El sevillano Manuel Lombo es un artista singular. Emociona por su forma de cantar y por su sencillez y humildad, y aunque en su origen es cantaor, ha transitado durante años de carrera musical por diferentes géneros y estilos, conservando siempre, eso sí, la esencia flamenca. En esta ocasión, llega a Murcia con motivo de la Cumbre Flamenca para presentar Lombo X Bambino, una obra dedicada a la figura del cantaor de Utrera.

Formado en la esencia del flamenco tradicional bajo la tutela de José de la Tomasa o Naranjito de Triana en la Fundación Cristina Heeren, no sorprende que Lombo (Sevilla, 1979) rinda homenaje al personalísimo Bambino -Miguel Vargas Jiménez-, quien a su muerte en 1999, cuando ya lucía el título de ´príncipe de la rumba fatal´, había protagonizado una de las revoluciones más singulares, exacerbadas y pasionales del flamenco reciente.

Lombo, que ha triunfado tanto en el flamenco ortodoxo como en la copla o elpop aflamencado, ya homenajeó a Bambino en su primer disco cantando Tengo la experiencia, pero ahora se desata y brinda una completa selección de temas de su referente, un «artista transgresor que convertía en una gran obra cualquier canción que versionaba», asegura su discípulo. A. H. S.