Primera RFEF
Nueva derrota de un Real Murcia que pone a temblar a Etxeberria (1-0)
El técnico vasco queda en el alambre tras el nuevo ridículo de los granas, incapaces de sumar en Tarazona

La defensa del Tarazona no dejó respirar a los granas / Prensa Real Murcia
Si Felipe Moreno tenía dudas con Joseba Etxeberria, en el Municipal de Tarazona debió despejarlas todas. Si Felipe Moreno todavía tenía pensado darle más crédito al técnico vasco, no debería descuidarse mucho. Siempre hay algún candidato al ascenso que se acaba estrellando bajando de categoría, y el Real Murcia, en solo siete jornadas, ya tiene cara de eso. Porque si alguien vio brotes verdes hace una semana en Nueva Condomina, este sábado tuvo que volver directo a la realidad, una realidad en la que la palabra mediocridad es la que mejor define al Real Murcia. Un Real Murcia que no pudo ni sumar ni un punto en Tarazona, un Real Murcia que encajó una nueva derrota, un Real Murcia sin juego, sin alma, sin ocasiones... un Real Murcia que se está acostumbrando a dormir en zona de descenso.
No creo que los partidos en el Municipal de Tarazona difieran mucho. No creo que ningún visitante acumule un gran número de ocasiones o que disfrute sumando posesión de balón. Sin embargo, cuando en octubre ya has tocado fondo, como es el caso del Real Murcia, ni el campo, ni el rival, ni el césped deben ser excusa... Por eso un partido que podría pasarse por alto para cualquier otro visitante, para los granas fue una decepción más en lo que ya es una caída libre.
Lleva ya varias semanas pidiendo Etxeberria intensidad. Lleva ya varias semanas intentando disimular su mal trabajo y el fracaso de su sistema, con la excusa de la mentalidad y de la energía. Un estadio como el del Tarazona era el escenario ideal para demostrarlo. En el Municipal no vale la posesión ni las florituras, en el Municipal vale la lucha, la presión, la intensidad...
Pues una vez más no logró Etxeberria lo que pedía a los suyos. La lentitud les condenaba una y otra vez, que tu única estrategia sea los centros tampoco ayuda y si a eso le añades que eres incapaz de poner en aprieto a la defensa, pues el resultado es el que se vio durante la primera parte.
La expulsión de Sekou retrata al técnico
Una primera parte para olvidar, una primera parte a la que ya le estamos dedicando más palabras de las que se merece; una primera parte en la que no vimos a Flakus, en la que Moyita perdió todo lo que tocó y en la que Sekou agradeció no ser expulsado antes del descanso, pero que acabó viendo la roja en el 58. Un Sekou que ya lleva tres semanas en el once sin que nadie alce la voz. Menos mal que no es canterano, porque si fuera canterano, muchos ya le habrían abierto la puerta hasta del infierno.
Pero las oportunidades que en el Murcia no existen para los canteranos, sí existen para un futbolista por el que se pagaron 200.000 euros y al que le viene muy grande la categoría.
Sin embargo que nadie crucifique a Sekou, porque todas las cruces tendrían que ir directas a Etxeberria, un Etxeberria que parece vivir en un mundo diferente, un Etxeberria que debe pasarse los días en el mismo chiringuuito de la playa que Munúa, un Etxeberria que no se entera de la película. Porque el técnico fue el único que no se enteró del riesgo de expulsión de Sekou. Porque el técnico se empeñó en mantenerlo tras el descenso, y la condena fue jugar prácticamente toda la segunda parte con diez.
Echaron a Sekou y por fin hizo algo Etxeberria, aunque sorprendió que uno de los cambios condenaba al banquillo a Flakus, tu principal referencia en ataque, y más si el que acababa de entrar al campo era Pedro Benito. Pues se marcharon Flakus y Ekain y saltaron al campo Juan Carlos Real y el mencionado Pedro Benito. Mientras tanto Moyita seguía en el campo pese a no dar ni una en el centro del campo.
Muchas letras hasta aquí pero ninguna ocasión. No se nos ha olvidado. Es que el Real Murcia llegó al minuto 60 sin prácticamente tener una ocasión de gol. Es que un disparo de Ekain que se marchó fuera fue lo único potable de un equipo a la deriva.
El gol de la condena
Y si alguien seguía en ese momento con la televisión enchufada, todavía iba a recibir una condena mayor. Si Andrés López había salvado sobre la línea la mejor ocasión del Tarazona en el 52, en el 67 llegó lo que ningún grana quería, pero lo que en el fondo todos esperaban. En el 67 el Tarazona se adelantaba en el marcador, en el 67 la defensa grana tuvo la caraja de la tarde para ponerlo todo a favor de un conjunto local que se adelantó por medio de Javi Gómez.
Dijo Etxeberria hace dos semanas que el Real Murcia había tocado fondo. No sabemos cómo definir la situación dos jornadas después. Porque esa mejoría ante el Sevilla Atlético a la que se agarraba el vasco, esa mejoría que no significó ni la victoria, este sábado no se vio por ningún sitio. Este sábado se vio al Real Murcia mediocre de siempre, un Real Murcia que cada día que pasa en manos de Etxeberria se vuelve más mediocre, porque para el Real Murcia de Etxeberria la mediocridad ya es su principal seña de identidad. Un Real Murcia que no se merece en el banquillo un entrenador que no es capaz ni de ver que uno de sus jugadores tiene todas las papeletas para ser expulsado. Pues ese entrenador es el que está en el banquillo del Real Murcia, ese entrenador es el que solo ha ganado un partido en siete jornadas, ese entrenador es el que ya ha consolidado a los granas en el descanso.
Da igual que Juan Carlos Real estrellase un balón en la madera en el 72. Porque esa acción fue un espejismo. Porque con veinte minutos por delante, el único que buscó el gol fue el Tarazona, un Tarazona que de tener más calidad arriba podría haber cosido un traje a los granas. Y si no había problemas ya, Cristo Romero se lesionó y Etxeberria tuvo que tirar de un tal Kayode Adewale Adebayo, un nigeriano que ha promocionado este verano al Imperial procedente del juvenil Promises. Resulta que durante toda la pretemporada Etxeberria estuvo probando a Álvaro Aquino en el lateral, pero justo cuando necesitas un sustituto para Romero, mientras Aquino estaría en su casa o jugando con el juvenil, el vasco se saca de la nada al tal Kadoye. Así funcionan las cosas en el Real Murcia. Así trabajan Goiria y Etxeberria. O si no que se lo pregunten por ejemplo a Aitor Sarabia.
Un fondo sin fondo
Y con este despiporre en la gestión deportiva del Real Murcia, así le van las cosas al Real Murcia. Un Real Murcia que representa a la perfección la Pirámide del Infierno de Dante Alighieri. Porque lo que Etxeberria definió como "tocar fondo" posiblemente fuera "tocar limbo". Así que la afición grana se vaya preparando para seguir cayendo.
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