Fútbol

Al FC Cartagena se le acaban los motivos para creer

El cuadro albinegro ha sufrido 13 derrotas en 17 partidos y va camino de ser el peor de la historia en la primera vuelta del campeonato en Segunda División

Ortuño, en un lance del partido ante el Huesca

Ortuño, en un lance del partido ante el Huesca

Paco Sarabia

Paco Sarabia

Está muy cerca el Cartagena 2024-2025 de empeorar al del curso pasado en la primera vuelta y convertirse en el peor Cartagena de su historia a estas alturas de la competición. El cuadro albinegro, tras su derrota en Eibar, ha agudizado su crisis de resultados y la permanencia cada vez está más complicada. Si el próximo lunes no gana, conseguirá ese triste galardón un equipo que parecía que iba a despertar hace dos semanas, pero que la derrota del pasado lunes hace que ser optimista sea imposible.

La temporada pasada el cuadro portuario estuvo realmente mal y el descenso parecía un hecho, y costaba creer que se hiciera una primera vuelta peor. El 2 de diciembre de 2023, el conjunto que entrenaba por aquel entonces Julian Calero conseguía un triunfo balsámico ante el Real Sporting que le permitía llegar a los 12 puntos. Su situación era dramática, pero logró una victoria que muchos pensaron que podía ser un punto de inflexión. El próximo lunes los de Jandro Castro reciben al conjunto de Gijón con la necesidad de sumar de tres para intentar aferrarse a una salvación que ni por fútbol, ni por ocasiones, ni por números, ni por fe parece que se vaya a conseguir.

Abonados a la derrota

Y es que el Cartagena ha perdido 13 de los 17 partidos que ha disputado en esta campaña. La temporada pasada, que hizo una primera vuelta muy discreta, cayó derrotado 12 veces, es decir, ya ha perdido más encuentros cuando todavía quedan cuatro encuentros por disputarse para llegar al ecuador de la competición. El equipo sale con el cartel en la frente de perdedor y los jugadores, aunque quedan algunos que protagonizaron la hazaña de la salvación en la segunda vuelta, saltan al césped con la sensación de que no van a ganar el partido. En Ipurúa, el equipo llegó vivo al final del encuentro gracias a un Pablo Campos magistral que sostuvo a sus compañeros con varias intervenciones de mérito. Pero no se veía que sus compañeros fueran a aprovecharlo, ya que nadie en el campo confiaba en que se consiguiera al menos el empate. La mejor ocasión del partido, con el tímido remate de cabeza de Gastón Valles a las manos de Magunagoitia, refleja bien la esperanza que tiene el equipo en sacar algo positivo.

Cambiar la mentalidad

Si el Cartagena quiere lograr la salvación, debe quitarse el complejo de sentirse sistemáticamente inferior al rival. Esta sensación de que el equipo plantea los partidos con el objetivo de no sufrir daños y luego veremos si se puede ganar debe terminar. Se puede entender que, si juegas contra transatlánticos como el Almería, con jugadores diferenciables, la semana pasada tengas que ser más conservador, pero el problema del conjunto cartagenero es que ese planteamiento no lo cambia sea cual sea el rival. El Eibar este curso no es precisamente uno de los equipos que más asusten, ni por jugadores, ni por resultados hasta el momento, pero la actitud y el juego del equipo en la primera mitad era de sentirse muy pequeño ante el cuadro vasco. O sale convencido de que le puedes ganar al Sporting o conseguir la victoria es un acto de fe al nivel de comprar un décimo de lotería.

Andorra, un problema más

Jandro Castro reconoció en rueda de prensa que la Copa del Rey no llega en un buen momento. El equipo necesita sacar puntos en liga; tiene una plantilla corta y, además, ahora cuenta con varias bajas, lo que provoca que haya más carga de minutos para otros jugadores. Encima ha tocado un viaje muy largo a Andorra, tras el que acaban de hacer a Eibar. Si se consigue ganar, prácticamente seguro que recibiría el cuadro albinegro a un Primera División en la siguiente ronda, con la buena taquilla que ello supondría, pero el choque de mañana a las 20:00 es ahora mismo un problema.

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