FC Cartagena
Paco Belmonte tampoco da la cara ante el vestuario
Nadie del club se ha puesto en contacto con la platilla para darles una solución sobre los impagos

Paco Belmonte, en la sala de prensa del Cartagonova. | IVÁN URQUÍZAR
La campaña en Segunda División ya hace tiempo que terminó. El Fútbol Club Cartagena atravesó uno de los peores cursos de su historia en todos los sentidos y confirmó con el descenso graves carencias de base como entidad deportiva. No obstante, la temporada 2024-25 aún no ha acabado en el Cartagonova. Todavía debe el Cartagena solucionar los impagos a su plantilla para garantizar la viabilidad del club, unos impagos sobre los que Paco Belmonte ha establecido la más absoluta ley del silencio.
Sigue habiendo un buen número de jugadores que no ha cobrado lo que el FC Cartagena le debe. Ya sea en concepto de su ficha u otras cantidades comprometidas por contrato, el club albinegro mantiene deudas con el vestuario. No sólo con los jugadores, sino también con el último cuerpo técnico, que abandonó la ciudad portuaria casi con el mismo silbato del árbitro al final de la jornada 42 huyendo de una situación escandalosa.
Aunque saldó el Cartagena su deuda de dos meses en mayo, pagando a algunos jugadores -no a todos- sus salarios correspondientes a marzo y abril, los impagos volvieron a producirse en mayo y junio. A pesar de ello, el vestuario finalizó con dignidad la temporada, compitiendo dentro de sus posibilidades sobre el terreno de juego pese a las circunstancias. Aún debe el club ese dinero, estimado por algunas fuentes en torno a los dos millones de euros, y se expone al descenso administrativo comtemplado por LaLiga en estos casos.
Silencio institucional
Entre dos y tres mensualidades tiene que satisfacer el Cartagena a su antigua plantilla y cuerpo técnico. Sin embargo, todo es silencio por parte de la directiva. Según fuentes directas del vestuario cartagenerista, nadie da explicaciones de la situación, nadie justifica los retrasos en los pagos y nadie tranquiliza a las personas. El presidente y máximo responsable de la entidad sigue recluido ante la prensa y la afición. Ahora también se ‘esconde’ ante su propio vestuario, que no solo reclama su dinero, sino también clama por un poco de humanidad.
LaLiga como aliado y verdugo
La bala que les queda a los componentes de la plantilla y cuerpo técnico es la de LaLiga, que respalda económicamente a todos los jugadores de las categorías profesionales mediante el Fondo de Garantía Salarial. La patronal ya tiene aviso sobre todo lo que está ocurriendo en Cartagena gracias a la Asociación de Futbolistas Españoles, que actúa como una especie de intermediador ante las denuncias de los jugadores, el club y LaLiga, quien debe tomar acción en última instancia.
El plazo de AFE para las reclamaciones de deudas en clubes de Primera y Segunda División está abierto y los futbolistas albinegros están inmersos en el proceso de denuncia. Las reclamaciones de los jugadores se presentan, con la asesoría de AFE, ante las Comisiones Mixtas, que están compuestas por representantes de los clubes y de los jugadores de forma paritaria y que resuelven la causa sin llegar a instancias judiciales. Posteriormente, es LaLiga quien, a instancias de esta resolución, toma las medidas que cree oportunas en base a su reglamento general.
Los futbolistas del Cartagena tienen hasta el 9 de julio para realizar sus denuncias y el club debe solventar sus impagos antes del 31 de julio. Hasta esa fecha ofrece de plazo LaLiga antes de aplicar el descenso administrativo de categoría que dejaría al cuadro portuario fuera de Primera RFEF tras su descenso deportivo.
La duración del caso de los impagos no augura nada bueno para el Cartagena, pero menos aún el silencio y abandono del club a sus jugadores y cuerpo técnico. En el entorno de la entidad cartagenerista se habla de una falta de compromiso que se extiende a las bases y trabajadores del club. Este proceso puede afectar definitivamente a los tiempos de la confección de la nueva plantilla.
El Algeciras, rival en Primera RFEF, ‘caza’ en el filial albinegro
Uno de los nuevos rivales del FC Cartagena en Primera RFEF tras el descenso de categoría, el Algeciras, ha comenzado a conformar su plantilla del próximo curso ‘cazando’ en el conjunto albinegro. Concretamente, en su filial. Joe James Riley deja el FC Cartagena B para unirse al cuadro andaluz y convertirse en potencial rival del Cartagena en el segundo grupo de Primera RFEF. Uno de los futbolistas más prometedores de la cantera cartagenerista abandona la disciplina albinegra ante la falta de oportunidades. Pese al descenso, el jugador no contaba con un hueco en el Cartagonova y se une a los gaditanos para dar dos saltos de categoría de golpe.
Riley llegó a Cartagena en la temporada 23-24 tras formarse en la cantera del Betis para reforzar el equipo de edad juvenil en División de Honor. Su calidad pronto le abrió las puertas del segundo equipo, a los mandos de Pepe Aguilar. Jugó 23 encuentros en Segunda Federación y aportó en la salvación del juvenil. Al año siguiente, tras renovar por una temporada, disputó 33 encuentros en Tercera RFEF anotando dos goles. El mediapunta de tan solo 20 años, jugará casi con total seguridad frente al FC Cartagena tras no renovar su contrato en el Cartagonova y unirse al Algeciras para debutar en Primera RFEF, donde nunca ha jugado.
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