El FC Cartagena deja atrás los complejos

Sin miedo y sin complejos. Así afrontó el Cartagena su partido frente al Sporting. Se notó desde el principio, cuando comenzó a sacar el balón jugado desde atrás. Prácticamente, nunca lo rifó. Y así fue dando pasos adelante hasta amedrentar a un rival superior.

Eso es lo que se le pedía a Jandro Castro y los suyos. La capacidad estaba ahí, pero el planteamiento y la actitud no habían sido los adecuados. «Podemos ganar a cualquiera», dijo Castro en la previa. Sólo le faltaba creerlo de verdad.

Creyó el entrenador y creyeron los jugadores, que buscaron siempre los espacios y el hombre libre. El ataque se estancó, pero el VAR devolvió al Cartagena lo que le había quitado cuando más lo necesitaba y merecía. Una agresión de Rubén Yáñez que no vio el colegiado se convirtió en la pena máxima que dio los tres puntos al cuadro albinegro.

Unos instantes de sufrimiento después y un manejo de la situación muy maduro certificaron la victoria. Una victoria vital que saca al Cartagena del último puesto.

El primero en mostrar sus intenciones fue el conjunto visitante. En el primer minuto quiso meter miedo el cuadro de Rubén Albés con una internada de Queipo por la derecha y un tiro centrado de Dubasin. Cinco minutos después, de nuevo Dubasin envió un balón rozando la escuadra.

Avisó el Sporting en esas dos primeras jugadas, pero todo el peligro rojiblanco se quedó ahí. Durante el resto del primer acto controló el Cartagena a su rival a través de la posesión.

Ocupó bien el campo el equipo de Jandro Castro, pero erró pases sencillos y perdió muchos minutos en los que no pudo asentarse en el campo rival. Lo consiguió con más claridad a la media hora de partido estirando sus líneas y ganando muchos duelos en la medular.

El Sporting pareció incapaz de generar peligro y la última del primer tiempo también fue para los locales. La falta de determinación en el remate volvió a truncar la oportunidad.Con empate en el marcador y mejores sensaciones para los de la ciudad trimilenaria se marchó el partido al descansoy el segundo acto comenzó igual. Mejor el Cartagena en la posesión, en los duelos y en combinación, pero mal en ataque.

Esta situación detuvo el partido en un punto muerto hasta que Gastón envió un cabezazo a la madera. Ahí cambió la dinámica de un partido estancado. Seguidamente llegaron otros dos acercamientos albinegros y un remate de Alcalá en buena posición que murió en las manos de Rubén Yáñez. Esta última ocasión propició la jugada que cambió el encuentro.

Blocó sin mayores complicaciones el meta sportinguista y quiso lanzar la contra en velocidad cuando Gastón se cruzó en su camino para impedirlo. El portero esquivó al delantero, pero realizó un innecesario gesto con el codo para quitárselo de encima que el VAR entendió como agresión. Tras la revisión en el monitor, el colegiado Sánchez Villalobos corroboró la percepción de Caparrós Hernández en el VAR y señaló la pena máxima y expulsó al meta.

No falló Luis Muñoz. La ajustó al máximo a la izquierda de Cristian Joel, el portero que cubrió el hueco de Yáñez, y puso el 1 a 0 en el marcador. Inmediatamente después del gol salvó Pablo Campos el empate con un paradón a mano cambiada.

La urgencia obligó al Sporting a atacar a la desesperada y el bombardeo de centros sobre el área fue incesante. Kiko Olivas y Pedro Alcalá repelieron todo lo que llegó por el aire y el encuentro entró en sus nueve minutos de añadido que, curiosamente, fueron más tranquilos para el Cartagena. Supo mover el balón y abrir las bandas para ocupar el campo contrario y ganar mucho tiempo al cronómetro. Así llegó el final del partido que certificó la victoria albinegra. Se sitúa penúltimo el Cartagena con 13 puntos, a 6 del Eldense, que marca la salvación.