La Contracrónica | Una década al ritmo de la igualdad

Ediciones pasadas de la Carrera de la Mujer han demostrado que cuando Murcia sale a la calle en defensa de la igualdad, no hay nada que la detenga. Ya podía amenazar el cielo de la capital del Segura con una lluvia que nunca impidió que las mujeres se calzasen las zapatillas para reivindicar sus derechos. Imagínense entonces si la climatología acompaña, con un sol radiante y una temperatura propia de estas fechas, un fresco que no llega a frío y que hace de la práctica deportiva todo un disfrute. Un panorama ideal que este año ha ayudado a hacer realidad una Carrera de la Mujer de ‘diez’, casi como un guiño del destino en la décima edición de esta prueba.

Tras una semana en la que las precipitaciones han marcado la agenda cultural en la Región de Murcia, el día de ayer amanecía con un cielo despejado en señal de tregua que las participantes de la Carrera de la Mujer aceptaron encantadas. Aunque la bocina marcaría el inicio de la carrera a las diez en punto, un par de horas antes ya se respiraba ambiente de jornada importante, de esas que nadie se quiere perder, y no tardaron en comenzar a verse alguna que otra tímida camiseta azul por el centro de la ciudad. Todas en una misma dirección, acudiendo a la llamada de la lucha por la igualdad, haciendo de la Plaza de la Cruz Roja, a escasos minutos de dar comienzo la prueba, un hervidero de gente.

Nadie quería perderse la jornada, y en muestra de compromiso con la causa, representantes políticos del Ayuntamiento de Murcia (Rebeca Pérez, vicealcaldesa; Miguel Ángel Noguera, concejal de Deportes; y Ascensión Carreño, concejala de la Mujer) y la Comunidad Autónoma (Concepción Ruiz, consejera de Política Social, Familias e Igualdad; y Ana Belén Martínez, directora general de Mujer) no faltaron a la cita.

La música fue calentando motores hasta hacer de la línea de salida un punto de ebullición que saltó por los aires cuando la carrera se puso en marcha. Durante el recorrido, lejos de rebajarse el ambiente, la alegría y la emoción se volvieron unas constantes a cada paso de quienes se dejaban abrazar por la música y el color. No importaba si corrían o marchaban, si lo hacían solas o acompañadas, o si el cansancio comenzaba a hacer aparición, porque sus energías se redoblaban cuando, mirasen a donde mirasen, solo encontraban muestras de ánimo.

Una a una, en pareja cogidas de la mano o abrazadas en grupo fueron cruzando la línea de meta para dar por finalizada solo la primera parte de esa fiesta en la que se convirtió Murcia ayer. Porque la Carrera de la Mujer volvió a ofrecer mucho más que una simple prueba deportiva.

La energía aún se mantenía para disfrutar de una clase de zumba que fue impartida por Esther Iniesta Escudero y Susana García García, monitoras de Enjoy.

El colofón de la entrega de premios sirvió además para reconocer el buen trabajo sobre el asfalto de aquellas que, además de participar con el claro objetivo de reivindicar la igualdad, son capaces de demostrar que son unas deportistas más que notables. Pero no caigamos en el error de reducir la jornada a unos cuantos premios y reconocimientos, porque ese es precisamente el valor añadido de la Carrera de la Mujer, que traspasa lo meramente deportivo para gritar a los cuatro vientos que ellas, además de correr, son capaces y merecedoras de todo.