Fútbol

Real Murcia y FC Cartagena: misma parálisis, distinta tempestad

Real Murcia y FC Cartagena no arrancan, pero mientras que los granas todavía lloran la decepción del no ascenso, los albinegros están metidos en un verdadero lío económico

Joseba Etxeberria y Dani Ponz.

Joseba Etxeberria y Dani Ponz. / L. O.

Ángela Moreno

Ángela Moreno

A 24 horas de iniciar el mes de julio, nada saben los aficionados del Real Murcia y del FC Cartagena de la temporada 2025-2026. Tantos días sin noticias ha convertido la calma y la reflexión en una parálisis absoluta. El único anuncio realizado desde Nueva Condomina tuvo que ver con la renovación de Asier Goiria como director deportivo; pero ni una pequeña novedad han avanzado desde el Cartagonova, donde incluso acabaron la temporada mucho antes que los murcianistas, que tuvieron que afrontar la primera eliminatoria del play off de ascenso.

Todo es tan extraño que sorprende que a 24 horas de que se inicie julio y a un par de semanas de que muchos equipos empiecen sus pretemporadas tanto Real Murcia como FC Cartagena anden completamente parados. Da igual las veces que los aficionados pidan novedades, porque ni a uno ni a otro lado del Puerto de la Cadena se sabe quién se sentará en el banquillo. Todo parece indicar que Joseba Etxeberria es el elegido por los murcianistas, mientras que Dani Ponz ha sonado con fuerza para el bando albinegro, pero de momento todo son rumores.

No hay noticias y no hay declaraciones. Paco Belmonte lleva meses sin dar la cara, y Felipe Moreno se ha quedado mudo después de la decepcionante eliminación ante el Nástic de Tarragona. Sus colaboradores tampoco hablan. Nadie sabe nada de Manolo Sánchez Breis y pese a su renovación, no ha habido rueda de prensa de Asier Goria en Nueva Condomina. Incluso en el Real Murcia, pese a filtrar a distintos medios que esta semana ya pasada se presentaría la campaña de abonos, no son capaces ni de cumplir con sus propios plazos marcados.

Da la sensación que andan de vacaciones en Nueva Condomina y el Cartagonova con tanta calma, y eso que los días pasan y el trabajo se acumula, sin embargo la parálisis tiene lecturas diferentes en función del club que se analice, y todo porque aunque ambos andan con el freno de mano echado, la situación es mucho más crítica en un FC Cartagena que navega en medio de una tormenta absoluta.

Y Felipe, en el centro de todo

No se entiende tanta calma en el Real Murcia, ni es creíble que todo está paralizado por los problemas para rescindir a Fran Fernández, pero la parálisis, salvo sorpresa inesperada, no va más allá de la anécdota. En cambio en el Cartagonova todo es diferente. La parálisis sí tiene un motivo, y ese motivo es la crisis institucional y económica que vive un club que no ha sido capaz ni de cumplir con los contratos de sus jugadores y empleados.

Porque aunque, cuando se empezó a hablar de impagos, el club emitía una nota diciendo que al 30 de junio todo estaría pagado, el 30 de junio llega y las deudas se acumulan en la mesa de un Paco Belmonte desbordado y sin respuestas. Y es que el presidente albinegro, por mucho que lleve presumiendo años de que el club es suyo, siempre ha estado sostenido económicamente por Felipe Moreno, y para Felipe Moreno el FC Cartagena ya no es su niño mimado, porque Felipe Moreno ahora ha puesto toda su chequera al servicio del Real Murcia.

Todo ese dinero que ha permitido resurgir a la entidad grana de sus cenizas es el que ahora echan en falta en el FC Cartagena, donde ni el dinero ingresado por traspasos en los últimos meses ha servido para salvar una temporada en la que desde la primera vuelta el equipo estaba condenado al descenso.

Por eso la calma no se ve igual. Porque aunque el Real Murcia está parado, por una vez los granas no tienen problemas económicos, ni se habla de denuncias en la AFE, ni de problemas para pagar el aval exigido por la Federación. Posiblemente la calma tenga que ver también con la decepción sufrida por Felipe Moreno tras el no ascenso, un Felipe Moreno que nunca barajó el escenario que finalmente se dio, con la eliminación ante el Nástic.

En cambio en Cartagena están parados porque realmente no pueden avanzar. Y porque tampoco quieren seguir implicándose en un club al que ellos mismos han clavado un puñal, no vendiéndolo en el momento oportuno, tirando de avaricia pensando en llenarse los bolsillos de millones de euros.

Pero ya no hay millones, porque el FC Cartagena ahora mismo no vale nada, y toca asumir responsabilidades, porque se es dueño en las buenas y en las malas, pero ni Belmonte tiene riñón para poner dinero ni Felipe Moreno está dispuesto a invertir más, y así se va a iniciar julio navegando entre la tempestad de los impagos y la sombra hasta última hora del descenso administrativo.

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