El Real Murcia se conforma con las migajas

El Real Murcia sigue en la batalla por el liderato. Pero el Real Murcia no dormirá esta jornada como líder. Y no asaltan los granas la primera plaza porque volvieron a fallar en un duelo directo. Esta vez no perdieron, como ante el Ibiza o frente al Antequera, pero se tuvieron que conformar con las migajas. Tenían que ganar al Ceuta, dueño de esa posición de privilegio, y no lo hicieron. Solo empataron, aunque, visto que a la media hora ya iban perdiendo, muchos dieron por bueno el 1-1. Un 1-1 que permite seguir a un punto, cuando la película iba encaminada a un final peor -que el Ceuta se marchara a cuatro-, sin embargo, una vez más lo de siempre. El Real Murcia tiene que conformarse con lo mínimo, al ser incapaz de ser mejor a sus rivales en las citas decisivas.

Porque, pese a contar con el apoyo de 29.920 espectadores; porque, pese a montarse una fiesta alrededor del partido, el Real Murcia volvió a naufragar. Un gol de Rodri Ríos en la primera parte le condenaba. El exgrana batía a Gazzaniga pasada la media hora para dar tranquilidad a los de Romero que, aunque en el inicio del segundo tiempo dieron un paso atrás, pocas veces sufrieron. Estaban tan cómodos que se confiaron y la pagaron.

La afición grana recibe al Real Murcia enloquecida entre cánticos y bengalas

Porque el gol del Real Murcia fue pura buena suerte, y en el fútbol la suerte también juega. Un error de Guille Vallejo al salir de su área en busca de un balón lo aprovechaba Flakus para poner el empate y hacer pensar al murcianismo en una nueva remontada. Pero no está el Real Murcia para grandes trotes. Fue flor de un día lo ocurrido contra el Betis Deportivo. Ni con siete minutos extras fueron capaces los murcianistas de meter presión al Ceuta, un Ceuta que hasta se marchó contento con el empate. Por válido también dieron los granas el 1-1, pero las jornadas se acaban y el liderato no llega. Será al final del curso cuando se vea si conformarse con las migajas sirve o no sirve.

Rodri Ríos no perdona

Donde el Real Murcia falla, sus rivales aciertan. Volvió a ocurrir este sábado en Nueva Condomina. No aprovecharon los granas su mejor y casi única ocasión de la primera parte, cuando Pedro Benito disparó a las manos del portero tras un buen centro de Vicente, y vieron como el Ceuta apenas necesitaba un par de acercamientos para clavar un puñal en el delicado corazón de la afición murcianista.

Una afición murcianista que volvía a creer, que volvió a responder, pero que a la media hora sintió de nuevo que el Real Murcia nunca es capaz de vestirse de líder. Fue en una acción en la que Koné se hizo dueño por la banda y en la que Rodri Ríos, con un remate acrobático, ponía el 0-1 tras un rechace de Gazzaniga a un disparo de Kuki Zalazar.

Recibimiento de la afición al Real Murcia frente al Ceuta en Nueva Condomina

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Apenas había necesitado el Ceuta unos pocos minutos pisando el acelerador para conseguir ventaja en un partido en el que estaba el liderato en juego. Porque los de Romero, que durante la fase inicial habían estado prácticamente amordazados por la presión murcianista, fueron capaces de ir saliendo poco a poco, sintiéndose cómodos con el balón y alcanzando el balcón del área, aunque sin apenas hacer daño.

Una apuesta de 45 minutos

Ni la apuesta de Fran Fernández por el doble delantero funcionó -este sábado Alcaina era la novedad en un once donde Pedro León repetía ante la baja de Real-. Y es que una vez más se vio que el problema del Real Murcia está más en el centro del campo que en el ataque. Porque aunque Pedro Benito y Flakus aporten trabajo, hay tanta distancia entre una zona y otra, que los murcianistas pocas veces llegaban con superioridad. Y en las jugadas de estrategia, con varios corners a favor en la primera parte, tampoco daban resultado.

Confía tan poco Fran Fernández en el esquema de dos delanteros, que a la vuelta de vestuario ya había desmontado su propia decisión inicial. Pese a que el 0-1 obligaba a los granas a dar un paso al frente, el técnico prefirió hacerlo de otra manera. Alcaina era el señalado, quedándose en el vestuario tras el descanso. Davo aparecía en su lugar para intentar dar más consistencia al juego del Murcia, porque el Murcia, tras el gol de Rodri Ríos, estaba sometido a una presión casi triple. Le apretaba su propia afición, que no quería desperdiciar otra vida; le apretaba el marcador y le apretaba la clasificación, porque la derrota le alejaba a cuatro puntos de los norteafricanos.

Mientra la presión era para el Real Murcia, el Ceuta vivía un inicio de la segunda parte tranquilo. Acomodados atrás, dejaban la iniciativa a los murcianistas, que eran los que estaban obligados a cambiar el guion del partido. En ello se empeñaba Fran Fernández. Que en el 56 hacía dos nuevos cambios. Carlos Rojas, el héroe ante el Betis Deportivo, y Moha saltaban al campo, marchándose Palmberg y Pedro León.

Paso al frente insuficiente

Pareció crecer el Real Murcia. Por lo menos consiguió encerrar al Ceuta en su área, sobre todo a base de saques de esquinas. Pero esa insistencia ofensiva no vino acompañada de ocasiones claras. Guille Vallejo, que en el minuto 56 ya había logrado frenar a Flakus, se estiró para enviar a la esquina un disparo lejano de Ian Forns.

Cuando parecía que el Real Murcia iba claramente a por el empate, Romero movió las fichas del tablero para meter un tercer central que daba superioridad defensiva a los visitantes. De hecho, a partir de ahí, consiguieron bajar claramente los ánimos de los murcianistas, que volvieron a una fase en la que el partido volvió a entrar en decadencia, poniéndose a favor de los intereses del Ceuta.

Gracias a Guille Vallejo

Pero en el momento menos esperado, el Real Murcia volvió a comprobar que ha entrado en el tramo final del campeonato con la suerte de cara. Y es que, en una acción aislada, el meta Guille Vallejo se confió demasiado, saliendo de su área en busca de un balón envenenado enviado por sus compañeros, y el balón era tan envenenado que acabó en gol del Real Murcia, un gol con la firma de un Flakus que, al igual que Benito, nunca renuncia a ganar una pelea.

Tocaba arrebato Nueva Condomina, que soñaba con una remontada parecida a la de la semana anterior. Pero de nuevo el partido entró en una fase de no ocurrir nada. De hecho, lo más sorprendente fue un movimiento de Fran Fernández. Porque el técnico grana agotó sus cambios poniendo a Cadorini en el campo. Lo llamativo fue el nombre del sustituido. Carlos Rojas, sin aparentes problemas físicos, no parecía creerse que Fran Fernández lo sacaba del campo solo media hora después de saltar al terreno de juego.

El partido acabó con ambos equipos firmando la paz. Ni los siete minutos de añadido animaron a un Real Murcia que parecía no querer perder lo que había conseguido casi se casualidad. El Ceuta tampoco se veía molesto con el 1-1. Conservaba el liderato y alargaba a 19 las jornadas sin perder.