¿Qué es para usted una buena novela negra?

Una buena novela negra es la que, aparte de narrar una historia de asesinatos e intriga, sabe aportarte algo diferente, una nueva forma de mirar al mundo sin dejar de lado la coyuntura económica y social que nos rodea. Aquella que, además, intenta profundizar también en los distintos personajes, para que el lector pueda empatizar con ellos conociendo sus sentimientos, miedos y en definitiva los orígenes de sus emociones, su punto de partida emocional que, al fin y al cabo, es lo que provoca que actúen en la trama de determinada forma. Es importante comprender de dónde viene y hacia dónde va cada uno de los personajes. Esto es algo que está a la orden del día en el mundo de las series de televisión y que ya introdujeron las novelas que vinieron del frío (novela noir procedente de Dinamarca, Suecia, Noruega o países de este tipo).

¿Cuáles serían sus personajes y autores negros favoritos?

Siempre me han gustado los arquetípicos detectives de novela negra, con ese toque oscuro que roza el antiheroismo. Mujeriegos, cínicos y con gran apego a la botella de whisky. ¿Por qué será? Entre autores de cabecera tengo, como no podía ser menos, a grandes clásicos como Raymond Chandler, o por ejemplo a Benjamin Black que recientemente ha resucitado al personaje de Phillip Marlowe en su novela La rubia de los ojos negros. Por supuesto, a la novela negra nórdica, como Stieg Larsson con la saga de Millennium, o Jo Nesbo. También soy un gran seguidor de otros autores como el francés Pierre Lemaitre. Y en nuestro país, el magnífico Víctor del Árbol. Y, de forma más local, Juan Soto Ivars o, por supuesto, Antonio Parra Sanz, que se ha convertido en todo un referente para toda una generación de escritores murcianos. También hay grandes autores locales de mi edad que están haciendo las cosas realmente bien como Pedro Martí, Alexander Copperwhite, Victor M. Mirete, Rubén F. Uceda o Alfonso Gutiérrez Caro.

¿Se ha sentido atraído por este género desde siempre?

La verdad es que sí, soy un devorador de novelas de este tipo. Aunque para mí la novela negra no es más que un vehículo para hablar y reflexionar sobre otro tipo de cosas que me inquietan o me preocupan, como el amor, la familia, la situación política o incluso temas más trascendentales como el universo, la vida, el arte, el cine. Me gusta tratar de estirar al máximo los límites del género y jugar con ellos, en lo que se refiere al fondo y a la forma de la novela negra. También soy muy fan de la ciencia ficción, género con el que comencé escribiendo pequeños relatos y que quiero revisitar en forma de novela próximamente.

¿Qué opina de la expansión que vive en España este tipo de literatura?

Creo que lo que antes era considerado un género menor, bastante denostado, está recuperando el lugar que se merece en el panorama literario, precisamente por la importación de novelas negras europeas que supieron añadir ese componente social y humano a la clásica novela negra. Ahora la novela negra goza de muy buena salud y, como decía, es un género que se ha enriquecido por contar con unos personajes mucho más profundos y complejos y por echar la mirada a otros aspectos de la vida, que también son muy importantes.

¿Y qué le ha traído a participar en estas jornadas, qué espera de Cartagena Negra?

Creo que tener tan cerca un festival de las características de Cartagena Negra es algo que no se puede obviar ni pasar por alto. Pocas ciudades tienen la suerte de contar con propuestas culturales de este calibre, nunca mejor dicho (risas). Estoy eufórico de poder participar en algunas charlas y mesas redondas a las que he sido invitado como ponente y de ver publicado el libro de relatos negros en el que participo junto a grandes autores de la Región. Además, quiero pasar todo el fin de semana en Cartagena para no perderme ni uno de los eventos que hay organizados como charlas o talleres de escritura a los que quiero asistir. Tengo la cita marcada en rojo ‘sangre’ en mi calendario desde hace meses.

¿Cuáles son sus armas y métodos preferidos a la hora de matar?

R Creo que mis relatos y novelas son muy cinematográficos y muy cercanos al cine de Tarantino en su época de Pulp Fiction. Así que nada mejor que una buena pistola, o una buena persecución, para darle a la novela esa carga de adrenalina tan necesaria.

