Llega una de las fechas más entrañables del año, la Navidad. Ciudades y pueblos engalanan sus calles con luces y adornos, convirtiéndose en lugares y puntos de encuentro de actividades y de jornadas destinadas a todo tipo de público. La afluencia de niños por todos sitios es signo de las vacaciones de Navidad, y qué hacer con ellos es una excusa perfecta para descubrir rincones y lugares que nos depara esta nuestra tierra, llena de contrastes.

Pongamos ruta al corazón en estas fechas y vayamos unidos de la mano de nuestros seres queridos, pero sobre todo de la mano de los más pequeños de la casa, los niños. Organicemos una ruta por los lugares en los que podamos acompañarlos con el cariño y la ilusión que envuelven el ambiente que se respira por casas y calles. Que la luz que alumbra las ciudades sea reflejo de la que llevemos con nosotros cada día, y allá donde falte la llevemos con nosotros.

El Barrio del Carmen, junto con la Asociación de Comerciantes Carmelitanos, nos ofrece como en años anteriores el disfrute de la gran pista de hielo instalada en el Cuartel de Artillería. En unos 500 metros cuadrados de pista, grandes y pequeños podrán patinar y disfrutar de este espacio que se instala con la Navidad. Un lugar especial en el que los niños pueden usar patines adaptados para números del 22 al 25, y con bota para los números a partir del 25. Patinando alrededor de un gran árbol en el centro de la pista, grandes patinadores como Javier Raya han pasado ya por este lugar.

Cuenta además con dos instalaciones en las que se puede alternar en pack. Por un lado está el tobogán de trineo con ruedas hinchables y, por otro, el circuito de tirolina con un bosque. En los hinchables se pueden subir los niños a partir de los cuatro años, ya que pueden sujetarse a los laterales con facilidad, y hacerlo de manera individual o acompañados. Cuentan con tres bajadas cada viaje que se saca, y les encanta a los niños.

La zona de tirolina se divide por altura; los pequeños, si llegan a 1,10 metros de altura y los grandes, a partir de 1,30 metros. Cuenta además con una bonita decoración a lo largo de todo el bosque, que hace de este un lugar mágico en el que combinar equilibrio y destreza, ataviados de arneses y siempre supervisados por un excelente equipo de monitores, que están pendientes de los niños para que lo pasen lo mejor posible.

La empresa que gestiona este tipo de actividades nos llega desde Granada, lugar especializado y destacado por su trabajo en temas relacionados con el ocio y la nieve. Por este motivo, el adentrarnos en las distintas actividades nos hace pensar, por la misma decoración, que pudiésemos estar en medio de una sierra llena de pinada y nieve. Cabe también destacar la iluminación del bosque aéreo al caer la tarde, al igual que las luces al ritmo de la música en el interior de la pista de hielo.

Para seguir en el entorno de la plaza del Cuartel de Artillería, tenemos la casita de Papá Noel, en la que se puede hablar con él y con sus ayudantes, así como contarles cómo nos hemos portado a lo largo del año y cuáles son nuestros deseos en estas fechas. Los niños y los grandes se quedan maravillados de lo bonita que es la casa en su interior. Y es que, con todo lujo de detalles nos recrea una preciosa casa como si estuviésemos en la mismísima Laponia. El Círculo Ártico trae una de sus embajadas por todo el mundo y nos permite cruzar al lugar de los sueños por medio de esta visita, en la que los niños quedan prendados por la amabilidad y el cariño con los que son recibidos.

Nos han contado que además tendremos la oportunidad de disfrutar de la visita de los tres Reyes Magos de Oriente, puesto que para el próximo 27 de diciembre contaremos con Melchor, Gaspar y Baltasar en este mismo espacio. Los Reyes atenderán a todos los que allí lleguen y recibirán cartas de los niños que deseen entregarlas.

Los peques siempre se quedan con ganas de más, por lo que contamos además con una zona de parada y fonda especial como es la churrería Churry, que nos llega desde Alicante, con el mejor puesto con churros y chocolate para endulzar el paladar y calentar el cuerpo. Desde las típicas porras hasta gofres y refrescos, que nos permitirán reponernos de una mañana o tarde cargada de aventuras.

La ciudad se tiñe de luces, de árboles de Navidad, de belenes, de puestos de artesanía y de dulces tradicionales así que, bien abrigados si el paseo es de tarde; o si es de mañana, sin prisas pero sin pausa, aprovechamos para disfrutar de todas las actividades con las que se llena la ciudad para acompañar este periodo lleno de magia, de infancia y de ilusión. La Navidad ha llegado, vayamos a descubrirla por nuestros pueblos y ciudades. Enciende la ruta estas fiestas al mejor lugar de todos, tu corazón.