Real Murcia - Sevilla Atlético

La racanería no le da al Real Murcia para asaltar el liderato

Los granas encadenan una nueva decepción en casa tras perder un partido que es aplazado durante unos minutos por lanzamiento de objetos

Ángela Moreno

Ángela Moreno

No aprendió nada Fran Fernández de la derrota en Nueva Condomina frente al Yeclano. Derrota que se remonta al 1 de septiembre. Como tampoco se inmutó el técnico grana tras el pinchazo casero frente al Betis Deportivo (29 de septiembre). Y, como no hay dos sin tres, los empates frente al Marbella, al Atlético B, el Sanluqueño y el Intercity, también ante la afición grana, se maquillaron con mil excusas.

Y ni el revolcón contra el Alcoyano parece haber hecho reflexionar a Fran Fernández. Porque Fran Fernández debe decir la verdad cuando reitera que él no mira la clasificación. Porque Fran Fernández no debe saber que el Real Murcia ha dejado escapar 20 de los 36 puntos disputados en su estadio. Y si lo sabe, no lo demuestra.

Y no lo demuestra porque, después del batacazo ante el Alcoyano, no tuvo mejor idea que repetir ante el Sevilla Atlético justo los mismo que ante el Alcoyano. Lo mismo que desde septiembre se viene demostrando que no funciona.

Sonrisas antes de la decepción. | ISRAEL SÁNCHEZ

Una botella cae al césped antes de que el colegiado suspendiera durante unos instantes el partido. | ISRAEL SÁNCHEZ / Israel Sánchez

Porque si hace dos semanas el Real Murcia no aprovechaba la derrota del Antequera; en el día de ayer, los granas, que hubieran escalado al primer puesto si hubieran hecho los deberes frente al Sevilla Atlético, sufrieron otro batacazo.

Y lo hicieron recreándose en sus miserias, como si las miserias fueran la auténtica realidad de un equipo que se escuda en la igualdad de la categoría, cuando, teniendo en cuenta su presupuesto y su condición, debería estar caminando firme y sin mirar atrás hacia Segunda División. Pero es imposible caminar firme hacia Segunda División con un técnico que destaca por su racanería, racanería que le permite ser sobresaliente a domicilio, pero que que no le sirve ni para sobrevivir en casa.

Pedro Benito cede hacia atrás en vez de rematar ante el meta sevillista. | ISRAEL SÁNCHEZ

La policía protege a los jugadores y el cuerpo arbitral camino de los vestuarios. / Israel Sánchez

El mismo guion de siempre

Volvió a suceder ayer. Justo en el día en el que el Real Murcia tenía en su mano asaltar el liderato, el Real Murcia no abandonó su triste guion en casa. Ni una ocasión entre los tres palos generaron los granas en el primer tiempo ante el Sevilla Atlético, un Real Murcia que, además de no jugar a nada, es incapaz de mostrar otras virtudes. Solo hay que ver cómo desperdician cada acción a balón parado; solo hay que ver la falta de plan; solo hay que la influencia del técnico en un once sin alegría, sin ambición, sin identidad.

Y para muestra un botón. Ni con el liderato en la palma de la mano fue capaz del Real Murcia de ser protagonista en la primera parte. Como si les sobrara tiempo, como si se sintieran los más superiores del mundo, el Real Murcia volvió a ahogarse en su propio juego. Ayer no sirvió el comodín de Flakus, ni tampoco apareció la inspiración de Loren Burón; ayer insistió Fran Fernández en juntar en el once a Real y Pedro León...