Elija algún personaje real para quitar de en medio y justifique el crimen, claro.

Pues hay tantos que necesitaría uno de mis mejores sicarios para poder llevar a cabo tal difícil empresa. Pero, sin duda, elegiría a Donald Trump. Creo que está llevando al mundo por unos senderos de miedo y populismo muy peligrosos. Me da mucho miedo lo que pueda pasar durante el fuego cruzado de esta lucha de egos, es algo sobre lo que ya reflexiono en mi novela Cameron.

¿Quién es Cameron y qué tiene de especial como para protagonizar e incluso darle nombre a una novela negra?

Cameron es el nombre de la chica (siempre hay una chica, risas) que protagoniza mi novela. Es una mujer de gran belleza, con un aspecto que puede resultar frágil, pero que es toda una amazona, una chica de armas tomar que pertenece a una organización criminal denominada MASK, y que pretende hacer del mundo un lugar mejor. Para esta organización, el fin siempre justifica los medios, sobre todo en esta época de crisis moral que estamos viviendo. Siempre me gusta poner nombres poco comunes a mis personajes, en este caso Cameron es un guiño a la obra de Boccaccio El Decameron, ya que mi protagonista es el leitmotiv de varias tramas y vidas que se cruzan, en concreto diez, al igual que la obra del escritor italiano.

La sociedad que presenta en su novela, ¿está alejada de la actual?

Por desgracia no, es muy parecida, y eso que comencé a escribir los primeros esbozos hace unos diez años, pero la realidad siempre supera la ficción y lo que imaginé como una sociedad bastante podrida y corrupta se ha convertido en realidad, es casi una especie de distopía que está de rabiosa actualidad. Toda esa sociedad está representada por una ciudad sin nombre, en la que transcurren los acontecimientos de la novela, es prácticamente un personaje más, humanizado en varios pasajes del libro y que se sitúa como un cómplice maligno de algunos personajes, mirando con demasiada frecuencia hacia otro lado. Como se cuenta en el prólogo, en esta ciudad siempre llueve sobre mojado.

¿Qué ventajas le ha encontrado al hecho de que los personajes estén al otro lado de la ley, y qué inconvenientes?

En la novela tanto los buenos como los malos están de un lado u otro de la ley: hay asesinos con los que empatizas y te sientes identificado y policías corruptos. Son personajes complejos cargados de aristas y matices; eso me ha permitido profundizar en determinadas cosas y reflexiones, en las que subyace una con gran importancia: ¿el fin siempre justifica los medios?

¿Qué es eso de la Generación 16 y qué tiene que ver con la eclosión que vive el género negro en la Región?

Pues es un término que salió de la imaginación del escritor Asensio Piqueras, y que habla de un grupo de escritores, amantes de la novela negra, que publicaron sus novelas en el año 2016 y del que me han hecho formar parte con gran orgullo. Pero sobre todo, es un grupo de personas que amamos el género y que compartimos muchas más cosas, respeto, admiración y sobre todo amistad. Como decía al principio, este grupo de escritores son todo un referente para mí, y sobre todo destacaría el compañerismo y las ganas por emprender proyectos de forma conjunta. Me he dado cuenta que en Murcia hay una gran grupo de escritores de una misma generación (alrededor de los treinta años), con gran talento y que merece la pena leer sí o sí. Yo ya me he convertido en un apasionado de la literatura murciana, ya que hay una eclosión de gran cantidad de autores y grandes novelas que no tienen nada que envidiar a los best-sellers que se venden en todas las librerías. Además, tratamos de difundir la cultura en la Región. Por ejemplo, la Organización Palin, persigue recuperar la extinta Feria del libro de Murcia, una organización cultural que es un satélite de esta generación 16.

Ofrézcale algún consejo al lector de novela negra.

Sin duda que apueste por la nueva generación de autores murcianos que están escribiendo grandes novelas de género negro. Las hay de todos los tipos: más clásicas, más innovadoras, ambientadas en alguna ciudad de la Región... Desde luego que no se arrepentirá y descubrirá que no tienen nada que envidiarle a otras novelas más mediáticas. Si no le gustan, se dónde vive…