«Steve y yo hemos sido cercanos como músicos y amigos por mucho tiempo. En el momento en que nos juntamos siempre hay algo que se enciende automáticamente», explica Corea en el vídeo promocional de su encuentro. «No dejo pasar la oportunidad de tocar con Chick, porque esto me lleva a otro nivel musical», responde Gadd. Sincronía, feeling, compenetración..., como quieran llamarlo. Y el resultado es simple: «Tuvimos una idea: grabemos un disco, hagamos una gira para tocar»; y bendita la hora. Gracias a esa idea, esta noche se subirán al escenario del Auditorio El Batel en el que es sin duda uno de los conciertos más destacados del Cartagena Jazz Festival.

Como no podía ser de otra manera, Corea y Gadd no vienen solos. Les acompaña una banda de primer nivel y con un marcado carácter internacional, con el guitarrista beninés Lionel Loueke, el saxofonista y flautista norteamericano Steve Wilson, el contrabajista cubano Carlitos del Puerto y el percusionista venezolano Luisito Quintero; un dream team que trae a cuestas un repertorio que repasará la obra conjunta de ambos artistas, que acumula años de trayectoria.

Las colaboraciones entre ambos se pueden escuchar en discos de fusión como The leprechaun (1975), My spanish heart (1976) y The mad hatter (1978), pero sobre todo en uno de los clásicos del jazz contemporáneo de Corea, el cinco estrellas Three quartets (1981).

Chick Corea ya ha alcanzado el grado de icono musical. El pianista de Massachusetts, compositor y líder de banda, es el cuarto artista más nominado en la historia de los Premios Grammy con 22 premios de 63 nominaciones, además de Grammys Latinos; pero no por ello vive de las rentas. Y es que a sus 76 años, el pianista está en plena forma y su carrera ha tomado una deriva revisionista que parece encaminada a agrandar su leyenda. Armonías exuberantes, largas líneas melódicas y un persistente latinismo en los ritmos -irremediable en vista de los orígenes de la banda que le acompaña- edificado desde las líneas de Gadd, uno de los bateristas más influyentes de la música contemporánea. El neoyorquino es considerado como unos de los diez mejores baterías del mundo según las revistas especializadas Modern Drummer y Drummer World, y ha tocado con artistas de la talla de Paul McCartney, Paul Simon, Steely Dan, Al Jarreau, Joe Cocker o Eric Clapton, entre otros reconocidos músicos.

Juntos forman un tándem incomparable. Destilan un groove inigualable y quilates de buen jazz. Así pues, esta noche en El Batel se servirá un trago exquisito para los amantes del género; una degustación con categoría de leyenda y que no necesita de etiquetas, pues, como dice aquella expresión, algunos músicos no requieren presentación.

Grrr! en la Plaza del Icue

Grrr! en la Plaza del IcuePero el jazz comenzará hoy mucho antes -concretamente a partir de las doce y media del mediodía-, y lo hará en la Plaza del Icue. Será gracias al proyecto Grrr!, una banda formada por viejos conocidos en la escena musical local -algunos de ellos llevan más de 30 años en esto de la música, en grupos como Los Marañones- que se han unido para retomar clásicos de soul y rock y darles una nueva forma instrumental, conservando la esencia, pero con un estilo propio, incluyendo espacios para la improvisación y la experimentación sonora.