluso de charlas. Merece la pena destacar que la entrada es totalmente gratuita, con un horario de diez a una y de cuatro a seis y media de la tarde de martes a sábado, y los domingos y festivos sólo por la mañana.

Es realmente curiosa, cuando entras al patio interior -con una zona ajardinada- la sensación de desconexión con el espacio exterior. Quizá sea el sonido del agua de su fuente, que nos recuerda a los jardines de la Alhambra, y de la importancia del agua en la cultura árabe. Limoneros, naranjos, palmeras y los bancos que hay para sentarse invitan al relax; y aún no hemos entrado al museo propiamente dicho.

Es entonces, cuando cruzamos esta zona de huerta, cuando llegamos a la entrada del museo y ya la luz se hace a la vista por el imponente claustro con una preciosa alberca. Los más pequeños se quedan sorprendidos, ya que pueden ver varias maquetas y leer sin dificultad la información que hay en las vitrinas. En la primera planta pueden acceder a lo que con anterioridad era parte del antiguo coro gótico y a una cantidad de obras de arte sacro que son parte del patrimonio de la Orden de las Hermanas Clarisas.

Con este tipo de visitas estamos acercando a los niños de manera lúdica a la historia y al arte de nuestra Región. Una de las actividades que proponen para primero y segundo de Primaria está enfocada en los sabores y olores del pasado, y en aprender cómo las especias eran parte de las transacciones comerciales en la época medieval, viendo los recipientes que se usaban en aquella época para el almacenaje de los alimentos y su elaboración en la cocina.

Lo que está claro es que Murcia ha sido un lugar en el que han convivido las tres culturas -cristiana, judía y musulmana-, y como prolongación de ese legado cultural de convivencia somos testigos de la importancia de la tolerancia y el respeto hacia todas las culturas. Aprovechemos cada rincón que nos regala la ciudad para seguir construyendo lazos culturales y de conocimiento para quienes nos siguen el paso cada día de la mano: nuestros hijos y seres queridos.

Para este sábado los niños con edades comprendidas entre los 5 y 12 años podrán asistir al taller ´Tiro porque me toca. El parchís de Santa Clara´, de 16.30 a 18.00 horas. Has de llamar previamente o, allí mismo, en el Museo, inscribirte si no hay plazas para esta semana. Tenemos el 3 y el 10 de marzo el mismo taller. Los monitores que se encargan son muy atentos y enganchan enseguida con los niños. No te pierdas esta cita cultural con la historia y con el arte de la ciudad.