José Piñar (Granada, 1967) expone en Murcia su último trabajo, una colección de obras que no tienen título «porque prefiero que cada persona le ponga el suyo, según le inspire el cuadro».

Sus piezas destacan sobre las paredes blancas de la galería Art Nueve (Murcia), donde se pueden ver hasta 15 de septiembre. El color, la forma y el fondo son parte de su composición. Y es que «todo está estudiado», destaca el autor.

Se trata de una exposición que reflexiona sobre las posibilidades de la pintura, «de sus límites, de su carácter semántico y de la sensualidad dirigida a los sentidos que subyace el propio gesto pictórico», reza la presentación de su muestra.

«Soy pintor y de lo que me intereso es de la pintura», subraya Piñar, quien apunta que entre su colección se destacan distintos tipos de cuadros: «existen unos más formales, como los fondos de los paisajes, una pintura que configura un fondo, y otras piezas con más detalle, más lineales».

Tal y como describe su presentación, la obra de José Piñar establece un balance que oscila entre dos puntos bien diferenciados. Por una parte, ejerce lo que él denomina «metapintura», el estudio sobre la propia disciplina y el análisis de su tradición, de los elementos que configuran como la «frontalidad, la composición, la plenitud, la huella o la disposición de la materia».

Como si de un guiño a los planteamientos de Clement Greenberg se tratara, el granadino analiza los elementos formales que definen la pintura, su historia, y duda sobre su desbordamiento, «sobre sus límites, poniendo la atención en las relaciones que establece con el mundo o de la posibilidad de su autonomía».

La pintura necesita su tiempo, el mismo que se requiere para contemplar la obra. «Es importante que cada uno se tome su tiempo, algo que hoy en día nadie hace. Estamos acostumbrados a que todo sea rápido y la pintura ofrece una experiencia que no tiene lo digital. Se necesita tiempo y dedicación», relata el artista.

Sus obras, en las que utiliza la pintura acrílica, entrañan complejos equilibrios entre la geometría y el gesto, «dando lugar al desarrollo de un lenguaje propio y una sintaxis particular». Cada pieza es única, independiente, pero a la vez forma parte del conjunto compositivo.

Entre este juego lingüístico sobrevuela su obra, piezas que se pueden interpretar de diversas maneras pero con la pintura de fondo.

Sobre el autor

José Piñar es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada en 1990. Ese mismo año realiza su primera exposición individual en la sala baja del Palacio de los Condes de Gabia en su ciudad natal, a la que siguen más de treinta exposiciones individuales en sus veinticinco años de trayectoria profesional.

Su obra está presente en diversas colecciones, entre las que destacan la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), la del Banco de España (Madrid), Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla), Diputación Provincial de Granada o la del Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa (A Coruña).