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Real Murcia

Pagar a Mauricio o estrangular al Real Murcia, el dilema de Felipe Moreno

Tras la sentencia del Supremo, el dueño grana tendrá que acabar llegando a un acuerdo económico por las acciones del mexicano si no quiere maniatar al club ante la imposibilidad, por contrato, de llevar a cabo ningún proceso que pueda diluirle

Felipe Moreno muestra la sentencia del Supremo en rueda de prensa

Felipe Moreno muestra la sentencia del Supremo en rueda de prensa / Juan Carlos Caval

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Fallaba el Supremo hace una semana a favor de Mauricio García de la Vega. Confirmando la sentencia de la Audiencia Provincial, el alto tribunal consideraba nula la ampliación de capital llevada a cabo por el Real Murcia en 2018. Lo mismo ocurrirá con las que se han ido realizando posteriormente y que estaban en ‘stand by’ en los juzgados. De hecho, cuando la entidad asuma la decisión de los jueces, el capital social será reducido a apenas 178.000 euros, elevando la deuda en más de 18 millones -los actuales accionistas pasan a ser acreedores-.

Es verdad que Felipe Moreno intentó reducir el golpe trasladando calma en la rueda de prensa de la pasada semana. «Ya me encargué yo, antes de entrar en el Real Murcia, de comprar dos partes de Mauricio. Seguimos con legitimidad por tener más del 50%», dijo el presidente grana, pero aunque la anulación de la ampliación de capital de 2018 no tenga consecuencias directamente para el cordobés, sí las tendrá para el club.

Tendrá que hilar fino Higinio Pérez, abogado del club, para que esa nueva deuda, de más de 18 millones, quede reducida a la mínima en el Plan de Reestructuración que se prepara y con el que no puede cometer los mismos errores que en el anterior. Sin embargo, con el tema del capital social, el problema va mucho más allá, hasta el punto de que el Real Murcia podría acabar completamente estrangulado.

Una cláusula que da miedo

Y todo por una cláusula que Felipe Moreno no dudó en aceptar en el contrato que en 2022 firmó con Mauricio García de la Vega para la compra de las acciones que el mexicano tenía del club grana, un contrato que se cumplió a medias, porque el actual presidente murcianista no afrontó el segundo pago, conformándose con el 66% del pastel.

Como el presidente grana decidió arriesgarse y no pagar los dos millones que faltaban para completar los cuatro firmados, Mauricio García mantuvo su potestad de mantener su batalla judicial, una batalla que, tras la resolución del Supremo, deja al mexicano con un capital de 45.000 euros sobre 178.000 euros, lo que le convertiría en el segundo máximo accionista de la entidad.

Pero es que el de Guadalajara tiene otra carta ganadora en el bolsillo. Porque en el mencionado contrato, Felipe Moreno no dudó en aceptar una cláusula que ahora le impedirá llevar a cabo cualquier proceso que diluya al mexicano. Y entre esos procesos se incluirían una nueva Operación Acordeón o una futura ampliación de capital, y si, por contrato, no puede aprobar en Junta una ampliación de capital, el Real Murcia quedaría completamente en coma.

Toca negociar

De ahí que, ahora mismo, a Felipe Moreno no le quede otra que levantar el teléfono para intentar encarrilar las relaciones con Mauricio García de la Vega con el fin de alcanzar otro acuerdo económico por el que el presidente del Real Murcia compraría el paquete de acciones en manos del mexicano. Lo que debió haber hecho en diciembre de 2023 y que no hizo, confiando en que el Supremo no diese vida al de Guadalajara. La incógnita ahora es si el vendedor aceptará mantener los términos del pacto anterior o si, ya con el espaldarazo judicial, considerará que es necesario iniciar una nueva negociación, y más sabiendo que no lo pueden diluir.

Sin ese acuerdo, que apartaría definitivamente a García de la Vega, el lío estará garantizado. Porque, aceptando el capital social de 2018, Felipe Moreno estaría obligado a hacer una ampliación de capital y, si no quiere verse en una nueva batalla judicial, debería buscar la fórmula para compensar al mexicano y que este conserve su porcentaje.

¿Nueva Operación Acordeón?

Pero teniendo en cuenta que ya el año pasado el Real Murcia presentó en los juzgado un Plan de Reestructuración con Operación Acordeón incluida, haciendo caso omiso a la cláusula que favorece a García de la Vega, no sería extraño que Higinio Pérez repitiera estrategia para reducir el capital a cero, diluyendo a todos los accionistas y obligando al mexicano a acudir a los tribunales para defender sus derechos ante Hause la Fuente.

El problema es que, después de que la Audiencia Provincial tumbara el Plan de Reestructuración, el Real Murcia deberá reformular sus movimientos para cumplir con el principio de igualdad.

No valdrá, como ya dijeron los jueces, castigar a todos los acreedores y accionistas y que, en cambio, Felipe Moreno conserve sus créditos para luego convertirlos en una nueva ampliación. Si Felipe Moreno quiere salvar sus créditos para convertirlos en acciones sin tener que desembolsar más dinero, tendrá que ofrecer lo mismo a todos los accionistas, ahora acreedores del club.

Mauricio García, en varias Juntas antes de la llegada de Moreno, ya propuso que le reconocieran como máximo accionista y él recompensaba a los socios que habían participado en las distintas ampliaciones.

Lo que dice el contrato

Hause la Fuente SL se obliga a no proponer ni, en todo caso, apoyar con los derechos sociales y de voto de sus acciones, ya sean las adquiridas en la primera opción o cualesquiera que pueda adquirir separadamente, directa o indirectamente a través de otras sociedades vinculadas o relacionadas de algún modo con Hause la Fuente o Felipe Moreno Romero, cualquier acuerdo societario que implique una disminución del porcentaje del capital social que ostentará Iconos Nacionales en el Real Murcia tras el ejercicio de la primera opción y o que se vayan desprendiendo del resultado de los distintos procesos judiciales.

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