Jaso en el centro del campo

Y si la mano del técnico ya hace daño al equipo, no ayudan tampoco las decisiones del director deportivo. Porque solo dos semanas después de cerrarse el mercado invernal, justo el día en el que había que asaltar el liderato, el Real Murcia tuvo que jugar en el centro del campo con Antxón Jaso. ¿Y por qué jugó un central de pivote? Porque Yriarte está lesionado, Boateng tuvo un percance con su coche antes del partido y Larrea está en Algeciras. Y está en Algeciras por que Goiria prefirió liberar su ficha a sacar a Kenneth Soler que no juega ni en los amistosos. Y está en Algeciras porque, según Goiria, en la plantilla grana hay muchas alternativas para sustituir a Yriarte.

Pues justo el día que se ‘resfrió’ Yriarte, a Fran Fernández no le quedó otra que meter en un marrón a Antxón Jaso, y Antxón Jaso solo consiguió desmentir a su director deportivo, dejándole claro que lo de la polivalencia es como el cuento de la lechera, y que las posiciones hay que respetarlas.

Una botella cae al césped antes de que el colegiado suspendiera durante unos instantes el partido. | ISRAEL SÁNCHEZ

Pedro Benito cede hacia atrás en vez de rematar ante el meta sevillista. / Israel Sánchez

Jaso fue el ‘daño colateral’ de la gestión de Fran Fernández y de Goiria. Pero no tienen esa excusa otros jugadores. ¿Dónde estaba la defensa en la acción del gol de Oso? Porque el día en el que el Real Murcia tenía que ganar para alcanzar el liderato, el Real Murcia ya iba perdiendo en el minuto 43. Lo peor es que nadie se sorprendió. Lo peor es que todos los aficionados habían llegado al estadio pensando en ese guion. Es lo que tiene defender los colores de un equipo que roba ilusiones.

Aprovechó Fran Fernández para reaccionar. Porque Fran Fernández solo es capaz de reaccionar cuando las cosas se ponen feas, cuando posiblemente ya sea tarde. Apostó por Isi Gómez, la única buena noticia del partido; y recurrió a su fichaje estrella del mes de enero, un Davo que para empezar no hizo milagros.

Reacción sin gol

Pero todavía hubo que esperar quince minutos para que el Real Murcia mostrase un poco de hambre. Fue a partir del minuto 60 cuando al Real Murcia puso algún interés por sacar algo positivo del partido. Pero Real, ese jugador al que según Fran Fernández se le echa de menos cuando no está, cuando la realidad es que nadie puede verificar esa afirmación porque Real siempre está en el once, se durmió en los laureles. Con todo a favor, permitió a Andrés Castín robar un balón que muchos ya veían en la red (60). Y solo un minuto el exalbinegro hacía esforzarse a un Alberto Flores que evitaba el 1-1 con ayuda de la madera. Incluso ya en el 80, Pedro Benito decidió mal cuando lo tenía todo a favor para batir al meta sevillista.

La racanería no le da al Real Murcia para asaltar el liderato

Felipe Moreno, en el palco. / Israel Sánchez

El no empate fue el comienzo de la definitiva derrota. Cayeron los futbolistas granas en la trampa del Sevilla Atlético y en su propia desesperación. Con el colegiado señalando una falta tras otra y los visitantes perdiendo todo el tiempo del mundo, la frustración llegó hasta la grada.

Tenía que parar el colegiado el choque por lanzamientos de objetos. No valió con el aviso inicial. El 0-2 del Sevilla Atlético, Mateo Mejía sentenciaba en el 81, hizo que volvieran a caer objetos al campo. Ahí ya no hubo aviso. El colegiado directamente envió a los jugadores al vestuario y suspendió el partido.

Se reanudaba diez minutos después. Entonces sí se vio a un Real Murcia con hambre, que encerró a su rival, que no salió del área sevillista. Pero, como siempre, ya era tarde. Ya no hubo perdón para los malvados.

Porque el Real Murcia no perdió por el colegiado, o por las pérdidas de tiempo del Sevilla Atlético, el Real Murcia perdió por sus propios defectos, porque la racanería no sirve en Nueva Condomina, porque los aspirantes no se dejan 20 puntos en casa, porque para ascender no vale con diez minutos buenos.

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