Uno de los días más bonitos del año es, sin lugar a du- das, el día de la Cabalgata de Reyes. Tal día como hoy las calles de toda la Región tendrán a la ilusión como estrella principal en el firmamento. Todo está ya listo para que las calles de nuestras ciudades y pueblos preparen uno de los acontecimientos más esperados por todos los niños en la víspera de la llegada de sus Majestades de Oriente.

Pasearse en la tarde de hoy y ver las caras de miles de niños es de lo más bonito que se puede vivir cuando ya hemos dejado atrás esa etapa llamada infancia. Es por ello que los mayores recogemos el testigo de los que nos precedieron, y al igual que ellos hicieron con nosotros, seguimos la tradición, llevando a los más pequeños a vivir una tarde mágica y de ensueño.

Escribir la tradicional carta a los Reyes Magos es todo un descubrimiento, desde esa incipiente caligrafía en los niños de tercer curso de infantil que esbozan sus primeras letras, hasta todo ese ciclo de letras que van de la mano de los pequeños en Educación Primaria. Aprovecho para retomar con los pequeños la costumbre de escribir cartas, sirva ésta como primera para más adelante enviar a amistades del colegio, vecindario y familiares; es un recurso didáctico estupendo: podemos ayudarles a que se expresen de manera correcta, se comuniquen y estructuren sus ideas en pequeñas postales.

Las hay arrebatadas y con prisa, otras con esmero y serenidad, las hay muy pero que muy largas, y las hay también cortas, pero en todas ellas el nexo común es la ilusión. De hecho, cuando por azares de la vida -y la precaución de los mayores- las cartas que se enviaron años atrás aparecen en el mismo lugar en el que se escribieron, nos dejan como testigo un tesoro caligráfico con un enorme valor llamado corazón.

Quizá sea difícil pedir en estas fechas en las que todo va a una velocidad vertiginosa que guarden en su cabeza un instante de la tarde de hoy, ese momento en el que todo el mundo está sentado, abrigados niños y mayores, atentos a las luces de las motocicletas de la Policía que dan la señal de que va a comenzar la cabalgata. Todos están expectantes, como si el corazón se les fuese a salir por la boca.

Los niños mirarán al rey al que le escribieron la carta, para decir: «Me ha visto», «Me ha sonreído», y volverse a casa corriendo y apresurados para dormirse con un ojo medio abierto y el otro cerrado, pensando en todo lo que se ha hecho a lo largo del año anterior, esperando que los sueños y deseos se hagan realidad con las primeras luces del alba.

También es costumbre en estos días -pero más en la noche de hoy- comer el Roscón de Reyes, que si bien se compra ya hecho es excusa perfecta para hacerlo en casa con los peques, porque no hay cosa que más les guste que ponerse manos a la obra con cualquier cosa que tenga que ver con la cocina. Meter manos en harina, batir huevos, tamizar harina€ Sólo con tener un pequeño espacio de trabajo en la cocina, en la mesa y ponerles los debidos delantales, ya estarán más que atentos remangándose las mangas y con los ojos bien abiertos.

Por ello, si hay que entretenerlos en la mañana de hoy, busca por la despensa los siguientes ingredientes: medio kilo de harina de fuerza, 30 gramos de levadura prensada, 135 gramos de azúcar, tres huevos, dos cucharadas de agua de azahar, media copa de vino de ron moscatel, dos cucharadas de leche, 160 gramos de mantequilla, cinco guindas en almíbar, ralladura de corteza de naranja y azúcar glass. En un recipiente se pondrán todos los ingredientes para ir amasando la mantequilla, que se añadirá poco a poco al final, para hacer una bola que se ha de enfriar en el frigo durante unas tres horas.

Se puede ver que ha fermentado cuando ha aumentado de tamaño hasta el doble. Es ahí cuando se ha de hacer la forma de rosco y adornar con guindas. Hecho esto, se deja reposar otras dos horas y, pasado el tiempo, al horno a 175 grados unos 20 minutos. Y no tengáis miedo a que manchen o ensucien la cocina, está para eso, y para limpiarla en un momento.

Los niños y niñas se sienten útiles ayudando en casa, perfectamente pueden ser dueños y dueñas de la cocina y crear con sus manos cualquier receta que se nos presente.

Recomiendo tener chocolate a la taza preparado, ya que en un momento se calienta y está listo para acompañar al roscón, y juntarse con amigos, familia... La cuestión es compartir momentos en estas fechas tan señaladas, pero también a lo largo del año, pues cualquier excusa es buena para sentarse juntos a la mesa, ya sea con un roscón o unos churros con chocolate.

Así que mañana sábado será una mañana de sorpresas, de envoltorios, de niños y niñas jugando en pijama, de tíos y tías esperando a que lleguen los sobrinos, de abuelos y abuelas esperando a que entren por la puerta los nietos a desenvolver regalos. Enseguida tenemos la vuelta al cole, pero queda todo un fin de semana para hacer la mejor ruta, en familia y con amigos, en plan casero y disfrutando de este fin de fiestas y navidades.

Que la salud permanezca y entre en nuestras casas para quedarse con nosotros y los nuestros durante mucho tiempo, que podamos mantener cerca a los abuelos y familiares cercanos, y ante todo no perdamos nunca la ilusión por cada día. Aunque a veces los vientos no soplen en nuestra dirección, recordar que el timón de nuestro destino está en nuestras propias manos. Feliz noche y feliz año 2018.